Este lunes comenzará la segunda semana de huelga de basuras en la provincia leonesa después del fracaso de la reunión negociadora celebrada en la tarde y noche de este sábado entre la UTE Legio VII, los trabajadores y el consorcio Gersul, que preside la Diputación de León. Tres horas de encuentro no sirvieron para resolver el escollo que hace, de momento, inviable llegar a un acuerdo después de que la plantilla rechazase en las asambleas celebradas el sábado la propuesta consensuada horas antes y que hace alusión a la garantía del empleo y la estabilidad de la plantilla.
Los representantes de los trabajadores creen que la situación es ahora más complicada y el distanciamiento entre las partes mayor, dado que la empresa no parece dispuesta a mantener la cláusula del fomento de la estabilidad y el empleo que la plantilla ve como irrenunciable. “Se va a enquistar y a radicalizar”, señalaron a Ical fuentes sindicales que matizan que están dispuestos a hablar permanentemente pero recuerdan que tienen el mandato de las asambleas de no ceder en ese punto. Además, consideran desproporcionados los servicios mínimos establecidos en un tercio de la actividad.
Las consencuencias del paro que llevan a cabo los trabajadores del Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de San Román de la Vega, único donde se recogen los desechos de la provincia, y en sus plantas de tranferencia, se deja notar ya en distintas localidades. En la capital leonesa, los contenedores quedaron repletos hace días y están rodeados de montañas de bolsas de basura que con el aumento de las temperaturas ya dejan un mal olor permanente en sus respectivas ubicaciones.
El preacuerdo alcanzado el viernes por la noche y que ahora es papel mojado implicaba la retirada de los expedientes abiertos que prevén el cierre de dos plantas de transferencia y sentaría las bases para elaborar un convenio laboral para los próximos cuatro años, además de mantener las condiciones económicas y de jornada de los trabajadores.