Villamor de Riello, la despedida alegre de un bar que ha puesto comida y cultura en los platos de Omaña

Riello se quedará sin uno de sus puntales hosteleros, el bar y restaurante Villamor de Riello, que cerrará sus puertas a principios de año tras más de una década del renacer del local. Corría el año 2013 cuando Juan José y Mar optaron por reabrir un local hostelero que llevaba por entonces más de tres décadas cerrado y que abrió en la década de los 50 ya como Bar Villamor.

Era la nueva vida a un bar de siempre. Renacía entonces el local, con un logotipo diseñado por el fallecido dibujante Lolo, pensando en la buena mesa y también en llenar de actividades culturales sus mesas y patio, como han hecho en esta década.

Las razones del cierre se deben al mercado inmobiliario, ya que la venta de la propiedad del local imposibilita la continuidad del negocio. Ahora el bar que tuvo la primera cafetera exprés de la comarca de Omaña volverá a quedar vacío. Pero sus propietarios no quieren que sea un adiós triste, sino una “despedida alegre”.

Porque reconocen que se llevan mucho de estos años, “Tantos momentos de alegría vividos con vosotros, tantas conversaciones, celebraciones, sobremesas, risas, encuentros, bailes, disfraces, tantas personas queridas… tanto apoyo”.

La última Navidad en Villamor será sobre todo el momento para una despedida que merece ser vivida, señala Mar, que ante la situación asegura que “tristezas las justas” para agradecer todo el apoyo surgido desde el anuncio de su cierro. Su recuerdo fundamental es haber servido de punto de referencia y reunión para los vecinos y vecinas de la zona, además de visitantes.

El 29 de diciembre habrá una Fiesta de Navidad muy especial, una velada con canciones, bailes y premios a partir de las 21 horas para festejar todos estos años de punto de encuentro de vecinos de la comarca de Omaña. La música en directo correrá a cargo de un clásico de la casa, el cantautor portugués-leonés Luis Pedreira.

Todavía hay tiempo para ir a Villamor y tomar un café, degustar una buena comida casera o intentar participar en sus animadas partidas. Para que la memoria no olvide los buenos momentos que se pueden vivir en un bar ya que, como resalta Mar, “Si abrimos con alegría no podemos terminar de otra manera”.