El 29 de abril se viste de gala en León y no es para menos. Esta fecha, marcada en el calendario como el Día Internacional de la Danza, se convierte en una invitación abierta a celebrar la diversidad, el talento y la pasión que envuelven esta forma de arte tan ancestral como innovadora. La efeméride, establecida por la UNESCO en 1982, no sólo busca honrar esta disciplina artística, sino también destacar su importancia como medio de expresión y comunicación más allá de las palabras.
Alfonso Ordóñez, coreógrafo
En el marco de esta celebración, hemos tenido el honor de conversar con Alfonso Ordoñez, un emblema de la danza contemporánea, tanto en León como en el panorama internacional. Con una trayectoria que abarca más de tres décadas, Ordoñez ha sido pionero en llevar la danza española a escenarios de todo el mundo, innovando y fusionando estilos para crear una firma única e inconfundible. Aunque ya no está en activo como intérprete, sigue vinculado profundamente con el mundo de la danza, llevándola a todo lo que hace. “Un día sin danza es un día perdido”, muestra su compromiso con esta forma de arte. Actualmente, Ordoñez se encuentra trabajando en un proyecto que une danza y cine, inspirado en la obra de Sylvia Plath.
“La danza escogió por mí”, recuerda Ordoñez sus inicios en Barcelona y cómo, tras explorar diferentes artes escénicas, la danza se convirtió en su pasión y vocación. “Es un camino que elegí por la fascinación de poder expresar y comunicar a través del cuerpo, de la música, del espacio... Es un diálogo sin palabras, pero tremendamente elocuente”, expresa.
Alfonso apuesta que con práctica y pasión se puede formar un bailarín excepcional, ya que él es el mejor ejemplo. “Yo empecé más bien tarde, pero esa constancia y devoción me permitieron seguir avanzando”, asegura. Pero deja claro que la danza es una disciplina que, aunque el talento natural siempre ayuda, requiere dedicación, cuidado y un constante deseo de superación.
Y una vez dentro de esta profesión hay que tener cuidado con las lesiones, ya que la autoexigencia es el día a día de esta profesión y el cuerpo es el peaje de cualquier exceso. A pesar de todo ese esfuerzo, el coreógrafo tiene claro que es lo mejor de su vocación: “la posibilidad de comunicar, transmitir emociones junto a la música y otras expresiones artísticas es una experiencia mágica y poderosa a la vez”.
Una vocación muy sacrificada que no tiene el apoyo necesario para la creación y la práctica de la danza, a pesar de que los leoneses valoran esta forma artística, a criterio del profesional. Sin embargo, reconoce el desafío de mantener el talento local, que a menudo debe buscar oportunidades fuera del país. “Hay talento, y mucho, en nuestra tierra. Pero necesitamos seguir trabajando juntos, abrir nuevos espacios y oportunidades para que la danza, en todas sus formas, florezca en León”, afirma.
Escuela de Baile Rumballet
La Escuela de Baile Rumballet nace en Julio de 2007, gracias a la idea de dos jóvenes (Rubén y Leticia) con ganas de ofrecer a toda la gente algo que creían que faltaba: la posibilidad de bailar todo tipo de ritmos en un mismo lugar de encuentro. La Escuela ofrece todo tipo de estilos, desde los más clásicos, como el Ballet, los Bailes Latinos o el Flamenco, hasta los más actuales, como la Danza Oriental o los estilos urbanos (Funky, Hip Hop, House…). “Contamos con profesores especializados para cada disciplina y no es importante la edad y el nivel de baile, puesto que ofrecemos distintos grupos a partir de los 3/4 años y distintos niveles. Durante el año, Rumballet también ofrece talleres y cursos intensivos para un aprendizaje más concreto y rápido. Históricamente, desde el año 2007, la Escuela colabora con numerosas asociaciones benéficas, ofreciendo el baile como una actividad complementaria, destacando el acuerdo de colaboración que tenemos con la asociación Amidown”, enumera Rubén Álvarez Rodríguez, director, profesor y bailarín de la Escuela de Baile Rumballet.
Y siguiendo fieles a su filosofía actualmente imparten una veintena de estilos: bachata, baile moderno, bailes de salón, ballet, cha cha cha, danza Contemporánea, danza oriental, flamenco, fusión oriental, kizomba, ladies style, lindy hop, lírico, merengue, pole dance, salsa, sevillanas, solo jazz, urban style y zumba. Con esta variada oferta es lógico que tengas todo tipo de bailarines en potencia, por género y edad. Por la escuela hay alumnos desde los 4 años hasta personas de edad avanzada, superando incluso los 80 años porque cualquier edad es perfecta para mover el cuerpo, disfrutar de la música y hacer ejercicio. “Las disciplinas más populares son los bailes latinos (salsa, bachata, kizomba y ladies style) en adultos y el urban style (funky, hip hop, house…) en niños/as, aunque gran parte de nuestro alumnado estudia ballet”, puntualiza el director.
