La joven de 18 años que fue detenida este martes tras encontrar muerto al bebé que había alumbrado horas antes en su vivienda de la localidad leonesa de Valencia de Don Juan ocultó su embarazo a su entorno y ni siquiera su madre, con la convivía, era conocedora de su estado.
Según han indicado a EFE fuentes de la investigación, los trabajos se están centrando en determinar si el bebé, que tenía unas 35 semanas de gestación, nació vivo o muerto, lo que incidirá de manera determinante en la situación procesal de la joven.
Vecinos de la localidad han confirmado a EFE que la joven estuvo el pasado fin de semana trabajando en un local de hostelería de la localidad sin que nadie se diera cuenta de su estado.
Según ha informado la Delegación del Gobierno, la noche del pasado lunes se inició el protocolo por ingreso de una mujer trasladada desde Valencia de Don Juan al Hospital de León en ambulancia con hemorragia compatible con un parto.
Hasta el centro sanitario de referencia provincial se desplazaron agentes de la Policía Nacional para tomar declaración a la joven y, seguidamente, a su localidad de residencia para efectuar las comprobaciones pertinentes.
En la vivienda de la joven en Valencia de don Juan fue localizado el recién nacido sin vida dentro de un armario por lo que se requirió la presencia de la Comisión Judicial.
Las diligencias fueron traspasadas por la Guardia Civil por competencia territorial y la Unidad Orgánica de Policía Judicial del instituto armado detuvo ayer a la joven, que en un primer momento negó los hechos, según han precisado a EFE fuentes de la investigación.
La joven permanece ingresada para recuperarse de la hemorragia que sufrió por lo que todavía no ha sido puesta a disposición judicial.