Así sabe el esfuerzo y el éxito a miles de kilómetros de casa: La aventura emprender en un pueblo de León

Abandonar el país de origen en busca de un futuro mejor es una decisión que conlleva una mezcla de valentía, esperanza y un fuerte deseo o necesidad de cambio. Muchos eligen grandes ciudades, atraídos por la promesa de oportunidades laborales y una vida, en principio, más dinámica. Sin embargo, cada vez más personas descubren que los pueblos pueden ofrecer una calidad de vida inigualable, con un entorno más tranquilo y una comunidad acogedora.

En la provincia de León, estos pueblos se convierten en refugios perfectos para quienes buscan una nueva vida, lejos del bullicio urbano, pero con el encanto y las posibilidades de un lugar que aún conserva sus tradiciones y su esencia natural. Y son cada vez más numerosos los ejemplos de personas, de parejas o de familias que se han lanzado a esta nueva aventura de emprendimiento, especialmente en algunas cabeceras de comarca. Curiosamente, muchos de estos casos se han decantado por poner en marcha establecimientos comerciales aprovechando los mejores sabores de su tierra de origen.

Lo de Flor

El 11 de octubre se celebra el Día Internacional del Dulce de Leche, dedicado a uno de los productos lácteos más deliciosos y populares del mundo. Esta efeméride fue creada en 1998 por el Centro Argentino de Promoción del Dulce de Leche y Afines para reconocer este manjar como Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico en países como Argentina y Uruguay.

¿Y qué pasó el 11 de octubre de 2023? Pues que Villablino dio la bienvenida a una novedosa y exótica propuesta gastronómica que no solo trajo dulzura, sino también una historia de valentía y aventura. Florencia Riccetto y Ricardo Bartorell Zavala, un matrimonio uruguayo con siete hijos, decidieron emprender y abrir una cafetería en este valle leonés. Su historia es un ejemplo inspirador de cómo el espíritu emprendedor puede florecer en lugares inesperados, enriqueciendo tanto a las familias como a la comunidad que los acoge.

Florencia y Ricardo siempre habían tenido el deseo de trasladarse de Uruguay. “Hace tiempo que teníamos ganas de irnos de allá, por un tema de seguridad sobre todo”, comenta Florencia. España era su destino predilecto, no sólo por el idioma, sino también por el entorno que consideraban propicio para criar a sus hijos pequeños. “Nos gusta más el norte, porque es más parecido por lo verde a lo que es Uruguay”, añade. A través de la plataforma ‘Vente a Vivir un Pueblo’, descubrieron varias localidades en España que podrían convertirse en su nuevo hogar. De todos los lugares que visitaron, Villablino destacó por su belleza y las oportunidades que ofrecía. “Fue el único pueblo que vimos en toda Castilla y León”, recuerda ella.

"La verdad que a la gente le ha encantado"

La vida laboral de Florencia y Ricardo en Uruguay estaba lejos de la repostería. Ricardo trabajaba como importador y siempre estuvo involucrado en el comercio y los negocios. Florencia, por su parte, era diseñadora industrial y también había trabajado en el área bancaria y en comercio exterior. “Nada que ver con esto, pero siempre fue mi sueño”, confiesa Florencia, refiriéndose a su pasión por la repostería. Su decisión de abrir una cafetería en Villablino fue impulsada por la falta de una pastelería en el pueblo y el cálido recibimiento. “Nos recibieron muy bien en el ayuntamiento y sabíamos que la pastelería anterior había cerrado”, explica Florencia. Con esta oportunidad en mente, decidieron arriesgarse y emprender un nuevo camino.

La inauguración de su cafetería coincidió con uno de los días más concurridos de Villablino, el 12 de octubre, durante la Feriona. “Fue una locura total porque es el día que más gente viene a Villablino”, recuerdan. A pesar de no tener experiencia en el negocio de la hostelería, pusieron todo su esfuerzo y dedicación para ofrecer productos caseros y auténticos que pronto se ganaron el corazón y el paladar de los locales.

La oferta de la cafetería es una fusión de sabores uruguayos y tradicionales leoneses. “Estamos trabajando mucho el dulce de leche, que no es típico acá”, dice Florencia. Entre sus especialidades se encuentran los alfajores, la tarta de coco y dulce de leche, y las empanadillas, todas hechas de manera artesanal. Y “la verdad que a la gente le ha encantado”.

