El rechazo de los trabajadores de Elmar al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que propone la empresa ha sido unánime. Las más de 100 personas presentes -no solo de los departamentos afectados- en la asamblea de este martes han mostrado su negativa a aceptar las condiciones que plantea la compañía de ultracongelados, propiedad de Pescapuerta.
El comité de empresa había solicitado a la empresa un plan de viabilidad de futuro, pero en el último encuentro mantenido con los responsables, estos se negaron a presentarlo. También hicieron caso omiso a las tres propuestas de los representantes de los trabajadores: un complemento salarial, que las vacaciones y las extras contasen del mismo modo que si no hubiese un ERE y el mantenimiento del empleo durante los seis primeros meses. De todo esto, solo consiguieron arrancar el compromiso de la empresa de mantener el empleo durante los tres primeros meses.
Según explica Mar Mirantes, miembro del comité, la sensación con la que finalizaron la reunión con la empresa fue de “desilusión”. “No les interesa continuar con la empresa, solo quieren cerrar y que los empleados caigan por su propio peso para ahorrarse dinero”, denuncia.
Así las cosas, la empresa puede presentar la documentación en el Ministerio de Trabajo -trámite que todavía no se ha llevado a cabo- y que este sea el encargado de decidir. Desde el día de presentación del expediente se abre un plazo de 15 días para las consultas, tiempo que los trabajadores de Elmar aprovecharán para echar un pulso a los directivos de Elmar mediante manifestaciones y concentraciones de protesta por la situación.
La pelota está ahora en el tejado de los directivos de la empresa tras el rechazo del ERE por los trabajadores, quienes no tienen previsto ninguna medida hasta que Elmar mueva ficha.
Más afectados
El ERE que sugiere la empresa tendría, en principio, una duración de seis meses, pero es prorrogable a otros seis. La medida consiste en que los empleados trabajen solo 15 días mensuales y el resto del tiempo la empresa cierre. La propuesta afectaría en un principio solo al personal de fábrica, lo que supone más de un centenar de los 220 que componen la plantilla.
La medida podría afectar a más trabajadorse pues la empresa ha advertido que, de no mejorar la situación, el expediente podría convertirse en un expediente de extinción para parte de los empleados de la administración.