Otro año de desastre para la provincia de León. El crecimiento vegetativo, es decir, la diferencia entre nacimientos y muertes se triplicó en León en el pasado año 2022, haciendo que la provincia leonesa perdiera en la diferencia provincia casi 4.500 personas y situándola con esta cifra en prácticamente el doble de las siguientes peores provincias de la Comunidad, la cual, por cierto, ya presenta el segundo peor saldo vegetativo de España sólo detrás de Galicia.
Los datos los recoge hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su estudio sobre ‘Movimiento Natural de Población. Indicadores Demográficos Básicos’ para todo el pasado ejercicio, donde se constata el ritmo del desastre demográfico leonés. El saldo vegetativo de la provincia se elevó a un montante negativo de 4.492 personas, la diferencia entre uno de los peores datos de nacimientos (2.159 bebés, con una caída del 6,2%) y uno de los mayores de defuncio nes (6.651, un incremento del 6,9%). Ese saldo vegetativo de 4.492 personas menos es prácticamente el doble que la siguiente provincia de la Comunidad, la de Salamamca, con -2.657.
La tasa porcentual de natalidad leonesa se desplomó hasta un 4,81%, siendo a nivel nacional sólo superada por otras tres provincias y todas ellas del noroeste del país: Zamora con un 4,25, Orense con 4,41% y Asturias muy cerca de León con un 4,72%.
La estadística oficial hace que se dé la circunstancia de que Castilla y León haya sido la única autonomía donde crecieron los nacimientos en el pasado año, un total de 13.135, todo un 40% más 40 más que en 2021 y un 0,31% de avance, pero este buen dato se diluye por el elevado envejecimiento poblacional: la Comunidad sufrió 31.017 fallecimientos, un 5,9% más de media que el año anterior, frente a una subida en España del 3%. Por eso, el saldo vegetativo fue negativo en 17.882 personas, lo que la sitúa como la segunda autonomía con peor comportamiento, solo por detrás de Galicia, que contabilizó 20.501 muertes más que nacimientos.
Los datos de mortalidad sitúan a Castilla y León, como recogió Ical, como la segunda autonomía con mayor tasa bruta, con 13 defunciones cada 1.000 habitantes, sólo por debajo de los 13,9 de la autonomía asturiana, y muy por encima d ellos 9,7 de la media en España.
Datos provincia a provincia
Por provincias, los nacimientos descendieron más en León (2.159), un 6,2%, y también bajaron en Segovia (930), un 3,8%; y en Salamanca (1.745), un 0,5%. Por el contrario, se elevaron en Valladolid (3.152), un 4,4%; en Ávila (906), un 3, %; en Palencia (858), un 2,1%; en Burgos (2.134), un 1,8%; en Soria (540), un 1,3%; y Zamora (711), un 0,3%.
En cuanto a las defunciones, bajaron sólo en Palencia (2.248), un 0,8%; y aumentaron más en Salamanca (4.402), 10,2%; Zamora (2.819), 8,8%; Burgos (4.252), 7,3%; Ávila (2.212), 7,1%; León (6.651), 6,9%; Soria (1.235), 4,3%; Segovia (1.742), 3,8%; y Valladolid (5.450), 2,3%.
Matrimonios
Por otra parte, el estudio del INE también ofrece datos sobre los matrimonios celebrados en Castilla y León en 2022, cuando se unieron 7.281 parejas, con un aumento respecto a 2021, del 17,8%. La inmensa mayoría de los matrimonios se firmaron por lo civil, 5.707, frente a los 1.574 religiosos. La edad medio siguió creciendo hasta los 37,63 años, frente a los 37,29 del año anterior.
El grueso de los matrimonios se produjo entre parejas de distinto sexo, 7.128, que aumentaron un 17,5 %. Asimismo, se registraron 65 matrimonios entre hombres, frente a los 49 de 2021; y 88 entre mujeres, cuando un año antes fueron 62.
Un análisis provincial indica asimismo, que las uniones matrimoniales crecieron en todas las provincias, en Valladolid (1.7849, un 26%; en Salamanca (947), un 25,1%; en Segovia (501), y Zamora (434), un 21,6%, en ambos casos; en Ávila (443), un 14,8%; en Soria (276), un 14%; en Palencia (464), un 12,6%; en Burgos (1.072), un 11,1%; y en León (1.360), un 10,4%, que se lleva el peor dato de incremento también.