Pedro Bermejo Romo: “Despierta mi interés todo aquello que se sale de la norma”

Manuel Cuenya

Resulta placentero a la vez que esperanzador leer a jóvenes poetas leoneses, con tanto talento. Como ocurre con Pedro Bermejo Romo (con sus dos apellidos, como él desea), que acaba de publicar su ópera prima gracias a la editorial Mariposa y al tesón de su editora y asimismo escritora Marina Díez, a quien también le hemos dedicado espacio en este mismo diario digital.

León capital se está convirtiendo, ya desde hace tiempo, en un hervidero cultural, con muchos eventos literarios, entre ellos el Ágora que ideara el excelente gestor y escritor Ramiro Pinto.

El propio Pedro reconoce que León es una provincia muy activa en el ámbito literario, “lo cual resulta curioso y positivo dado su tamaño y que suele pasar inadvertido frente al panorama de otros lugares del país y del mundo”. En este sentido, le gusta mucho que todos los meses haya múltiples posibilidades de ocio con respecto a la literatura, para todos los gustos y edades, algunas muy tradicionales y otras, a su juicio, innovadoras.

“En León yo he asistido a eventos muy especiales, y raros en el mejor de los sentidos, que estoy seguro de que no suceden en otros sitios. Despierta mi interés todo aquello que se sale de la norma, buscando cauces expresivos nuevos, sencillamente porque me parece que hacen un esfuerzo doble: en primer lugar por mejorar y trascender los límites de la literatura, y en segundo por estimular la vida cultural de León. Ocasiones como los festivales del Urogallo o el Ollagoru me fascinan, creo que es increíble que eso suceda de manera incansable en nuestras calles, y que lo hagan con tan buena acogida y entusiasmo como suelen tener. Tan solo echo de menos que no se publicite o se apoye más desde las instituciones y medios, aunque supongo que eso también hace parte de su encanto”, se lamenta Pedro al respecto del poco o nulo apoyo que prestan las instituciones públicas a la hora de potenciar e impulsar como es debido los diversos actos culturales que hay en León, sobre todo en la capital provincial, porque en el resto de la provincia (salvo en algunos puntos o focos especiales) me da la impresión de que la cultura brilla por su ausencia .

Una ciudad, León, que bulle en lo cultural aunque no así en otros aspectos cotidianos, pues la mayoría de nuestros Recursos Humanos se nos van a otros lugares por falta de empleo, un mal que llevamos arrastrando desde que tengo uso de razón, habida cuenta de que en España siempre estamos en crisis. 'Crisis? What crisis?', como aquella canción de los míticos Supertramp a mediados de los 70, cuando recién acabábamos de salir de una posguerra y una dictadura espantosas.

Pero quien nos concierne ahora es la figura y obra de Pedro Bermejo Romo, que es además miembro, junto con otros muchos, del colectivo #Plataforma, que también ha venido liderando de algún modo la intrépida Marina Díez, lanzada ahora a la edición de noveles escritores.

“Quizá esté mal que yo lo diga, pero #Plataforma es increíble. Nacimos como un grupo joven que buscaba darle a León algo diferente a lo que ya tenía, y creo que lo hemos conseguido. Actualmente contamos con un equipo muy activo, surgen grandes ideas y el trabajo y su resultado son impecables”, apunta Pedro a la vez que añade con optimismo: “Creo que #Plataforma me ha ayudado mucho a desarrollarme como escritor, he entrado en contacto con ideas y posturas muy diferentes a las mías, y eso te lima y te empuja. También considero que dentro del grupo hay mucho talento por descubrir, y que seguramente sean muchos los que comiencen una andadura en el mundo literario, la mayoría somos muy jóvenes, muchos lo son más que yo, y es verdad que esto requiere tiempo y trabajo, pero lo que sucede allí dentro es precioso, y me gustaría invitar a todo el mundo a conocerlo”.

Ocasiones como los festivales del Urogallo o el Ollagoru me fascinan, creo que es increíble que eso suceda de manera incansable en nuestras calles, y que lo hagan con tan buena acogida y entusiasmo como suelen tener

Reivindica por supuesto la figura de su editora, Marina Díez, porque cree que está haciendo algo muy importante, importancia que aún no ha sido reconocida, según él. “Marina es una persona muy trabajadora y persistente, y que pone un mimo y un cariño desmedidos en cada paso que da, eso hace que sea especial. Con su editorial ella busca poner un altavoz allí donde todavía no se oye nada, ha abierto las puertas de las minas de la provincia para rescatar lo que se oye por aquí, y es precioso. Su forma de enfocar las cosas es muy meticulosa, con cada libro Marina se comporta como un joyero con cada una de sus piezas, lo mide todo al milímetro, no se le escapa nada, y cuando tiene el libro en las manos no lo abandona, se asegura de encontrarle el mejor escaparate posible. En lo personal, me siento muy cuidado y muy atendido por la editorial, y le debo un agradecimiento gigante a Marina por ello, y no solo por mi libro, creo que como amante de la literatura es justo reconocerle a Marina el mérito de lo que hace”, explica con entusiasmo Pedro Bermejo Romo, que recuerda que llegó ya escribiendo de un modo creativo a la carrera de Filología en la Universidad de León, aunque “no de la misma manera”. No obstante, no se atrevería a decir que sus estudios fueron determinantes en este sentido.

