Es uno de los mejores institutos de la historia educativa de la ciudad, el Juan del Enzina, uno de los pocos en toda España donde se probó el Bachillerato Experimental que dio lugar a la LOGSE que sustituó al BUP (Bachillerato Unificado Polivalente). Y cumple este año su cincuenta aniversario en el edificio actual de Ramón y Cajal, tras sustituir un hermoso edificio (véase la foto del final del artículo) de fábrica similar al Palacio de Correos en Madrid, el actual Ayuntamiento de la capital española.
Una decisión que a día de hoy causa enorme polémica, una vez comparados los dos estilos, uno monumental modernista según algunos arquitectos (y ecléctico según los historiadores del Arte), el del arquitecto José Luis de Oriol y Urigüen (el Oriol que financió el Talgo), que se terminó en 1915; y otro, el de arquitectura contemporánea que le dio funcionalidad educativa desde 1968 pero supuso un tremendo cambio en la fisionomía del centro de la ciudad.
Un edificio, el actual, que además tiene anécdota. Cuenta su director, Antonio Perandones, que “se dice y se comenta”, que como había dinero para construirlo (junto con el Padre Isla, que es de similar factura arquitectónica, y que precisamente ocupaba el edificio anterior al actual antes de ser trasladado al Paseo de la Facultad) se trajeron los mismos planos que un instituto de Andalucía, que se ejecutaron exactamente igual, sin un sólo cambio.
Por ello, extrañamente, el Juan del Enzina tuvo durante sus primeros 16 años de historia en el nuevo imueble una pequeña piscina que nunca se llegó a usar, puesto que los meses que en León hacía calor (junio, julio y agosto) no solía haber clase. León y Andalucía son bien diferentes en temperatura y lo que era lógico en la región del Sur de España era absurdo en la leonesa. La piscina se cegó en 1985 y años después, con la ampliación del gimnasio por parte de la arquitecta Belén Martín-Granizo, desapareció todo rastro. Aunque Martín-Granizo —que fue concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de León y ganó el Premio de Arquitectura de Castilla y Leon en 2004 por ese reconocido y alabado gimnasio— desmiente la, si eso, divertida y curiosa historia de los planos 'andaluces': en realidad el proyecto del nuevo edificio lo hizo su padre.
Con ese nombre desde 1947, pero en el edificio del Legio
La historia del Juan del Enzina, con ese nombre, sin embargo, empezó en 1947 en las abandonadas instalaciones de Veterinaria que (estuvo instalada allí desde 1859) en el que es hoy el Instituto Legio VII en la plaza de Santo Martino. Un inmueble con mucha historia detrás también, ya que fue el hospital de San Froilán para peregrinos, dependiente de la abadía de San Isidoro, luego convento franciscano y más tarde Liceo Cultural.
Cuenta también el director Perandones, que otra de las anécdotas de este instituto —que fue femenino hasta la primera entrada de chicos entre 1983 y 1984 en el que ya se convirtió en mixto— es que no iba a estar destinado al centro actual de Ramón y Cajal, “pero los profesores, que tenían mucha mano porque era un centro de élite, forzaron el traslado con su peso profesional”.
Es el Juan del Enzina un instituto que ha sufrido varios cambios desde la inauguración de las obras en 1970 (aunque hubo alumnas desde 1968 antes de que hubiera estado terminado, según cuentan en su propia página web), con la instalación de un ascensor en la torre que los alumnos llamaban 'palomar' o 'pajarera' (donde se dieron las primeras clases de informática) y la ampliación hacia el patio de una nueva ala; más el nuevo gimnasio, que aumentó notablemente los metros del pequeño y desvencijado anterior.
En una reciente visita de los alumnos que hace treinta años que abandonaron el Instituto (en 1988), los mismos pudieron comprobar cómo los materiales de los laboratorios de Física y Química que allí se conservan eran propios de un centro que dispuso de mucho dinero para su 'rearranque' hace cincuenta años. Y que algunas clases todavía conservan la esencia de hace tres decenios, con las mismas tarimas y las mismas mesas; que aún soportan el paso del tiempo.
