Investigan a un hombre de 78 años por conducir 20 kilómetros en sentido contrario por la autopista León-Asturias

Efectivos de la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de León investigan a un varón de 78 años de edad y con domicilio en la provincia como presunto autor de un delito de conducción temeraria después de que una patrulla lo interceptase después de recorrer 24 kilómetros de la autopista León-Asturias en sentido contrario. El presunto ‘kamikaze’ ya ha sido puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Villablino, junto a las diligencias instruidas.

Según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno en León, los hechos tuvieron lugar el día 16 de octubre pasadas las 22 horas de la noche. La Central Operativa de Tráfico (Cota) de la Guardia Civil de León recibió el aviso tanto del servicio de Emergencias 112 como de varios conductores que se cruzaron con el vehículo circulando en sentido contrario y movilizó a varias patrullas de la agrupación.

Una de esas patrullas se situó a la altura del ‘kamikaze’, en la misma vía pero en el sentido correcto, y circuló de ese modo a lo largo de varios kilómetros, mientras instaba al conductor a detenerse a un lado de la calzada mediante señales luminosas, acústicas y emitiendo mensajes de advertencia con el sistema de megafonía del vehículo oficial. Al mismo tiempo, otras patrullas retenían el tráfico y cortaban los accesos a la autovía desde varias carreteras de la provincia para evitar que los vehículos que circulaban correctamente se topasen con el ‘kamikaze’.

Dado que el conductor hizo caso omiso de las indicaciones de los agentes, éstos se tuvieron que adelantar hasta el siguiente acceso a la autovía para establecer un bloqueo en la calzada que impidiera posibles accidentes con los vehículos que circulaban en sentido correcto. De esta manera, consiguieron detener al conductor que circulaba en sentido contrario a la marcha.

Tras la puesta a disposición del acusado, fuentes de la investigación destacaron que conducir en sentido contrario aumenta exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro y la gravedad del accidente. Esta conducta al volante podría conllevar una sanción administrativa de hasta 500 euros, más la retirada de seis puntos del permiso de conducción. Penalmente, podría ser castigada con penas de prisión de seis meses a dos años y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo entre uno y seis años.