La Junta de Castilla y León ha anunciado el cierre de más de un centenar de camas de los hospitales en la provincia de León este verano. El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, ha presentado esta semana el plan autonómico de “contingencia”, o lo que es lo mismo, de recortes de servicios del sistema público para los próximos meses. Un periodo en el que, por contra, se multiplica la población, sobre todo en las zonas rurales.
Sanidad cerrará en total 113 camas del Hospital de León (el 12,6%, de las 890 que tiene el centro sanitario) y 3 en el Hospital El Bierzo (de 395), porque son camas “funcionantes” pero “no utilizadas por disminución de la demanda”. En paralelo, compromete más de 300 contratos a sanitarios en el periodo estival, 68 profesionales de Atención Primaria (20 en El Bierzo y 48 en León) y 240 enfermeros y enfermeras entre las dos áreas sanitarias (200 en León y 40 en El Bierzo), eso sí, sin especificar número de horas de los mismos.
En total, el sistema público sanitario en Castilla y León contará con 459 camas menos en sus hospitales (un 7,2%), si bien se prevé la contratación de 455 enfermeros en Atención Primaria y 1.467 en los hospitales. Un “plan de contingencia” que costará 11 millones y medio de euros para Primaria y 17,6 millones para la atención hospitalaria, para cubrir las vacaciones y bajas de los profesionales y la reorganización de los médicos de Familia.
El desembolso será similar al de otros años, aunque en esta ocasión no se podrán contratar a los médicos que acaban su formación MIR, que está prevista para septiembre en lugar de junio.
El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, ha destacado, no obstante, que las camas que se cierren se podrán utilizar “cuando exista una necesidad o eventualidad y en cualquier momento”, porque el plan de recortes de servicios en verano, al igual que otros años, “busca garantizar la asistencia sanitaria, con la adopción de medidas”.
Transporte a la demanda
La directora general de Asistencia Sanitaria y Humanización, Silvia Fernández, aseguró que todos los centros de salud se mantendrán abiertos en verano al igual que los consultorios locales, con el plan de contingencia, pero que “cuando no se pueda garantizar” habrá transporte a la demanda, o lo que es lo mismo, traslado de pacientes para recibir atención sanitaria.
En el caso de los consultorios, tendrán la misma frecuencia de asistencia de personal sanitario, conforme a la orden de frecuentación en vigor. Cuando, “puntualmente o de forma sobrevenida” no se pueda garantizar, existirá un sistema de transporte a la demanda, que será organizado y gratuito para el paciente, al igual que en los dos últimos años. De esta manera, se permitirá su traslado al punto establecido o se atenderá en el domicilio.
En los centros de salud urbano, habrá medidas de organización funcional de la asistencia para garantizar que todos los pacientes sean atendidos en un plazo no inferior a 48 horas, que es el objetivo marcado por la Junta para 2024. Se incluyen las consultas de atención no demorable, consultas de atención compartida entre la enfermera y el médico y otras de actividad extraordinaria. “Se mantendrán las consultas de tarde, siempre que sea necesario para garantizar que la población es atendido en ese plazo”, añadió la directora general. En los centros semiurbanos o rurales, se adecuará la frecuencia de la asistencia al consultorio.
Además, las zonas que tengan mayor presión asistencial, por los desplazados que llegan a determinados pueblos en los meses de verano, se reforzarán con profesionales las consultas y los puntos de atención continuada (PAC).
En cuanto a la Atención Especializada, la Junta adaptará la estructura a la demanda existente durante el verano, siendo consciente que la actividad habitual disminuye, con menos ingresos y la disminución de la ocupación de camas. En este caso, ha sido posible ofrecer contratos a los médicos con especialidades de más de cuatro años, así como la contratación de 1.467 enfermeras para mantener la actividad ordinaria durante el periodo estival, hasta principios de octubre. “Hay recursos suficientes para mantener la asistencia en términos razonables, como los otros años”, sentenció Fernández.
En cuanto al reparto del personal de Enfermería, los hospitales más grandes son los que firmarán más contratos como Salamanca (231), León (200), Clínico de Valladolid (190) y Burgos (157), seguido de Segovia (155) y Río Hortega de Valladolid (117).
El consejero reconoció que la imposibilidad de contratar a los MIR que acaban su formación como médicos, que comenzaron unos meses más tardes en 2020 por la pandemia del COVID, supone un cambio respecto a otros años. En este sentido, precisó que Castilla y León, al igual que otras comunidades autónomas, no tiene competencias en la planificación de los recursos humanos del Sistema Nacional de Salud (SNS) ni de formación, que es algo que corresponde al Ministerio de Sanidad.
Vázquez denunció que la ministra Mónica García se lavó las manos en el último pleno del Consejo Interterritorial de Salud, que se celebró el pasado miércoles, con el problema de no poder contar con los MIR que acababan este año. Añadió que se limitó a pedir los planes de contingencia de cada comunidad. “No ejerce sus competencias de recursos humanos y formación pero se inmiscuye en las de las autonomías”, expuso. A su juicio, la ministra hace un uso “cínico” y “partidista” del Consejo Interterritorial, además de señalar que nada se sabe aún de las medidas que se podían tomar para paliar la falta de profesionales.