Alumnos que han terminado llegando a altas cotas de profesionalidad, como un ingeniero de telecomunicaciones hoy directivo de Telefónica, otra directiva de Radio León junto a dos periodistas más (una que trabajó en ABC y El Comercio de Gijón y otro actualmente en la redacción de iLEÓN), un profesor de Historia del Arte de la Universidad de León, ingenieros industriales y arquitectas, una médico oncóloga en la Clínica Internacional Ruber, un policía nacional, una galerista de arte; entre otros muchos como profesores de Instituto (una de ellos en Legio, el antiguo Juan del Enzina) y de informática en la Universidad de Valladolid y varios informáticos en empresas de alto nivel, incluso viviendo en California. Un centro, como se ve, que ha dado mucho que hablar por su excelencia educativa en toda España y que ha formado alumnos de muy alto nivel, y que hoy en día imparte el Bachillerato de Excelencia.
Sin olvidar que es el único en la capital leonesa en el que se estudia el 'Bachillerato Nocturno' desde hace más de esos treinta años en el que llegó la primera promoción oficial mixta —aunque el año anterior de 1983 entraran algunos pocos alumnos masculinos— en la que en las clases, de unos 40-45 alumnos entonces (y ocho hasta la letra H, pasando de trescientos por curso) sólo había cinco o seis chicos por aula.
¿Por qué se llama Juan del Enzina?
El Instituto de Secundaria que cumple 50 años en su 'nuevo' inmueble pretende homenajear a uno de los más importantes músicos de finales de la Edad Media y el paso de la Edad Moderna de España. Juan del Enzina pudo nacer en Fermoselle (Zamora) o en Salamanca, no se sabe muy bien el lugar, pero desde luego fue leonés, y canónigo de la Catedral Legionense que aún conserva en su archivo muchas partituras suyas.
Además, es considerado el iniciador y patriarca del teatro español y se fecha la Navidad de 1492 el comienzo del mismo, “cuando representó ante los duques de Alba dos églogas teatrales en que unos pastores anuncian el nacimiento de Cristo”, según la Wikipedia.
Dice esta enciclopedia colaborativa que “fue un poeta, músico y autor teatral del Prerrenacimiento español en la época de los Reyes Católicos. Se le considera, junto al guipuzcoano Juan de Anchieta, como uno de los mayores exponentes de la polifonía religiosa y profana en España de finales del siglo XV y principios del XVI. Alcanzó gran altura lírica en sus glosas y villancicos a los que se le atribuye su invención”.
Uno de los antiguos estudiantes de la visita de los que hace treinta años salieron hacia la Universidad, el profesor de Historia del Arte de la Universidad de León, César García Álvarez, es, precisamente, un estudioso desde que llegó al centro de la música de este compositor considerado como uno de los más importantes e influyentes no sólo en la historia de España sino de la Música mundial, sobre todo por la época de la que se conservan sus composiciones, de las que no hay muchas en el planeta.
Y es Juan del Enzina, no Juan de la Encina, como se comete el error habitualmente. Él mismo firmaba así, “Del Enzina”, como se puede comprobar con su propia grafía en sus escritos que se custodian en la 'Pulchra Leonina'
Eso sí, es imposible abstraerse de la gran polémica que supone ver la fotografía del antiguo Instituto General y Técnico y la comparación con un edificio de arquitectura contemporánea a cualquier leonés. Sólo hay que verla aquí abajo y opinar sobre ello. Hace 52 años que lo tiraron y 50 que lo sustituyeron por el que se vé en la actualidad en el centro de León. Justo debajo se pueden dejar comentarios. No sean muy duros, que al menos los profesores que han ocupado el 'nuevo' inmueble durante medio siglo han educado excepcionalmente a sus alumnos; y ha cumplido su función principal con sobresalientes resultados.