Pero la visión de Florencia y Ricardo va más allá de la cafetería. Han adquirido una finca en la que planean abrir una parrilla al estilo uruguayo, llevando más de su cultura y sabores a Villablino. Además, tienen ambiciosos planes para generar empleo en el valle, incluyendo la creación de una envasadora y distribuidora de agua, la mítica marca Anaical ('Laciana' al revés) que triunfó junto a algunas otras en el siglo XX con sus refrescos. “Además, estamos comprometidos con los proyectos locales que buscan la sostenibilidad en el turismo en el Valle de Laciana y estado involucrados en varias iniciativas para revitalizar la zona”, asegura Ricardo.

En menos de un año, han logrado convertirse en una parte esencial de la comunidad de Villablino, aportando no sólo nuevos sabores, sino también un impulso renovado al espíritu emprendedor del pueblo.

Fungi Set Setas y Hongos

Vera Alekseeva Stoyanova y Blagoy Stoilov Dimitrov, es una pareja búlgara que llevan 22 años en España. “Decidimos venir en España para buscar una nueva vida. Éramos jóvenes y teníamos famililla en Boñar, así que nos hemos quedado aquí, donde hemos criado a nuestros tres hijos”, comentan. Y no es de extrañar que no se hayan querido mover del pueblo, ya que para ellos es un lugar precioso, donde se vive tranquilo, estas entre la montaña y respiras aire fresco. “Hemos viajado en España mucho, pero la tranquilidad que hay en León no lo hay en otro sitio”, aseguran.

Una vez asentados, fue cuando la oportunidad de negocio surgió sin planearlo y gracias a su pación por el mundo de la micología. “En nuestro país tenemos mucha cultura de recoger setas. Cuando llegamos aquí, lo echábamos mucho de menos cuando venia el otoño o la primavera. Hasta que descubrimos que León es una tierra muy rica de esos tesoros. Aquí podemos encontrar muchas especies de setas comestibles, como: los boletus, níscalos, la seta de san Jorge...”, comentan emocionados.

Durante los primeros años recogían y vendían setas al tiempo que querían emprender. Después, empezaron a trabajar como intermediarios en un fabrica y así “pudimos aprender a clasificar una seta si es comestible o no , de que familia pertenecen, etc”. Hasta que dieron un paso más para no depender del tiempo y como si llueve hay setas pero cuando no llueve no hay, han investigado cómo pueden producir sus propia seta.

“El inicio fue muy duro para llegar a saber cómo crear una granja de setas, teniendo en cuenta las necesidades de cada tipo en un lugar como León. Hemos apostado por la variedad de Shiitake, porque es una seta con muchas propiedades medicinales. Ahora tenemos nuestra propia empresa que se llama 'Fungi Set setas y hongos'. En ella cultivamos y comerciamos setas de cultivo y silvestres, cuando la temporada lo permite”, detallan el proceso de su emprendimiento.

Un proyecto que está echando buenas raíces porque en la Feria de los Productos de León que organiza cada año la Diputación han recibido el premio de la innovación de León y el Ayuntamiento de Boñar les otorgó el trofeo de 'Sabor a Boñar', un reconocimiento por el labor de la empresa en la zona, además de que un medio digital les ha nombrado 'Emprendedores del 2024'.

“Así que creemos que los leoneses nos han acogido bien, ya somos uno de ellos... aunque no podemos ocultar que echamos mucho de menos nuestra tierra, los raíces son raíces y nunca nos olvidamos de ellos. La nostalgia siempre esta, pero nos vamos de vacaciones a Bulgaria. Aquí en León estamos mucho a gusto”, afirman sin miedo a equivocarse.

Luis de Sahagún

Otro caso llamativo es el de Nicolás Gabriel Chamaidan Yagual que se vino hace 24 años desde Ecuador porque su hermana Bella, que ya vivía en Sahagún, le dio que era muy bonito. Gabriel reconoce que no vino con la idea de montar un restaurante, “fue surgiendo y vimos la oportunidad”. El restaurante se caracteriza por su dedicación a los guisos típicos de Castilla y León, además de carne a la brasa y pescados que traen directos de puerto. “Tenemos menú del día y un estupendo menú de fin de semana”, destaca el dueño.

Gabriel con mucho trabajo y esfuerzo se ha labrado un nombre y un futuro en la provincia, pero parte de su éxito ha sido gracias al recibimiento de los leoneses. “Uno no es de donde nace, sino de donde crece. Llegue muy joven a este país, y la ciudad de León me ha acogido excelentemente. Mis raíces ya están plantadas aquí y estoy muy contento”, asegura el hostelero ecuatoriano.

Las aventuras de estas familias son un recordatorio de que, con pasión y determinación, es posible construir un futuro prometedor, sin importar a qué distancia estemos de nuestro lugar de origen. Y los núcleos rurales son excelentes para enrazar una nueva vida y un nuevo negocio.