La viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho, inauguró este miércoles la exposición temporal ‘Gigantes con pies de barro’ que puede visitarse de forma gratuita hasta el mes de octubre en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León ubicado en la localidad leonesa de Sabero.
La muestra aborda el final de las centrales térmicas de la Comunidad y supone un recuerdo y un homenaje, tanto a esas grandes industrias como a las empresas que las hicieron posibles y a los cientos de trabajadores que durante años les dieron vida.
Desde el anuncio del cierre de las instalaciones de La Robla en León y Velilla del Río Carrión en Palencia, el museo -en colaboración con sus empresas propietarias, Naturgy e Iberdrola, y las empresas encargadas del desmantelamiento, Lezama y Afesa, Dominion e Irga- estableció un calendario de visitas a los trabajos de demolición, con el objetivo de que el fotoperiodista Eduardo Urdangaray pudiera recoger sus principales hitos, documentando así el desmantelamiento para el archivo del centro.
Esta labor, desarrollada a lo largo de varios años, ha dado como resultado un fondo compuesto por miles de fotografías, que documentan las operaciones realizadas, la maquinaria utilizada y los operarios participantes. Junto a este trabajo de documentación gráfica, el museo, gracias a la colaboración de las empresas propietarias, ha recogido, con destino a sus fondos, diverso material de las centrales como testimonio de su actividad pasada.
Comisariada por el historiador Fernando Cuevas y por el fotoperiodista Eduardo Urdangaray, la exposición recorre la historia de estas centrales, levantadas en los años sesenta del siglo pasado. Los textos de Fernando Cuevas y de Manuel Urueña –ex director de la central térmica de La Robla–, se acompañan con imágenes de su construcción, de sus principales zonas de trabajo y de las tareas de desmantelamiento.
También se podrán conocer maquetas, material procedente de ambas centrales, videos, documentación original de su puesta en marcha, testimonios de antiguos trabajadores y una instalación del artista Carlos Cuenllas, realizada con restos de la demolición, que completan la muestra.