León vuelve a salir a la calle pidiendo dimisiones por los incendios: “Las llamas no se apagan con promesas”
“La Junta nos quema” y “Las llamas no se apagan con promesas”. León clama contra las precarias condiciones en las que los bomberos forestales han tenido que luchar contra el fuego este verano y exige cambios estructurales en el operativo antiincendios, en una multitudinaria manifestación que ha llenado las calles de la capital de la provincia.
Bomberos forestales de Castilla y León y alrededor de dos mil personas han salido a protestar este sábado, secundando la convocatoria de la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León (ATIFCYL). La comitiva se congregó a las 13.00 horas en la Plaza de la Regla, frente a la Catedral de León, y desde ahí emprendió la marcha hacia la delegación territorial de la Junta en León.
La movilización llega tras una de las campañas de incendios más duras que se recuerdan en la Comunidad. Durante este mes de agosto, Castilla y León, especialmente León, como las vecinas Galicia y Extremadura, se ha visto golpeada por una oleada de incendios devastadora que ha puesto a prueba los recursos humanos y materiales del operativo, ha obligado a desalojar miles de personas de sus casas, ha arrasado más de 100.000 hectáreas, ha entrado en varios pueblos, ha afectado a Las Médulas, el hábitat del oso pardo y el urogallo y ha costado la vida a tres personas, dos voluntarios y un bombero forestal que trabajaban sin descanso para atajar las llamas.
Los trabajadores denuncian que se han visto obligados a enfrentarse a los peores incendios que recuerdan con equipos de protección limitados, uniformidad desigual entre compañeros y materiales claramente insuficientes. A ello se suma el desgaste físico y mental de jornadas interminables, muchas veces sin apenas tiempo de descanso, lo que ha incrementado el malestar en el colectivo.
Uno de los principales reclamos de ATIFCYL es la profesionalización del dispositivo de lucha contra incendios. Reclaman un operativo “cien por cien público, profesional y que opere durante todo el año”, frente a la situación actual en la que coexisten hasta tres convenios distintos para un mismo empleo, sin reconocimiento de la categoría de Bombero Forestal y con salarios mínimos condicionados por empresas privadas.
La asociación responsabiliza directamente a la Junta de Castilla y León de esta situación, a la que acusan de no haber sabido, ni querido, atender las demandas históricas de los trabajadores. Recuerdan que estas carencias no solo afectan a las condiciones laborales, sino también a la eficacia del operativo, con consecuencias directas sobre la protección de los montes y la seguridad de las poblaciones rurales.
La marcha de hoy en León, en la que han tomado parte no solo bomberos forestales sino también vecinos de la capital y del medio rural, organizaciones medioambientales, colectivos sociales y representantes de varios partidos políticos, sobre todo vinculados a la izquierda, ha sido el máximo ejemplo de unidad, protesta y esperanza en defensa de un operativo digno y de un mundo rural vivo.
Durante el recorrido se han escuchado aplausos de agradecimiento a los bomberos forestales por su trabajo, pitidos contra la gestión política de los incendios y misivas reclamando dimisiones, especialmente la del consejero de Medio Ambiente, el leonés Juan Carlos Suárez Quiñones.
La protesta ha finalizado pasadas las tres de la tarde frente a la delegación territorial de la Junta de Castilla y León en León, con una hoguera de protesta, la lectura de un manifiesto en el que se han vuelto a pedir responsabilidades políticas por la gestión de los incendios y un operativo estable durante todo el año con condiciones laborales dignas para sus miembros y se ha guardado un minuto de silencio en memoria de los tres fallecidos, dos voluntarios y un bombero forestal, mientras luchaban contra las llamas en distintos incendios de la provincia este verano.
