El alcalde de León considera que los 500.000 euros que el Ayuntamiento aportó para el Museo de Semana Santa de la ciudad, que se encuentra prácticamente desierto, “han merecido la pena”, aunque a la vez reconoce la existencia de deficiencias en el edificio para exponer diferentes tallas y pasos.
El Museo Diocesano acoge a día de hoy una quincena de paneles y un solo paso de Semana Santa, ahora y durante la mayor parte del año, salvo algunas celebraciones que nada tienen que ver con esta festividad. Durante sus tres años de vida ha acogido entregas de premios y eventos de medios de comunicación, cócteles y vinos españoles de congresos, eventos de comercio electrónico, la festividad nacional de la Guardia Civil (con polémica histórica también de calado nacional incluida) e incluso un lujoso cumpleaños privado de un empresario de la ciudad, como ha podido contrastar ILEÓN.
Diez pide paciencia para que este museo “se ponga en marcha”, aunque su inauguración oficial fue en julio de 2020, hace ya tres años. Al mismo tiempo, reconoce que el motivo por el que el Museo se encuentra prácticamente desierto son las “deficiencias que dificultan la exposición de las tallas y pasos de mucho valor”. Se refiere a la cúpula de cristal que cierra el claustro, que ahora sirve de sala central para el Museo, que impide la exposición de las figuras porque la luz solar podría llegar a dañarlas.
Con todo, el alcalde afirma que la inversión es relevante y que es cuestión de tiempo que el museo sea un éxito: “Es una inversión importante, que aportará a la ciudad y en la que han contribuido todas las administraciones”, ya que además del Consistorio, la Diputación y la Junta de Castilla y León. “Es cuestión de tiempo que ese museo sea un éxito y un punto de atracción turístico muy importante para la ciudad”, zanja.