101 kilómetros peregrinos, algo más que una carrera deportiva

Ángela Bernardo

“Esto no es una carrera, es una prueba contra ti mismo”. Así definía ayer los 101 kilómetros peregrinos uno de los participantes en el punto de salida, en el estadio Colomán Trabado de Ponferrada. Junto a él, más de 2.200 ciclistas y corredores realizaban los últimos estiramientos y las fotos de rigor antes de comenzar esta prueba de ultrafondo.

Los 101 kilómetros se han convertido, sin duda, en la carrera deportiva más importante de la comarca berciana. En esta quinta edición, como demostración del éxito de las pasadas pruebas, han llegado al Bierzo corredores y ciclistas de toda España e incluso de fuera de nuestras fronteras, como Portugal, Francia o Japón.

Participar es ganar

Hace ahora cinco años, los organizadores de la prueba se propusieron combinar los aspectos deportivos con un evento con fuertes características lúdicas, culturales y turísticas. El recorrido de los 101 kilómetros peregrinos debía realizarse como máximo en 24 horas, y tendría que transcurrir por el conocido como 'Camino de Santiago de invierno'. En la actualidad existen cuatro modalidades (corredores o marchadores, MTB - ciclistas de montaña, duatletas y maratonianos), para que todos los participantes puedan completar el itinerario circular proyectado.

“Participar es ganar”, escribe David Pacios, presidente del Club Deportivo 101 Km Peregrinos en la revista oficial de la prueba. Sus palabras aluden a la motivación de corredores y ciclistas, que desafían las inclemencias meterológicas y se someten a un gran esfuerzo físico para cumplir su objetivo.

El propio Pacios fue uno de los impulsores de esta prueba deportiva, con el objetivo de emular los 101 kilómetros en 24 horas de Ronda, nacida en 1995 para celebrar los 75 años de la fundación de la Legión. Lejos de tener un carácter militar, los atletas fueron sumándose a una carrera de extrema dureza que pretendía acercar el ejército a la población civil, según explican en su página web.

En el Bierzo, el recorrido lleva a los atletas por el Camino de Santiago de invierno, senda utilizada por los peregrinos en esa época del año debido a las dificultades que se encontraban a su paso por el tradicional Camino Francés. En el caso de que hubiera lluvias importantes, los caminantes debían atravesar ríos caudalosos con malos puentes, por lo que era más fácil caminar junto a la 'Tenencia de Úlver' o 'Merindad de Cornatelo'.

Recorrer este trayecto histórico es uno de los objetivos de la prueba deportiva popular más importante del Bierzo. Pero también lo es dar a conocer los increíbles parajes de la comarca, como San Juan de Paluezas, Priaranza o Santalla del Bierzo, Médulas o el Castillo de Cornatel. Por tanto, estas cinco ediciones de los 101 kilómetros peregrinos han logrado conjugar deporte con turismo, tradición histórica y cultura.

Genes y entrenamiento, los dos ingredientes clave del rendimiento deportivo

No hay duda, sin embargo, de la elevada dificultad de esta carrera deportiva, realizada por personas que llevan en su ADN características como la motivación, el esfuerzo y las ganas de superación personal. Más allá de la retórica, la ciencia ha investigado desde hace tiempo los conocidos como 'genes del deporte', es decir, si existe una cierta predisposición genética que determine de algún modo nuestra condición física.

El entrenamiento y nuestra genética condicionan nuestro rendimiento físico

En 1998, el equipo de investigación de Hugh Montgomery descubrió el primer gen que podría asociarse con nuestra condición y actividad física. Aquella secuencia genética era la encargada de producir la enzima convertidora de angiotensina, una proteína que se relacionaría luego con la regulación de la presión sanguínea, y que era fabricada en tejidos del sistema nervioso central, los riñones o el pulmón.

Desde aquella fecha, han sido muchos los científicos que han identificado más 'genes del deporte'. Algunas de estas secuencias de ADN se relacionan con la predisposición a las lesiones deportivas, la fortaleza muscular o la actitud psicológica, tres factores clave a la hora de correr una prueba como los 101 kilómetros peregrinos. Pero el deporte no está determinado únicamente por nuestros genes.

Como explican Padullés i Riu y colaboradores, es bien conocido que las características fisiológicas imprescindibles para realizar ejercicio no sólo dependen de nuestros genes. El fenotipo relacionado con el rendimiento deportivo también está condicionado por parámetros ambientales en los que se desarrolla la persona. En otras palabras, el entrenamiento es fundamental para la actividad física, y la interacción compleja entre genes y ejercicio determina finalmente nuestras capacidades como atletas.

La genética y la actividad deportiva, sin embargo, no marcan sólo nuestras aptitudes para completar una prueba como los 101 kilómetros peregrinos. Y es que recientes estudios de investigación, como el publicado por Booth y Zwetsloot, estiman que una persona de 80 años que haya sido activa físicamente durante toda su vida, tiene la misma capacidad aeróbica y rendimiento muscular que un individuo sedentario que ronde los 50 años.

Hacer deporte, por tanto, puede permitirnos contar con un estado de salud óptimo. A pesar de esta ventaja, prepararse para una prueba deportiva de ultrafondo como los 101 kilómetros peregrinos no es tarea sencilla. Bien lo saben los corredores y ciclistas que a lo largo de ayer tarde y noche completaron con muchísimo esfuerzo el recorrido.

Los investigadores especializados en la práctica física conocen desde hace tiempo el gran 'estrés emocional' al que se someten los participantes de cualquier prueba de ultrafondo. Está claro que no todo el mundo puede correr una carrera de 101 kilómetros, ya que para ello se necesita un fuerte entrenamiento físico y mental.

Es en ese preciso momento, cuando aparecen los calambres y nuestro cerebro comienza a sufrir la temida 'pájara', cuando los atletas bien entrenados sacan sus fuerzan y continúan corriendo o pedaleando. Esa fortaleza psíquica ha sido denominada por científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona y de la Universidad de las Islas Baleares como 'personalidad resistente en carreras de fondo'.

Las personas acostumbradas a correr pruebas de ultrafondo soportan mejor las situaciones de estrés

Esta característica se divide a su vez en tres factores clave: el compromiso por una determinada actividad (en este caso, la prueba de ultrafondo), el control y por último, el desafío (que está muy relacionado con el desarrollo individual). En los atletas estudiados, los investigadores vieron cómo los corredores de fondo y ultrafondo presentaban una 'personalidad resistente' muy marcada. Estas personas están más preparadas para soportar situaciones de estrés, e incluso, llegan a experimentar mejores rendimientos deportivos.

Cinco años después de la primera edición de los 101 kilómetros peregrinos, vemos cómo los participantes muestran esas características que la ciencia se ha encargado de examinar: la predisposición genética siempre ayuda, pero necesitamos un buen entrenamiento deportivo que asegure una condición física adecuada. Por último, la fuerte personalidad de los ciclistas y corredores, que han demostrado no venirse abajo a pesar de las cuestas del camino y de las elevadas temperaturas de ayer en el Bierzo, demuestran también la valentía y los méritos de los más de 2.200 participantes.