León es un auténtico santuario para una especie que aquí se conoce a la perfección pero apenas en el resto de España y mucho menos en Europa. De hecho, la provincia de León cuenta con 1.720 parejas reproductoras de graja de la población total de 1.728 existentes en toda España, mientras que las ocho restantes se encuentran en la ciudad de Figueras, en Girona. En Europa no abundan, ya que sólo anidan en la Península Ibérica.
Así se desprende de la la última monografía de Ciencia Ciudadana de SEO/BirdLife titulada 'La graja en España. Población reproductora en 2021 y método de censo', que recoge que en el caso de la provincia leonesa estos ejemplares se concentran principalmente en algunas localidades del páramo leonés y en el entorno de las ciudades de La Bañeza y León, a pesar de que en el pasado ocuparon otras comarcas como la Ribera del Órbigo, el Páramo Leonés, la Vega del Esla, El Payuelo, Tierras de León y Tierra de Campos.
Según este estudio, se han registrado continuas fluctuaciones en la dinámica poblacional de la especie a causa de la pérdida de lugares de nidificación debido a la tala de las arboledas que albergan las colonias de reproducción al finalizar los turnos de aprovechamiento maderero de las plantaciones de chopos.
Pagan la escasez de arboledas
Una muestra llevada a cabo en 127 emplazamientos históricos analizados confirmó que la causa de la desaparición de las arboledas es el factor que ha hecho que desaparezcan las grajas en 54 colonias. En general, la tala se llevó a cabo para aprovechamiento maderero, aunque hubo otras causas como la poda de los árboles en un parque de la ciudad de León o la corta de un enorme chopo que albergaba una colonia en un solar de La Bañeza, donde poco después se construyó un bloque de viviendas.
En el primer caso, Ecologistas en Acción puso la voz de alarma, sin ningún éxito para detener la situación ante la actuación del anterior equipo de Gobierno del Partido Popular.
La situación actual de la graja, con una distribución geográfica que ocupa 357 kilómetros cuadrados y con una población que varía en torno a las 1.000 y 2.000 parejas concentradas en un número de localidades inferior a cinco, se considera que la especie está en la categoría de 'En Peligro', según los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
La graja tiene una población mundial estimada en 54 y 94, 9 millones de ejemplares, aunque recientemente ha pasado a estar catalogada como Vulnerable a nivel europeo por la UICN debido a la fuerte reducción de su tamaño poblacional en gran parte de su área distribución europea por “la persecución que sufre esta especie y a la desaparición continua de colonias”. En Europa, la población reproductora supera los diez millones de parejas y hay varios países donde crían más de un millón de individuos.
“Debido al valor ecológico de la población leonesa, su rareza en la península ibérica, y su singularidad genética a nivel global”, SEO/BirdLife considera que “sería recomendable” incluir a la graja en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, con la categoría de En Peligro de Extinción para dotar a la especie con una figura de protección en la normativa estatal, lo que supondría “una protección adecuada y efectiva de las arboledas que albergan colonias durante la época de reproducción, asegurando que el desarrollo urbanístico, perturbaciones y molestias no afecten a su dinámica poblacional y su área de distribución”.