El Museo Textil de Val de San Lorenzo ha terminado sus obras de mejora y el diseño de su nueva oferta turística gracias a una ayuda de 212.000 euros procedentes del Instituto Leonés de Cultura (ILC) de la Diputación de León a través del programa ‘R: Recuperar, Regenerar, Reactivar’.
La intervención se realizó sobre la edificación que alberga el centro de interpretación textil ‘La Comunal’, de piedra, barro, madera y teja que fue reformado entre los años 2003 y 2005 para acoger este museo. Allí, a mediados del siglo XX, se alojó la fábrica de hilados de la asociación local de artesanos que lleva ese mismo nombre y que posibilitó la transformación industrial de la lana de este pueblo de la Maragatería.
El edificio cuenta con una estructura de planta rectangular y con un patio interior que ilumina el espacio y soporta las cerchas de madera originales de la cubierta. En la primera intervención se habían eliminado tabiquerías y renovado las correas, entablado y tejas de dicha cubrición, además de la sustitución de los antiguos paneles de fibrocemento situados bajo estas últimas por otros de tipo onduline, aunque, sin incorporar aislamiento. No obstante hoy en día se encontraba muy deteriorada, lo que provocaba la entrada de agua que comprometía la estabilidad de esa cubierta, donde se ha intervenido actualmente.
Además se han hecho reparaciones de los rejuntados y enfoscados exteriores en fachadas afectados por humedades, y también al lijado y barnizado de los pavimentos de madera que corresponden con los recorridos interiores del museo. También se acometieron intervenciones puntuales de adecuación del edificio a la normativa contra incendios mediante la instalación de elementos de señalización, protección y extinción.
El diputado de Cultura, Arte y Patrimonio, Emilio Martínez, visitó este espacio junto al alcalde de la localidad, Luis Alfonso Cordero y el coordinador del ILC, Emilio Gancedo. Martínez destacó que se trata de uno de los espacios “más singulares y destacados de cuantos tenemos en la provincia, y explica a la perfección la larga tradición textil del Val y de toda Maragatería, permitiendo que siga siendo un saber vivo”.