Es fundamental la formación y disfrutar con lo que hacemos, con la música y con la danza
Parece que con Rumaballet se acabaron las excusas para no darlo todo en la pista de baile. Ya que según Rubén: “el bailarín nace y se hace. Ambas opciones ayudan al progreso de un bailarín. Aun así, creo que el bailarín, en mayor medida, se hace. Aunque es indudable que las cualidades y el talento de uno mismo es algo fundamental a la hora de aprender y desarrollar las distintas capacidades físicas y técnicas que requiere la danza, el trabajo, esfuerzo y dedicación a lo largo del tiempo es vital para formarse como bailarín”. Y muestra de que la práctica y la perseverancia son la clave es que desde el año 2007 varios de sus alumnos se han abierto paso en el mundo del baile, desarrollando su actividad profesional en el sector de la danza. Y para conseguirlo, Rubén nos comparte su secreto: “Formarse, bailar mucho y disfrutar a partes iguales. Es fundamental la formación y disfrutar con lo que hacemos, con la música y con la danza. El esfuerzo, la constancia y la dedicación también son factores ideales para ser un buen bailarín”.
Coppelia León
Tras obtener el Grado Profesional de Danza en la Especialidad de Danza Clásica por el Conservatorio Profesional de Danza de Sevilla, Sandra Prieto González se traslada a Madrid para ampliar su formación como bailarina en la Escuela de Danza de Víctor Ullate, obtiene la Diplomatura de Educación Musical por la Universidad Autónoma de Madrid y toma clases en la escuela de Carmina Ocaña y en el Centro Amor de Dios. Posteriormente, se licencia de Pedagogía de la danza por el Conservatorio Superior de Danza de Madrid María de Ávila. Continua su formación con profesores de reconocido prestigio como Menia Martínez, Aurora Bosch, Carlos Iturrioz, Orlando Salgado, James McMenemy, Pedro de la Cruz... Obtiene el Teacher Certificate por la Royal Academy of Dance de Londres (R.A.D.), profesora titulada en Progressing Ballet Technique (PBT) e instructora de Pilates. Amplia formación en Metodología de la Danza con cursos con Virginia Valero, Jose Antonio Checa,Juan Polo, Marta Bosch, Maria Torija, Africa Hernández, entre otros.
En el año 2008 abre su propia escuela en León, Escuela de danza Coppelia LeÓn, de la que es directora y profesora de Danza Clásica. Actualmente, compagina la docencia en la Escuela profesional de Danza de Valladolid, con las clases en su escuela. “Pongo en marcha la escuela con la finalidad de brindar una enseñanza de calidad, desarrollando el gusto y la sensibilidad por la danza, con la que nuestros alumnos/as puedan disfrutar, y si llegase el caso, alcanzar la profesionalidad”, pone en valor la directora. Y se ve que esta visión es fue muy bien acogida, ya que en 2021 se trasladamos a la calle San Pablo nº 31, esquina con Daoiz y Velarde, ampliando sus instalaciones con dos amplias salas totalmente insonorizadas y suelos de linóleo. Dicho centro está especializado en la enseñanza de Danza Clásica, impartiendo también, como formación complementaria clases de Urban dance y clases de Danza Contemporánea.
Están reconocidos para impartir Enseñanzas Elementales de Danza Clásica, al estar inscritos en el Registro de Centros Docenes de la Consejería de Educación de la JCYL y preparan para las pruebas de acceso al Grado Profesional o Superior de Danza. Además, la escuela está asociada a la Royal Academy of Dance de Londres, lo que posibilita que aquellos alumnos/as que lo deseen, puedan realizar los exámenes de danza clásica. También pertenecen a la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada, ACADE, donde sus alumnos pueden obtener el título privado de Danza Clásica que otorga el Consejo Español de Enseñanzas Artísticas. “Los excelentes resultados obtenidos por los alumnos/as en exámenes de la Royal y en ACADE, avalan el trabajo que se viene realizando desde la escuela”, realza Sandra.
La edad mínima de admisión en la escuela son los 4 años, sin límite superior de edad, aunque el 90% del alumnado son menores de 18 años. “La danza no tiene edad y se puede aprender y disfrutar a cualquier edad, incluso partiendo de cero”, afirma. Por su experiencia considera que no hay edad para aprender a bailar, si bien generalmente se comienza en la infancia, a partir de los 4 años es una buena edad para comenzar a recibir las primeras nociones de música y movimiento, aunque los Centros de Enseñanza oficiales establecen los 8 años para comenzar la formación académica. En su escuela la enseñanza de danza clásica está estructurada por niveles educativos desde pre-danza, hasta nivel avanzado. Hay 11 grupos distribuidos por niveles y edades para obtener un aprendizaje óptimo y un mayor progreso, empleando una metodología activa y participativa.
