Ecologistas en Acción de León advierte que las plantas de hidrógeno y metanol proyectadas en La Robla, se ubicarían en terrenos inundables, según el Informe al estudio de impacto ambiental que, aseguran, la Junta de Castilla y León ha omitido en la información pública de la evaluación de impacto y autorización ambiental de ambos proyectos “para evitar el rechazo social”.
El pasado mes de septiembre la Junta declaraba favorables los informes de impacto ambiental de estos dos proyectos, enmarcados en 'La Robla Green' promovidos por el grupo empresarial Reolum, cuyo propietario es François Hubert Dumont Yann, exdirectivo de Forestalia.
Ambas plantas se ubicarían en una nueva área industrial cercana al Polígono El Crispín (en terrenos anteriormente ocupados por la térmica) de La Robla. Unos terrenos en los cauces del Río Bernesga y el Arroyo de Valdesaguas que, según el Informe al estudio de impacto ambiental que cita Ecologistas en Acción, serían inundables y, además, se encuentran sobre el acuífero del 'Tuerto-Esla', lo que implica una alta permeabilidad del terreno.
“El informe advierte que la legislación de aguas obliga, en la medida de lo posible, a construir fuera de terrenos inundables; y sitúa la práctica totalidad del complejo industrial en zona de policía de cauces, donde se requiere autorización de Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), quedando prohibida la ocupación de las zonas de servidumbre”, afirma Ecologistas en Acción.
Respecto a la alta permeabilidad del terreno, Ecologistas afirma que el informe da cuenta del elevado riesgo de contaminación del agua subterránea por fugas y filtraciones, “cuyo vertido al Bernesga, previa depuración y conducción a través de la red de saneamiento de La Robla y la depuradora municipal, tendrá que supervisar e informar favorablemente la CHD”.
Ecologistas argumenta que, a pesar de que La Robla Green contará con una depuradora de nueva construcción, para los 2 millones de metros cúbicos de aguas residuales anuales que se prevén, “no se se ha justificado que la red de saneamiento y la EDAR de La Robla tengan capacidad para recibir ese volumen de agua”.
“A tenor de la información sustancial que se ha ocultado en la evaluación de impacto del proyecto, Ecologistas en Acción considera que la Declaración de Impacto Ambiental favorable, publicada en el BOCYL el 18 de septiembre 2024, no debió otorgarse y dará lugar a una autorización ambiental nula de pleno derecho”, zanja el grupo ecologista.