Esta noche podremos dormir una hora más debido al cambio de horario que se realiza cada último fin de semana de octubre. Los relojes se atrasarán una hora, es decir a las tres de la mañana del domingo serán las dos.
A partir del domingo los amaneceres serán más tardíos y las tardes más oscuras. Aunque el cambio de horario siempre es objeto de polémica, esto se estableció en su día para acomodar mejor el cuerpo a las horas de luz y, sobre todo, para minimizar el gasto energético.