La poesía como sentimiento y sueño

“Empecé a escribir estando en el colegio, en los Jesuitas, también en León, cuando aún era un adolescente, para mí era una forma de reflexión y de entendimiento conmigo mismo, y también una manera de expresar lo que sentía por otras personas; siempre he sido muy 'llorica' y me ha gustado aprovecharlo para esto. Guardo con mucho cariño escritos de aquella época, porque aunque igual no tienen la calidad que me gustaría sí dicen mucho de mí, que es lo verdaderamente importante. Cuando escribo siempre suelo referirme a las personas que me rodean, me gusta aprovechar cada conversación y cada momento si me hacen sentir algo, creo que así fue como empecé, tratando de crear una especie de retrato del mundo que me rodeaba”, se expresa con sinceridad el creador de 'Lucernario', cuyo título hace referencia que es una obra que le ha brotado, con el transcurso de los años, desde dentro a partir de lo que le venía desde fuera, “por eso lo llamé así. Todas las mañanas yo acudía a mi facultad, un edificio con un hall enorme techado con un lucernario por el que se veía el cielo de las mañanas, y yo solía mirar esa estampa sentadito en un banco pegado a un radiador, y en esos momentos me parecía que esa era la imagen de mi vida: ver, pero no tocar, sentir, pero en silencio, y soñar con salir, sin saber muy bien cómo hacerlo”.

Es un libro en el que su autor logra crear imágenes poderosas, evocadoras, de las que se siente orgulloso. Un poemario que habla desde el yo, de esa etapa que va de la niñez de ilusiones y fantasías hasta adentrarse en la vida adulta, esa vida adulta hecha de realidad y también dificultades, si bien Pedro rememora todo aquello que lo ha conformado como persona, evocando aquellos lugares en los que fue feliz y a aquellas personas que lo arroparon, le dieron cariño y estuvieron con él. Es en cierta medida una obra en la que nos muestra sus sentimientos hacia aquellas personas por las que siente afecto, amor, y que de alguna forma han influido en su persona, llegando incluso a cambiar algo de él.

Quiero reventar

y convertirme en trocitos de cielo

Quiero llover y encontrarte

quiero bucear en la tierra

y hacer que crezca una flor.

Quiero llegar a tus labios

como llega el invierno

en un susurro que amorata

y agrieta

quiero ser el humo

donde guardas tus sueños

para poder llevarlos al mar

y hundirme con ellos.

(De su poemario 'Lucernario')

Apasionado de la lectura y de la escritura, es consciente de que leer es imprescindible, porque nos hace libres y nos abre las puertas del mundo. “En mi formación como futuro profesor he reflexionado mucho sobre este tema, creo que la lectura creativa te pone en contacto con algo que tenemos un poco olvidado en el siglo XXI, y son los sentimientos de los demás, ver y comprender las vivencias de otra persona no desde su visionado objetivo sino desde la subjetividad del sentimiento, de lo visceral, leer te pone en la piel de otra persona de manera directa, porque eres tú en tu cabeza quien da vida a las palabras”, comenta al tiempo que reconoce que con la escritura ocurre algo similar porque es una actividad que nos ayuda a tener la mente tranquila, “no como terapia moderna ni nada de eso, sino como forma de desarrollo del pensamiento, además esto es algo que gracias a los teléfonos y a las tecnologías ahora hacemos casi a diario, poner en palabras lo que nos ronda la cabeza, aunque sea para contárselo a nuestro mejor amigo. Creo, en definitiva, que la escritura y la lectura creativas son el estímulo perfecto para el pensamiento crítico, y por tanto para nuestra construcción como individuos frente al mundo”, afirma este devoto de la poesía de Lorca, su gran amor literario, en sus opinión, antes de matricularse en la Universidad, cuya influencia ha sido definitiva al menos en los poemas que escribía por aquel entonces.

“Sin embargo cuando fui creciendo y conociendo a más autores y más obras fui abriendo los ojos a otras posibilidades que a día de hoy considero imprescindibles. Si hablamos de clásicos no podría dejar a un lado a San Juan De la Cruz o a Rubén Darío, son autores que he disfrutado muchísimo, quizá porque en un principio no conocía todo lo que había detrás de ellos, y a medida que lo fui descubriendo se volvieron un tesoro para mí”.

En cualquier caso, lo mejor que ha leído ha sido investigando, durante su carrera en Filología, a autores actuales, sobre todo con motivo de su trabajo final, como a José Heredia Maya, “un autor de etnia romaní que tiene una poesía exquisita y sumamente profunda y sentida, para mí fue increíble empezar a leerlo y desglosar lo que escondían sus palabras, y a día de hoy tengo su libro siempre a mano para abrirlo de vez en cuando. Tampoco puedo pasar por alto a Alba Flores, ganadora del premio Adonáis en 2017 y compañera en #Plataforma”, glosa Pedro, que se confiesa totalmente enamorado de la obra de Alba Flores (incluida en esta sección), que además es la prologuista de 'Lucernario'. “... Pedro nos va dejando pequeños ramalazos de luz en cada poema... símbolos lorquianos... San Juan de la Cruz, referencias al cristianismo y a la figura de Dios como creador...”, escribe Alba Flores.

