La Junta informó en la noche del miércoles de que los incendios de Castrillo de los Polvazares, en la comarca de Maragatería, municipio de Astorga, y El Villar de Santiago, en la comarca de Laciana, municipio de Villablino, ambos en la provincia de León, ya pasaron a nivel 0 de peligrosidad de Infocal.
El primero de ellos se originó a las 16.10 horas de la tarde del 19 de agosto en la localidad leonesa de Castrillo de los Polvazares, perteneciente al término municipal de Astorga, y alcanzó nivel 2 por su proximidad al municipio. Este fuego ha sido el más destructivo del verano, de momento, con unas 800 hectáreas arrasadas.
La Guardia Civil detuvo a última hora de la mañana de este martes en la localidad leonesa de Foncebadón, perteneciente al término municipal de Santa Colomba de Somoza, a un hombre de 33 años y nacionalidad extranjera que pasaba por la zona como peregrinos, como presunto autor del incendio forestal. El detenido como presunto autor de las llamas en Maragatería todavía permanece en dependencias de la Guardia Civil a la espera de ser puesto a disposición judicial.
En cuanto al segundo fuego, cabe recordar que la Junta de Castilla y León declaró el pasado día 19 un incendio forestal de nivel 1 en la localidad de Villablino (León), por posible afección a más de 30 hectáreas de arbolado y medidas de protección de bienes y personas, por la cercanía a El Villar de Santiago, según informó la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio. El incendio se originó sobre las 3.40 horas de la madrugada y hoy ha bajado a nivel 0.
Por el momento se desconocen las causas que han provocado el incendio, cuyas llamas afectan a zona arbolada y matorral, aunque el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, avanzó que todo apunta a que fue intencionado.
El delegado territorial de la Junta, Eduardo Diego, ha agradecido el trabajo de todos los operativos y la colaboración ciudadana en la lucha contra los incendios. Asimismo, ha puntualizado que “la reflexión que debemos hacer entre todos es que detrás de la mayoría de los incendios está la mano del hombre, con intención, con ganas de hacer daño y poniendo en peligro a la población y a los propios trabajadores que luchan contra el fuego. Por ello, hay que señalar, denunciar y perseguir este tipo de comportamientos”.