La intensidad de los orgasmos femeninos depende del suelo pélvico
La profesora de Fisioterapia de la Universidad de León en el Campus del Bierzo Raquel Leirós publica en 'The Conversation' una investigación con un análisis exhaustivo sobre los músculos perineales y la base biológica del orgasmo
Felicidad mujer campo Arthur Hidden
El orgasmo femenino siempre ha estado rodeado de creencias y mitos que a día de hoy están definitivamente desmentidos. A estas alturas no hay dudas de que el orgasmo, tanto de hombres como de mujeres, cumple una función a la vez psicológica y fisiológica. Tampoco cabe discusión en cuanto a que las mujeres tienen derecho a sentir placer sexual.
Por ello, los expertos en medicina sexual y los sexólogos deben difundir certezas sobre la base biológica del orgasmo femenino a todas las mujeres, no hipótesis ni opiniones personales.
Un claro ejemplo lo encontramos en el término de “orgasmo vaginal” u “orgasmo activado vaginalmente”. Ambos suelen emplearse para hacer referencia al clímax obtenido durante la penetración vaginal, sin estimulación directa del clítoris externo. Pero lo cierto es que el orgasmo vaginal no tiene ninguna base científica, ya que es un órgano poco sensible. De hecho, no tiene ninguna estructura anatómica que pueda provocar un orgasmo. Una evidencia de este fenómeno es que en mujeres con agenesia vaginal (ausencia congénita de la vagina), las respuestas sexuales de la vagina artificial son idénticas a las de la vagina normal.
Ambos músculos discurren a ambos lados de la vulva (en el espacio delimitado por los labios genitales). Durante la excitación sexual (y la erección del clítoris) se contraen de forma involuntaria y continua favoreciendo la excitación y provocando la eyaculación femenina.
De hecho, los músculos del suelo pélvico son responsables directos de la cantidad e intensidad de sensaciones que siente una mujer durante las relaciones sexuales. Así como de la intensidad del agarre o presión que siente su pareja durante la penetración.
Vista anterior externa y vista anterolateral interna de la vulva. Wikimedia Commons / OpenStax College / CFCF
Las contracciones rítmicas del suelo pélvico contribuyen a la excitación y a la capacidad de muchas mujeres para alcanzar el orgasmo. Los programas de ejercicio para el suelo pélvico mejoran el tono muscular y la circulación de los órganos pélvicos. Esto es especialmente importante para los músculos más pequeños del suelo pélvico, que son los responsables de engordar y erguir el clítoris cuando las mujeres están excitadas.
En consecuencia, el mantenimiento de la musculatura perineal en condiciones saludables de fuerza, resistencia y elasticidad favorece el desarrollo de relaciones sexuales satisfactorias. Por ejemplo, con los conocidos ejercicios de Kegel es posible entrenar y fortalecer los músculos perineales (entre ellos los músculos isquiocavernosos y bulbocavernosos). De hecho, se ha demostrado que estos ejercicios son un tratamiento preventivo del vaginismo de gran eficacia.
Como profesionales de la salud comunitaria, los fisioterapeutas participamos de la educación en hábitos saludables y la promoción del bienestar. Dado que la salud sexual es un componente integral del bienestar general, los fisioterapeutas de los diferentes niveles asistenciales tienen un papel importante en la prevención y tratamiento de las disfunciones sexuales.
Pero es necesario realizar un esfuerzo de divulgación y normalización de esta problemática. Empezando por la población general, dado que debido a la vergüenza y la incomodidad por la naturaleza íntima del problema, las pacientes pueden no ofrecer voluntariamente información sobre la función sexual a sus sanitarios de referencia.
En cuanto a los sanitarios, corresponde a los profesionales ser conocedores de la importancia y gravedad de las alteraciones sexuales y hacer las preguntas pertinentes a las pacientes con cuadros clínicos compatibles con posible afectación sexual.
Además, los sanitarios también deben proporcionar un entorno seguro y abierto en el que las pacientes puedan sentirse cómodas hablando de sus relaciones sexuales.