La Consejería de Sanidad ha consolidado una red de once unidades de diagnóstico rápido, que ha logrado el reto de citar, realizar pruebas y elaborar un diagnóstico a los pacientes con una enfermedad potencialmente grave en un tiempo inferior a los siete días. De esta forma, en menos de una semana se descarta o confirma la existencia de una patología, lo que permite acelerar el tratamiento o la intervención, aumentando también las posibilidades de curación.
Estos dispositivos de alta resolución, conectados con los centros de salud y ubicados en los once hospitales de área, están todavía en proceso de rodaje ya que siete se pusieron en marcha el pasado año y el último, en Ávila en enero. Aunque la mayoría sólo llevan operativos un año, Sanidad subraya que han cumplido con el objetivo marcado de acortar los tiempos de estudio y tratamiento en aquellos casos con sospecha de una enfermedad grave y, por tanto, con diagnóstico no demorable.
La puesta en marcha de estas unidades, un compromiso del Gobierno autonómico, se ha cerrado ya, si bien la evolución de su actividad está marcando un aumento progresivo ya que supone cambiar la “filosofía de trabajo”. “Modificar la organización entre niveles lleva su tiempo”, sostuvo el director general de Asistencia Sanitaria, José María Pino, quien indicó que la respuesta de estos órganos es la “esperable” y añadió que presentan unas perspectivas de futuro “alentadoras”.
Estas unidades pivotan sobre el eje de la continuidad asistencial entre Atención Primaria y Hospitalaria con el objetivo de desatascar las consultas externas y reducir los ingresos y estancias hospitalaria, en definitiva, se trata de mejorar la calidad asistencial generando una canal alternativo al convencional, que prioriza la atención a los enfermos con una patología grave. Además, reduce la tensión y la incertidumbre que sufren los pacientes que desconocen su enfermedad.
La Consejería ha dejado a los profesionales que establezcan el ritmo para integrar dentro del sistema a todos los médicos de Primaria y urgencias. La implantación y desarrollo de estas unidades no ha producido de forma homogénea en todos los hospitales, ya que en áreas como las de Salamanca y Palencia, que tenían experiencia previa, su actividad está siendo mayor. Por tanto, el objetivo es evitar una “avalancha” de derivaciones que paralice su actividad y frene la agilidad en los diagnósticos.
No obstante, Sanidad espera que en un periodo razonable y, “lo antes posible”, todos los facultativos puedan enviar a los pacientes con una enfermedad previsiblemente grave a estos centros de alta resolución.
Admisión rigurosa
La Consejería quiere que las unidades sean “rigurosas” en la admisión ya que sostiene que es la “clave” para garantizar un funcionamiento adecuado. Para ello, se ha establecido un mecanismo de comunicación “real y continúo” con el objetivo de que los facultativos de urgencias, primaria o especializada puedan consultar si un paciente cumple con los criterios establecidos para ser visto en las unidades.
Aquellos que sean descartados serán citados para el estudio clínico siguiendo el itinerario convencional, mientras los que revistan, en principio, gravedad serán derivados para que en el menor tiempo posible cuenten con un diagnóstico. En todo caso, se trata de pacientes que permiten un estudio ambulatorio, es decir, que no han de ser ingresados ya que, en este caso, el protocolo asistencial es diferente.
2.000 pacientes en seis meses
Todas las unidades están creadas, según la información facilitada por Sanidad, que destaca el “altísimo” porcentaje de diagnósticos realizados respecto a los pacientes atendidos. Entre enero y junio, han tratado a 2.085 pacientes, generándose un total de 1.963 diagnósticos, lo que supone un 94,14 por ciento. Entre los más frecuentes, destacan las enfermedades neoplásicas, seguidas del grupo de las patologías del aparato digestivo.
La última unidad puesta en marcha ha sido la del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila, que inició su actividad el 28 de enero. Ha atendido a 51 pacientes, que ya cuentan con un diagnóstico. En el Clínico de Valladolid, que desde noviembre de 2012 cuenta con una unidad de este tipo en la planta octava, se ha visto este año a 71 pacientes y se han facilitado 53 diagnósticos. También dispone de este servicio el Río Hortega de Valladolid, que ha atendido y diagnosticado a 140 enfermos.
El Virgen de la Concha de Zamora, que montó la unidad en mayo de 2012, ha atendido en los seis primeros meses del año a 136 pacientes, con 125 diagnósticos. En Segovia, se habilitó en mayo de 2012 una unidad en el edificio de consultas externas del Hospital General, que ha logrado este año realizar 228 diagnósticos, al ver a 234 pacientes. Sanidad eligió el Monte San Isidro de León para crear la unidad que ha realizado 90 diagnósticos (99 usuarios). En Burgos, el dispositivo, situado en el ala de consultas externas del nuevo hospital, ha atendido a 213 enfermos, con 201 estudios completados.
En el Hospital Santa Bárbara de Soria, que dispone de esta unidad desde abril de 2011, se ha realizado 225 diagnósticos al atender a 262 pacientes. El Río Carrión en Palencia puso en marcha su unidad en mayo de 2008, lo que le ha permitido realizar en los primeros seis meses de 2013 un total de 342 diagnósticos, como el complejo de Salamanca, que en el edificio Virgen de la Vega ha citado y diagnosticado a 482 pacientes. Ésta es la unidad con mayor actividad asistencial.
Estructura
Las unidades de diagnóstico rápido, vinculadas a los servicios de Medicina Interna, cuentan en la Comunidad con una plantilla de 31 profesionales -19 facultativos, nueve enfermeras, dos auxiliares administrativos y un ayudante de enfermería-. Un responsable es el encargado de programar los ingresos, consultas y determinar las pruebas, así como de asesorar a los facultativos de Primaria.
En general, cada unidad cuenta con uno o dos facultativos especialistas, aunque en algunos hospitales son hasta tres o cuatro, caso de los hospitales de León y Salamanca, respectivamente. El equipo lo completan un enfermero y un administrativo, con soporte de celadores compartido en muchos casos con otras unidades.
Los procesos subsidiarios de estudio han sido previamente consensuados por un grupo de profesionales de Primaria y Hospitalaria. Las exploraciones complementarias son programadas de forma preferente, existiendo la posibilidad de ingreso de corta estancia para la observación de los pacientes a los que se les realiza alguna técnicas invasivas de escasa agresividad.
Finalmente, estas unidades cuentan con un local de consulta médica y enfermería, así como de espacios asistenciales necesarios para la exploración, tratamiento y recuperación del paciente. Cuentan con mobiliario clínico convencional, conexión telefónica directa y soporte informático además de material necesario para varias técnicas diagnosticas y terapéuticas.