“Los ataques no se pueden evitar porque comparten hábitat; lo que hay que hacer es buscar el equilibrio, que el daño sea mínimo y estar junto al ganadero”.
Así se despachó hoy el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones sobre la muerte de 17 ovejas de una explotación de la comarca zamorana de Sayago, donde otros cinco ejemplares resultaron heridos el pasado fin de semana.
El consejero recordó que el lobo es una especie protegida, cuyo control se lleva a cabo de forma regulada y excepcional y comentó que la Junta ha mejorado la gestión de las compensaciones por los daños que provoca, que han pasado de tramitarse en un año a 25 días y ha mejorado la cantidad con la que se indemniza a los ganaderos afectados.