Los restos del huracán Kirk que este miércoles han azotado en forma de tormenta a la provincia de León ha dejado unas precipitaciones muy abundantes y repentinas en algunos momentos de la jornada causando inundaciones en diferentes ríos y paisajes leoneses, incluso con problemas serios para la seguridad en la circulación.
Tal ha sido el caso, por ejemplo, de la carretera León-Collanzo, la LE-315, muy especialmente a su paso por las conocidas como Hoces de Vegacervera. Allí, la carretera en buena parte de su sinuoso recorrido se ha inundado de tal manera por la lluvia torrencial en algunos momentos de la mañana que el líquido desaguaba en el río Torío que, a su vez, bajaba repleto hasta salirse en algunos puntos.
Los vehículos que circulaban por la zona tuvieron que extremar mucho la precaución por la gran acumulación de agua que se produjo en la calzada. Algo parecido a lo que tuvieron que afrontar los conductores de una carretera en este caso nacional, la vía principal de la red de carreteras del Estado en la N-621, en el tramo que va desde la localidad de Riaño al puerto de San Glorio en dirección a Cantabria.
Algunas imágenes dadas a conocer también a través de redes sociales dejaban ver cómo desde la montaña se producían por momentos auténticas cascadas que se precipitaban sobre la misma carretera, inundando parte de su recorrido. En concreto, este punto negro de la lluvia de este día de tormenta y avisos amarillos se producía cerca de la localidad de Llánaves de la Reina, en la Montaña Orientral leonesa y Parque de la Montaña de Riaño y Mampodre.
Incluso aunque sin causar inundaciones, se pudo comprobar como numerosos ríos se multiplicaban en caudal en cuestión de pocas horas por la lluvia torrencial, presentando además un agua turbia y repleta de muchos obstáculos vegetales que se han desprendido en los caudales también por el fuerte viento reinante. En León capital mismo, el río Bernesga presentaba una imagen inusual y muy inesperada hace apenas unos pocos días.