El punto negro peligroso de la intersección entre la carretera N-630 León-Benavente, cerca del polígono industrial de Onzonilla, y la carretera comarcal CL-622 que comunica la comarca del Páramo y La Bañeza, se convertirá en una amplia rotonda para facilitar el tráfico y evitar así el actual cambio de rasante de escasa visibilidad.
El Consejo de Gobierno de la Junta anunció hoy un paso adelante claro del proyecto, que fue anunciado por primera vez en septiembre de 2018 por el entonces consejero de Fomento, el leonés Juan Carlos Suárez-Quiñones, y que ahora por fin ha salido a licitación pública para su inminente contratación, por un valor de 646.076 euros. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que cuando se haya seleccionado la empresa que se haga con el concurso público y se firme el contrato, aún deben transcurrir seis meses de ejecución, aclaran fuentes del Gobierno autonómico en una nota de prensa.
Ese proyecto contempla con detalle la creación de una rotonda, de unos 23 metros de radio y dos carriles de 5 metros cada uno, que permita una mejor distribución del tráfico en esta conexión que tiene sus horas punta a mediodía y al final de la tarde, cuando registra una Intensidad Media Diaria (IMD) cercana a los 17.000 vehículos.
Asimismo, entre las actuaciones por realizarse también se adecuará al nuevo diseño de la intersección el drenaje de la calzada y el alumbrado existente y se considerará la reposición de mantenimiento de los servicios existentes, con especial atención a la infraestructura telefónica que discurre de forma paralela a los viales actuales.