“No fue una agresión, trató de asesinarla”, “Pedro, cabrón, púdrete en prisión”, “Pedro, capullo, te queremos en el trullo” o “No fue una agresión, no se arrepintió, asesinarla era su intención”, fueron algunos de los gritos coreados hoy por varias miembros Asociación de Feministas Bercianas, que se concentraron a las puertas de la Audiencia Provincial de León ante el inicio del juicio contra el exconcejal de Ponferrada Pedro Muñoz por los presuntos delitos de tentativa de homicidio, maltrato, amenazas, injurias y lesiones contra la que fue su mujer, la abogada Raquel Díaz.
Allí, las mujeres advirtieron que “ahora mismo está sobre la mesa de forma palpable la posibilidad de que Muñoz salga impune de un intento de asesinato”, lo que “eleva la pesadilla a su versión más terrorífica”.
Minutos después de la llegada del acusado a la Audiencia, pasadas las 8.30 horas de este lunes, las Feministas Bercianas procedieron a la lectura de un manifiesto en que recordaron en primer lugar que “el caso de Pedro Muñoz está repleto de zancadillas a su víctima, Raquel Díaz, anclada para siempre a una silla de ruedas y a las terribles secuelas del maltrato constante al que vivió sometida durante toda su relación”.
Además de insistir en su “firme convicción” de que no se tendría que haber concedido la libertad provisional“ a Muñoz ”por los mismos motivos por los que le fue denegada en otras ocasiones“, las mujeres resaltaron ”cómo de potente e infame es toda la maquinaria que ha funcionado a su favor desde mucho antes de los hechos ocurridos el 27 de mayo de 2020“, cuando presuntamente arrojó a su mujer por el balcón de su vivienda en Toreno.
“El infierno de Raquel Díaz, como el de tantísimas mujeres y según ella misma reconoce, no comenzó el día en que su agresor estuvo a punto de acabar con su vida, sino que se remonta a toda una historia de poder en la que ella ha sido víctima, mientras que su victimario gozaba de la impunidad que por razón de sexo y también de clase le han otorgado siempre sus privilegios”, aseguraron.
Unos privilegios que, según denunciaron, “han llegado más lejos de lo que se esperaba”, ya que el juicio ha tardado más de tres años en tener fecha, mientras “el miserable está la calle”, lo que “ha impedido que ella pueda dejar atrás de una vez por todas su condición de víctima para empezar a recuperarse de forma eficaz”.
Entre las denuncias de las Feministas Bercianas también se encontró el hecho de que el Ministerio Fiscal “pide condenar a Pedro Muñoz solo por malos tratos y lesiones, justificando la propuesta por un supuesto arrepentimiento del susodicho que ni siquiera reconoce los hechos que se le imputa”. “Dice la Fiscalía que no hay motivo para condenarle por homicidio en grado de tentativa porque, tras haber apaleado a su víctima y haberla arrojado al vacío desde el balcón de su casa, el acusado llamó al 112. Considera, además, que el hecho de que lo hiciera tras dejarla agonizar durante casi una hora es irrelevante, igual que parece ser que en ese lapso de tiempo se encargase de asesorarse para buscar la mejor forma de librarse del crimen atroz que acababa de cometer”, expusieron.
Por todo ello, además de rechazar que “lo que se tenga en cuenta sea únicamente las agresiones y las lesiones”, las manifestantes se mostraron “de acuerdo con lo que reclaman las acusaciones particulares y la propia Raquel Díaz” al considerar que Muñoz “debe ser condenado por tentativa de asesinato, teniendo en cuenta el más que brutal y demostrado ensañamiento”. “¡Basta ya! Condenen a Pedro Muñoz por tentativa de asesinato de una maldita vez”, concluyeron.
“Aquí está tu trinchera”
Aproximadamente una hora después de que Pedro Muñoz atravesase, en su condición de libertad provisional, la puerta principal de la Audiencia Provincial de León, una furgoneta del Centro de Referencia Estatal Discapacidad y Dependencia de San Andrés del Rabanedo hizo su entrada en la plaza de San Isidoro de la capital leonesa.
Dentro de ella iba la víctima, Raquel Díaz, que declarará en calidad de testigo tras la intervención de su expareja en calidad de acusado. Mientras un acompañante ayudaba a Díaz a abandonar el vehículo en la silla de ruedas en la que está postrada desde los hechos ocurridos en mayo de 2020, las Feministas Bercianas le mostraban su apoyo con cánticos como “Raquel, guerrera, aquí está tu trinchera”, “Si tocan a una, nos tocan a todas” o “No queremos cuentos, queremos justicia”.
Relato de los hechos
La iniciada hoy es la primera de las seis sesiones que se celebrarán durante esta semana y el jueves de la próxima, en la que está prevista, además de la declaración del acusado y la víctima, la de un total de 41 testigos, entre ellos agentes de la Policía Local o de la Guardia Civil, así como de 20 peritos, entre ellos forenses psicólogos.
Todos ellos tratarán de dilucidar lo ocurrido el 27 de mayo de 2020, cuando en pleno confinamiento por la pandemia, la pareja, que compartía domicilio en su casa de Toreno (León), comenzó una discusión que acabó con Raquel Díaz con lesiones graves tras supuestamente ser arrojada por la terraza por el que era su marido. Según el relato de la mujer, tras lanzarla por la terraza, la arrastró hacia el salón, donde la golpeó con un palo.
Tras ese episodio, el Muñoz llamó al Servicio de Emergencias 1-1-2 de Castilla y León para solicitar ayuda para su mujer, respecto a la que aseguró que se había caído y que él la trasladó al interior de la vivienda mientras llegaban los servicios sanitarios. Días después fue detenido y, en su declaración ante el juez, aseguró que no había hecho nada a su mujer. El Juzgado de Instrucción número 5 de Ponferrada, con competencias en delitos de Violencia sobre la Mujer, ordenó entonces el ingreso en la cárcel de Muñoz, donde permaneció los dos años máximos de prisión preventiva estipulados por ley.