Hay momentos únicos en la vida que deben ser disfrutados con la mejor sonrisa. Por eso, la odontología está adquiriendo una creciente importancia entre las decisiones que acompañan a la elección del peinado de una novia, los gemelos de un padrino, el vestido de una niña que toma la primera comunión o simplemente de aquella persona que quiere lucir como nunca en un determinado evento o ceremonia de relevancia social.
Como siempre, también en este tipo de tratamientos odontológicos de mejora estética, que consiguen resultados a veces espectaculares, hay que ponerse en manos de profesionales con experiencia. Es el caso de la clínica odontológica leonesa Fernández Castaño (C/ Juan de Badajoz, 4), que ofrece gran parte del amplio abanico de posibilidades e interesantes facilidades de pago para que lucir mejor que nunca en ese momento exclusivo sea una buena noticia para el bolsillo, para el éxito social y siempre para mejorar en salud y bienestar.
La doctora Jael destaca varios tratamientos entre los más reclamados para esos eventos especiales. Desde una limpieza en profundidad a un problema de halitosis, desde un blanqueamiento hasta incrustaciones de porcelana. “Sea cual sea lo que recomendemos al paciente, después de un estudio pormenorizado de sus piezas dentales, siempre hay que tener en cuenta que es un gasto que no queda en el simple disfrute de un día sino que perdura y hace que en esa ceremonia, pero también durante muchos años, nos sintamos mucho mejor con nosotros mismos”, afirma la odontóloga leonesa tras sus once años de experiencia, cinco de ellos al frente de su propia clínica.
En la clínica Fernández Castaño son muchas las opciones profesionales a las que someterse para ese gran día. Y la primera recomendación es contar “con la mayor previsión posible” porque algunos tratamientos llevan tiempo. Entre los más solicitados, destacan aquellos que 'atacan' la halitosis o el arreglo urgente de piezas que afean la estética, porque “evitan miedos y traumas sociales”.
Blanqueamiento... y mucho más
Por supuesto, el blanqueamiento está también en cabeza. Pero las opciones son muchas y no siempre un paciente puede someterse a todas ellas. “Tenemos que valorar problemas de hipersensibilidad dental y hay veces que, si no se estudia bien un caso, puede ser un gasto inútil, como tantas veces ocurre con tratamientos de farmacia y otros de dudosa efectividad”, explica la doctora; “de ahí que nuestro estudio y planificación previos, siempre sean exhaustivos, para garantizar al máximo la efectividad”.
Una solución idónea son las carillas, láminas de porcelana que modifican el color de los dientes y pueden también mejorar su forma e incluso la posición. Es un tratamiento más costoso, pero “con la mínima agresión dental, ofrece la dureza y condiciones de un diente real y puede durar hasta 10 años con el cuidado adecuado, y siempre conservando el diente original”. Una alternativa tecnológicamente avanzada que la clínica Fernández Castaño aplica con éxito hace años.
Lo mismo ocurre con las incrustaciones de porcelana, es decir, los empastes que conocemos pero con este versátil, estético y duradero material, que por algo más de presupuesto supera a aquél en evitar múltiples inconvenientes como las filtraciones y sobre todo en ofrecer un aspecto impecable en toda la boca. El aspecto impecable que se merece ese gran día en el que uno va a ser un protagonista principal.