El alcalde de León, el socialista José Antonio Diez, asegura “no entender” que se pretenda hablar en llionés en foros institucionales como el propio pleno del Ayuntamiento de León o el Congreso de los Diputados, a raíz de la novedad de que en la Cámara baja se aprobara la posibilidad de intervención en lenguas cooficiales o territoriales, en el caso de la lengua astur-leonesa sin posibilidad de traductor, como un paso adelante inicial a los futuros pactos de gobernabilidad de Pedro Sánchez.
Díez cree que hacerlo “no lo entendería yo ni lo entendería nadie”, al tiempo que se pregunta en realidad “¿quién lo habla? Imagino que los estudiosos del tema y algunas personas más, pero muy poquitas. Eso, para mí, son cuestiones estrambóticas que no ayudan ni favorecen el objetivo que perseguimos, que es tener un mayor autogobierno territorial”.
En el transcurso de una entrevista concedida a la Agencia Ical, el regidor aseguró entender “que el gallego, el vasco, el catalán, pues sí, porque son lenguas, lenguas oficiales, y puedo entender que hay exigencias en esos territorios. No me parece que eso nos fuera a hacer más importantes, ni más grandes, ni más merecedores de nada. Yo creo que son lenguas, evidentemente, que ya no se utilizan, que afortunadamente hay gente que las estudia, las mantiene y eso es muy importante, pero de ahí a querer que hablemos… no hagamos tampoco cosas que nos lleven al ridículo”, concluyó.
Diez prefiere centrarse en los “serios problemas territoriales” existentes en España y en lo que denomina “situación leonesa”, cuya reivindicación abanderó el pasado mandato al aprobarse en la capital la moción por una autonomía nueva y propia sin Castilla. “A León se nos debe abrir otra oportunidad para ser escuchados. Está claro que el modelo territorial del año 78-80 es un modelo bastante fracasado en general, y si algo se ve que está fracasado, que no funciona bien, no parece inteligente seguir manteniéndolo porque sí; habrá que hacer adaptaciones, modificaciones en ese modelo territorial y creo que ahí es donde se nos podría volver a abrir otra oportunidad constitucional justa, legal y deseada”, afirma.
En este sentido, aboga por hacerlo “siempre siendo pragmáticos, sin alharacas, desde el diálogo, el convencimiento, intentando hacer pedagogía en otras zonas, especialmente en Madrid, donde ven muy lejano todas estas cuestiones que nos pasan a nosotros, y esa es la manera de avanzar. Lo demás pues queda muy bien igual, pero tiene poca efectividad”.
Respecto a su se pueden esperar nuevos pasos en esa dirección, recordó que “hay unos pasos legales y constitucionales para poder constituir la comunidad autónoma, bien reglamentados en la propia Constitución y sus reglamentos. Si las Cortes de Castilla y León no lo avalan, si el Gobierno de España no lo avala, pues podemos decir lo que queramos”.
'Buen rollo' con la Junta
Mientras estos ocurre, o no, admite que “mi obligación como alcalde es mantener la mejor relación posible” con la actual Junta de Castilla y León, “y obtener los mayores réditos para la ciudad de León”. Y defiende que “deben ir mucho más allá, especialmente en el impulso de nuestro tejido económico e industrial, que se ha visto totalmente paralizado y abortado durante muchísimos años y por eso estamos en esta situación”.
“También abogo por esa descentralización que pedimos de otras administraciones. Creo que la Junta debe descentralizar muchísimo más que decir aquí está el Musac o el Procurador del Común. Hablamos de una descentralización que genere atracción de personas, de funcionarios, de familias, de trabajo, de un polo que dinamice”, añade, aunque pesimista: “Lo veo muy difícil, sinceramente, porque no veo voluntad ninguna de hacerlo”.
En este tipo de posturas, ante su imagen de 'verso suelto', el alcalde leonés cree que “no me pasa a mí, le pasa a muchos alcaldes”. “Los alcaldes somos dentro de los partidos a veces versos sueltos, porque estamos para defender por encima de todo los intereses de nuestros vecinos, aunque sean contradictorios a lo que prediquen nuestros partidos. Yo, evidentemente, lo he hecho y y en muchas ocasiones soy incómodo, incómodo realmente, pero también sé que, de manera general, se sienten muy orgullosos del alcalde de León”, concluye.
Cogobernar con UPL
Finalmente, respecto a su gobernabilidad socialista en minoría tras rechazar Unión del Pueblo Leonés (UPL) entrar a formar parte del equipo de Gobierno, el alcalde recuerda que UPL impuso “solo estarían dispuestos a gobernar con PP o PSOE a cambio de la Alcaldía y manifesté que en mi caso no habría esa opción”.
“Es cierto que he escuchado últimamente que desde el propio partido se vería con buenos ojos que por lo menos hubiera un intento de formar parte del equipo de gobierno municipal”, dice ahora, añadiendo que “nunca voy a estar cerrado a esa situación; porque creo que daría más estabilidad a la institución y porque los cuatro años anteriores, aún no formando parte del equipo de gobierno, ha habido muy buena sintonía”. “Pero también es cierto que la situación no es exactamente la misma que la del 28 de mayo. He tenido que formar un gobierno, organizar las áreas de gestión y, por tanto, tendríamos que sentarnos y hablar pero, evidentemente, las condiciones no pueden ser las mismas. En cualquier caso, estoy abierto y es una opción, cómo no. Una buena opción”, zanja.