El copago farmacéutico entra en vigor este domingo, 1 de julio, por el que los 140.000 pensionistas leoneses tendrán que pagar un 10% del precio de sus medicinas cuando hasta ahora las adquirían de manera gratuita. Por su parte, los trabajadores activos abonarán un porcentaje que irá en función de sus ingresos.
Se establecen tres grupos: menos de 18.000 euros, más de 18.000 euros y más de 100.000 euros al año. Las rentas superiores a los 100.000 euros anuales pagarán el 60 por ciento del precio de la receta. Los pensionistas que superen esta cantidad anual también pagarán el 60% del total, con un máximo de 60 euros al mes.
Las rentas inferiores que determinan la obligatoriedad de hacer la declaración de la renta (18.000 euros) seguirán pagando el 40% del precio de la receta, como hasta ahora, con un máximo de 8 euros al mes.
Los perceptores de pensiones no contributivas y los parados de larga duración no pagarán nada por los medicamentos.
La medida forma parte de la reforma sanitaria impulsada el pasado mes de abril por la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, quien manifestó que es “justa y equitativa”. El objetivo del Ministerio es ahorrar 551 millones de euros anuales.
En Castilla y León, donde gobierna también el PP, la medida no ha contado con la oposición de la Junta, como sí ha ocurrido en Andalucía, Cataluña o País Vasco.