El COVID en el verano de 2024: más síntomas y hospitalizaciones, pero con menor gravedad

Prueba para detectar el coronavirus SARS-CoV-2 durante la pandemia.

Agencias SINC / EFE

El COVID está provocando este verano cuadros más sintomáticos en general y una tasa de ingresos en personas vulnerables algo superior a la de invierno, pero con menor gravedad y menos neumonías.

Los expertos piden no restarle importancia al SARS-CoV-2, ya que la tasa de mortalidad en hospitalizados sigue siendo dos veces la de la gripe.

Los últimos datos del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) indican que la tasa de ingresos en la última semana ha subido levemente y alcanza los 4,6 casos por cada cien mil habitantes, frente a la horquilla de los tres casos durante la temporada de invierno.

Nuevos linajes de ómicron

Estas cifras se encuadran en un baremo normalizado pero han provocado un goteo de pacientes en los hospitales, principalmente mayores e inmunodeprimidos, desde que comenzó en mayo la onda endémica de el COVID por el avance de nuevos linajes y sublinajes de ómicron.

Los síntomas más observados son cuadros febriles, sensación de fatiga, malestar general y pérdida de olfato y gusto

Los síntomas más vistos en medicina familiar, según la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), son cuadros febriles, sensación de fatiga corporal y malestar general. También está la pérdida de olfato y gusto, que en algunos casos se manifiesta de forma transitoria y en otros se recupera poco a poco con el paso de las semanas.

Aunque de forma lenta, el nivel de incidencia en las últimas semanas continua en aumento. El indicador de referencia está en 162 casos por cada cien mil habitantes, un dato que para los expertos revela, junto con el aumento de pacientes que acuden a Atención Primaria, que ha habido una alta transmisión del virus.

Pruebas de detección

Juan González Castillo, coordinador del grupo de trabajo de Infecciones en Urgencias de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), ha señalado un aumento de las hospitalizaciones en las últimas semanas. No obstante, la transmisión de contagios se encuentra estabilizada y “en un período de meseta”.

Los ingresos han sido fundamentalmente de personas mayores con “comorbilidades que se descompensan” al contraer la coronavirosis pero con “pocos cuadros de neumonía”, de forma que solo el 2 % de los que ingresan en un hospital acaban en una UCI, según afirma González Castillo.

“No debemos olvidar que la mortalidad por SARS-COV-2 es el doble que la de la gripe”, ha apuntado González. Esta circunstancia la atribuye, en parte, a que se haya perdido “la casuística general” de hacer pruebas de detección. Por ello ve necesario hacerlas en personas mayores, vulnerables o inmunodepremidos ante la presencia de síntomas gripales.

Los ingresos han sido fundamentalmente de personas mayores con comorbilidades que se descompensan al contraer covid pero con pocos cuadros de neumonía

Juan González Castillo SEMES

El nivel asistencial este verano en las urgencias de los hospitales y consultas de Atención Primaria, tanto por COVID como por otras causas, suele disminuir en grandes ciudades y aumentar en zonas de costa, donde se suele incrementar la población estival.

Así, el coronavirus de la pandemia de 2020 podría ser este verano una causa más del aumento de afluencia de pacientes a algunos centros sanitarios en puntos de interés turístico.

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