El ballet clásico tiene un gran beneficio y es que obliga a trabajar tanto la mente como el cuerpo. Es una excelente actividad cardiovascular, que además permite el desarrollo de la coordinación, la elasticidad, la resistencia y el sentido de la musicalidad. También son fundamentales, aspectos como la memoria, la concentración, libera endorfinas, una hormona relacionada con la regulación del estado de ánimo y el control del estrés. “Es el estilo de baile más completos que existen en todos los niveles”, apunta la profesional.
Pero, recordemos que no es la única disciplina que imparten en Coppelia León. En las clases de Urban Dance se entrenan numerosos pasos básicos, haciendo más tarde distintas coreografías, todo ello basándose en las últimas tendencias de new style. “Su objetivo es expresar sentimientos y emociones por medio de coreografías, combinando el carácter y la energía de las danzas urbanas”, comenta la directora. Las clases se organizan por edades, actualmente hay tres grupos, baby, infantil y junior, comprende edades desde los 7 años hasta los 18. “Todos los años la escuela realiza un festival de fin de curso, donde nuestros alumnos pueden experimentar la emoción de subirse a un escenario y sus familias y público en general pueden ver el trabajo realizado durante todo el curso”, anuncia la bailarina. Y el curso 2023-24 han iniciado una nueva especialidad de danza contemporánea, con tres grupos, junior, avanzado y adultos.
El ballet clásico tiene un gran beneficio y es que obliga a trabajar tanto la mente como el cuerpo. Es una excelente actividad cardiovascular, que además permite el desarrollo de la coordinación, la elasticidad, la resistencia y el sentido de la musicalidad. También son fundamentales, aspectos como la memoria, la concentración, libera endorfinas, una hormona relacionada con la regulación del estado de ánimo y el control del estrés. “Es el estilo de baile más completos que existen en todos los niveles”, apunta la profesional.
Pero, recordemos que no es la única disciplina que imparten en Coppelia León. En las clases de Urban Dance se entrenan numerosos pasos básicos, haciendo más tarde distintas coreografías, todo ello basándose en las últimas tendencias de new style. “Su objetivo es expresar sentimientos y emociones por medio de coreografías, combinando el carácter y la energía de las danzas urbanas”, comenta la directora. Las clases se organizan por edades, actualmente hay tres grupos, baby, infantil y junior, comprende edades desde los 7 años hasta los 18. “Todos los años la escuela realiza un festival de fin de curso, donde nuestros alumnos pueden experimentar la emoción de subirse a un escenario y sus familias y público en general pueden ver el trabajo realizado durante todo el curso”, anuncia la bailarina. Y el curso 2023-24 han iniciado una nueva especialidad de danza contemporánea, con tres grupos, junior, avanzado y adultos.
Pero además del baile, ya sea en estas modalidades o con cursillos con profesores de reconocido prestigio como son Virginia Valero, Juan Carlos Ajenjo, Marlen Fuertes, etc. También organizan otras actividades para sus alumnos, como un viaje a Londres con las alumnas más avanzadas para ver el Royal Ballet o, recientemente, una visita a la Escuela Profesional de Danza de Valladolid. “Los sueños pueden hacerse realidad y desde la escuela te ayudamos a conseguirlos”, asegura la directora. Y da fe de ello: “dos de nuestros alumnos se están dedicando profesionalmente a la danza. Uno finalizó los estudios profesionales de Danza Clásica en el Conservatorio Profesional de Danza Mariemma de Madrid y posteriormente ha bailado con el English National Ballet. Y la otra alumna ha bailado en la Republica Checa, con la Compañía Moavské Divadlo Olomouc, con el papel de solista”.
La habilidad para bailar puede tener una base innata, pero también se puede desarrollar a través de la práctica y el entrenamiento. Algunos niños y niñas pueden tener una predisposición natural para la danza, pero con dedicación y esfuerzo, cualquiera puede mejorar sus habilidades y convertirse en un buen bailarín o bailarina. “La clave radica en la pasión por la danza, una buena formación, disciplina, la práctica constante y la confianza en uno mismo”, afirma la profesora.
Este Día de la Danza, León se convierte en un escenario vibrante donde cada movimiento, cada salto, cada giro, es un testimonio de la pasión y el talento que caracteriza a esta tierra. La danza, en sus múltiples expresiones, nos invita a celebrar la vida, la diversidad y la capacidad inigualable del ser humano para comunicar y conmover a través del arte.