“Se hizo lo que humanamente se pudo hacer por los compañeros”

V. Silván/Ical

“Los que estábamos dentro hicimos lo que pudimos. Nosotros entramos e hicimos lo que humanamente se pudo hacer y algún compañero logró salvarse”. Así resume Manuel la trágica experiencia que vivió a primera hora de la tarde del lunes cuando se encontraba trabajando en la explotación minera en la que se produjo el trágico accidente que se saldó con seis muertos en el Pozo Emilio del Valle de la empresa Hullera Vasco-Leonesa.

Él, que vivió ayer su peores momentos en los 17 años de trabajo que acumula en la mina, evita contar -que no recordar- los dramáticos instantes vividos cuando se tuvo conocimiento de lo ocurrido y junto a otros compañeros acudió a intentar auxiliar a quienes se vieron directamente afectados por el escape de gas-. “Todavía estoy en una nube. Estoy intentando asimilar lo que ha ocurrido. Bastante desgracia tenemos nosotros con lo que nos pasó”, concluye porque su estado de ánimo le impide continuar.

Otros trabajadores de la empresa detallan que las víctimas mortales se vieron sorprendidas por la invasión del gas que, cuando se trata de una cantidad elevada, elimina la capacidad de reacción. El trágico suceso tuvo lugar sobre la una de la tarde, cuando un par de trabajadores habían salido a comer un bocadillo. “Cuando se produjo el golpe de gas ya habían inhalado y al ponerse los autorescatadores no pudieron llegar a socorrer a los otros”, explican.

“Vino otra gente de otras galerías, el primero que entró vio a un compañero que todavía tenía pulso y cuando lo estaba sacando encontró a otros dos compañeros tirados; tuvo que dejar a uno, recoger a otro... fue llegando gente, les sacaron a todos, intentaron reanimarles dentro y sólo se pudo reanimar a uno, que es el que está en estado más grave en el hospital”. Es la trágica crónica que hacen quienes encuentran fuerzas para narrar un momento que transcurrió rápido pero cuyas consecuencias serán muy duraderas.

Compañerismo

Juan Manuel Menéndez, de 42 años, es el herido que se encuentra en peor estado. Este martes se le recordó especialmente en la concentración celebrada en Pola de Gordón. “En la mina tu vida depende de tus compañeros y él está herido por intentar salvar a uno de ellos”, comentaron. “Esperamos que vaya saliendo adelante”, señalaron otros. Permanece ingresado en la UVI, sedado y con ventilación mecánica. Su estado es grave pero todos esperan que pueda sobrevivir a la tragedia.

Ese compañerismo que los mineros llevan a gala también se dejará sentir esta tarde en la capilla ardiente de José Luis Arias, el asturiano fallecido en el siniestro, a la que acudirán los trabajadores para mostrar su apoyo y solidaridad a sus seres queridos. Los otros cinco serán despedidos en Santa Lucía, junto a la montaña que también forma parte de los centros de trabajo de la mina que ayer se cobró seis víctimas mortales que, todos desean, sean las últimas de un sector que vive en la provincia leonesa una de sus peores crisis y uno de sus momentos más trágicos.