El PP de León busca nuevo líder: que sea duradero y atado a la estrategia del partido autonómico

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La salida de Ester Muñoz de la presidencia del PP de León hacia puestos de poder en Madrid como portavoz del PP en el Congreso, anunciada este lunes en la Junta Directiva del PP autonómico, abre un periodo de transición en los conservadores leoneses, que asumen un tiempo de transición en el partido hasta encontrar un nuevo liderazgo.

El PP provincial ha quedado en manos del consejero de Medio Ambiente, y cuota leonesa en el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco, Juan Carlos Suárez Quiñones, y en el delegado territorial de la Junta en León, Eduardo Diego. Dos nombres que se sitúan en un punto intermedio entre oficialistas y críticos, que velaban las armas esperando la salida de Muñoz para plantear la lucha por la presidencia.

Los populares leoneses han tenido cuatro presidentes en los últimos diez años. Tras el asesinado de Isabel Carrasco en 2014 tomó las riendas su número dos, Eduardo Fernández. Dimitió en 2017 y asumió el liderazgo el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, que en el año 2021 decidió no continuar tras haber perdido el poder local. Entonces se presentó y arrasó en las primarias Javier Santiago, alcalde de Almanza, que tuvo que dimitir en el otoño del 2022 tras una gran controversia interna por el proceso electoral interno. En noviembre de ese año asumió el cargo Ester Muñoz.

El nombre de Quiñones al frente de la gestora no suscita grandes adhesiones en el partido, según las fuentes consultadas, pero no concita en este momento un rechazo frontal. Lo que sí ata es al partido a la estrategia autonómica del PP de cara a las nuevas elecciones previstas como máximo en marzo del año 2026 y le alejan de debates leonesistas que suelen incomodar a buena parte de su dirigencia, especialmente a la más afín a la dirección de Mañueco y al resto del partido.

Porque la batalla de las autonómicas en la provincia de León se prevé especialmente dura. Con un leonesismo al alza, UPL incluso ha aireado una encuesta que le permitiría luchar por el primer puesto, y un PSOE que mantiene fortaleza, pendiente de saber si los escándalos nacionales le pasarán factura, la batalla de la provincia leonesa será una de las claves del proceso electoral autonómico. El PP aspira a ganar en esta ocasión, en el 2022 perdió frente al PSOE por 10.000 votos, y lograr al menos un escaño más que los cuatro de la última convocatoria. El PSOE mantiene como objetivo mantenerse en cuatro representantes en tanto en cuanto UPL aspira al cuarto sillón.

Ester Muñoz, diputada nacional por la provincia de León, ha estado menos de tres años como presidenta del partido, al que llegó tras la dimisión del alcalde de Almanza, Javier Santiago, que dimitió tras 15 meses en el cargo por la publicación de unos audios donde se cuestionaba la limpieza del proceso de primarias que le llevó al liderazgo del partido. Su designación fue por su cercanía al presidente autonómico Fernández Mañueco, que previamente la tuvo de asesora en su Gobierno y la nombró también delegada de la Junta en la provincia. Posteriormente Muñoz fue creciendo en confianza con Génova y Alberto Núñez Feijóo hasta ser vicesecretaria de Educación y Sanidad y ahora portavoz en el Congreso y 'azote' del Gobierno de Pedro Sánchez. Para liderar el partido mantenía en su círculo de confianza al alcalde de Astorga, José Luis Nieto, y al portavoz en el Ayuntamiento de León, David Fernández.

Los críticos, agrupados en torno al expresidente del PP y diputado provincial Javier Santiago, han señalado en este tiempo la falta de actividad orgánica como una de las debilidades del partido y más en un contexto preelectoral, y han ido armando una estructura para batallar por el liderazgo del partido cuando toque. Sin ruido externo pero con determinación interna buscarán revitalizar el partido para la batalla autonómica y la posterior municipal, señalando recuperar la Diputación de León como gran objetivo electoral.

Uno del 'marrones' que tendrán que afrontar Quiñones y Diego será la economía del partido a nivel provincial, que no pasa por sus mejores momentos según varias fuentes consultadas por ILEÓN. La losa de la gran hipoteca que tiene el PP de León por la compra de su sede en el año 2011, por decisión de su presidenta de entonces la asesinada Isabel Carrasco, tiene las cuentas de la formación bajo mínimos. El precio fue más de 500.000 euros y en el pasado reciente ya se ha buscado un traspaso de la sede para sanear la economía del partido, pero no se ha terminado de rematar una operación en ese sentido.