“Creo que Alba habla como nunca nadie lo había hecho –nos advierte Pedro–, tiene algo especial que hace que sus versos te parezcan una confesión con un amigo en invierno frente a un café caliente, y con esa fuerza y ese intimismo te desgarra y se te queda siempre dentro”, nos cuenta este joven poeta capitalino, cuya ciudad natal es una constante en su pensamiento, “una ciudad muy literaria en el sentido en que resulta muy inspiradora, es un lugar donde no ocurre demasiado habitualmente pero al mismo tiempo no dejan de pasar cosas, pequeñas cosas, que solo se ven si entras de verdad, son detalles invisibles a los turistas o a los nuevos habitantes”.

Siente que la ciudad de León le ha influenciado de manera absoluta, en todo lo bueno y en lo malo. Y le atrae sobremanera la soledad que le transmiten sus calles y todos esos detalles curiosos que, según él, puedes encontrarte por todas partes.

#Plataforma es increíble. Nacimos como un grupo joven que buscaba darle a León algo diferente a lo que ya tenía, y creo que lo hemos conseguido

“Me seduce sobremanera su historia, especialmente los capítulos más notables, que parecen seguir vivos todavía aquí, como si la gente guardara en su corazón un pedacito de todo eso, y les hiciera levantar la cabeza muy alto por las mañanas. Es una especie de sentimiento de apego muy particular, que en mí se manifiesta en amor y en odio a partes iguales, siempre diré que León es mi hogar, aunque esté lejos, pero no puedo negar que a veces me asfixia”, se sincera, una vez más, Pedro Bermejo Romo, que en este momento está centrado en la promoción y la presentación de 'Lucernario', aunque también sigue escribiendo para futuros trabajos que espera llevar a buen puerto. Y continúa activamente colaborando y organizando el trabajo de #Plataforma, al tiempo que sigue estudiando.

Hay una espina de rosal

clavada en mi garganta

haciendo brotar la sangre

que se seca en las puntas de mis uñas

antes de precipitarse

contra el suelo

(De su poemario 'Lucernario')

“En general estoy muy abierto a las posibilidades del futuro, y procuro tener muy bien atendido todo aquello que me gusta y que valoro, porque creo que es con eso con lo que realmente se llega a la felicidad, con aquello que te motiva”, concluye Pedro, que se muestra agradecido de que también le demos esta oportunidad para darse a conocer aún más en los medios de comunicación, en este caso en la fragua literaria leonesa, dedicada a autores y autoras de la provincia de León en ileon.com.

Entrevista breve a Pedro Bermejo Romo

“Hay una brecha muy grande entre quienes están arriba y quienes están abajo”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

'La muerte de Artemio Cruz', de Carlos Fuentes.

Un personaje imprescindible en la literatura (o una persona en la vida).

En la literatura diría Dios, o la divinidad en general. En la vida siempre diré mi madre.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

No conozco todavía uno que me haya hecho perder la paciencia.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Diría que soy una persona muy apasionada.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

Valoro mucho la empatía y el cariño.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

La política me desespera un poco, creo que la gente debería aprender a no meterse en la vida de los demás, y ser respetuosa, nos ahorraríamos muchos disgustos. Creo que la sociedad también está descontenta, y hay una brecha muy grande entre quienes están arriba y quienes están abajo.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Creo que cualquier cosa me puede divertir, siempre hay algo en todo lugar y todo momento que te puede arrancar una sonrisa si estás atento.

¿Por qué escribes?

Creo que sencillamente porque lo necesito, me alivia y me encanta a partes iguales.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

Creo que no, pero sí que son un medio espectacular para hacerte ver y compartir tu obra, sea de la naturaleza que sea, y encontrar apoyos y contactos que puedan serte de ayuda.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

La verdad es que me gusta inspirarme un poco en todo, pero para mí tienen mucha importancia tanto otros autores de mi entorno como la música que escucho, especialmente la urbana española que se está haciendo ahora mismo, creo que representa a una generación a la que pertenezco, y me alegra que nuestro grito de guerra se haga de esa forma. Artistas tanto del rap, el trap, incluso el reggaeton... considero que muchos están desarrollando unos caminos expresivos que no se habían explorado demasiado antes porque se tiene de ellos una consideración muy estigmatizada.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

Lo cierto es que no, pero me gusta mucho escuchar podcasts, tanto literarios como de opinión u otros temas, es un medio que me tiene muy enganchado y con el que se descubren cosas realmente interesantes.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

Me gusta mucho una frase de la obra 'Antígona', en la que la protagonista dice de sí misma “no nací para repartir odio, sino amor”. Creo que en los tiempos que corren ahora mismo es muy importante tener presente lo que ella quería decir en ese momento. Las cosas deben hacerse con pasión, con respeto y con cariño, como decía de Marina; no con rabia ni resentimiento.