León suma otra mujer centenaria a su ya larga lista. En este caso se trata de María Asunción Carro Merayo, 'Chonita', como a ella le gusta que le llamen, que en esta redonda celebración se ha visto arropada por sus hijos en la residencia CleceVitam Otazu en su mismo barrio de León capital donde estaba su casa de siempre.
Nacida en Bembibre en el año 1925, su historia es la de una mujer fuerte, sensible y entrega a su vocación de maestra. Chonita creció en una familia sencilla y muy unida, junto a sus padres y dos hermanos. Su abuelo fue el primero en llevar el cine a su pueblo de la comarca de El Bierzo, algo que marcó su infancia. Pero pronto la marcaría, para mucho peor, la Guerra Civil, con la pérdida de su madre. Ante la imposibilidad de su padre de criar solo a tres hijos, ella fue acogida por sus tíos en Bilbao. Pero a pesar de los años viviendo en tierras vascas, ella nunca dejó de sentirse profundamente leonesa. Lo demuestra con orgullo cada vez que entona el himno de León.
Estudió magisterio y dedicó toda su vida profesional a la enseñanza, una vocación que siempre recuerda con orgullo y emoción. Como madre, formó una familia con tres hijos, Fernando, Víctor y Octavio Barriales Carro, que, aunque hoy viven fuera de León, mantienen un contacto cercano con ella y la visitan con frecuencia. Es también abuela de cuatro nietos y bisabuela de un niño.
Amante de la poesía, la lectura, el canto y la tranquilidad del día a día, que casi solo rompe para jugar a las cartas con sus amigos o sumarse a las actividades lúdicas organizadas en la residencia, la 'joven' Chonita disfruta del recogimiento en su habitación, a la que llama con cariño “su santuario”, acompañada por Mari Carmen, la persona que le cuida.
Hasta hace poco vivía en su piso de la calle Monasterio, gracias al apoyo que supone la ayuda del servicio domiciliario. Sin embargo, cuando abrió la residencia en su mismo barrio, pensó que allí estaría mejor atendida y acompañada. Su centenario no solo celebra el paso del tiempo, sino una vida bien vivida.