Trabajadores de la factoría leonesa Recuperación de Materiales Diversos (RMD) han calificado hoy de “accidente” el incendio que sufrieron sus instalaciones en Ardoncino en verano de 2015 y tras más de veinte días arrasó más de 12.000 toneladas de neumáticos y diversos materiales en su almacén, según han declarado en el juicio penal abierto este miércoles contra la empresa.
En el inicio del juicio, el abogado defensor del único acusado por el incendio, el gerente y administrador único de RMD, Arturo Roberto López Aguallo, ha pedido la anulación por la indefensión del acusado, una petición que ha sido desestimada por el juez al considerar que la cuestión ya había sido dirimida por la Audiencia Provincial, la cual tuvo que reabrir el archivo del caso por dos ocasiones.
Así ha arrancado el juicio en el Juzgado de lo penal 1 de León, en el que la Fiscalía pide la absolución y en el que actúa en solitario la acusación de Ecologistas en Acción, la cual reclama una pena de un año de cárcel por el delito de incendio y otros 6 meses de prisión, además de una multa de 10 meses a 300 euros diarios durante 10 meses e inhabilitación durante un año para ejercer la dirección de una empresa de residuos por el delito contra el medioambiente por los graves efectos del siniestro.
Los trabajadores en sus declaraciones ante el titular del el Juzgado de lo penal 1 de León han descargando de responsabilidad a la empresa en las causas del incendio aunque han reconocido que se “descontroló”.
Sólo uno de los trabajadores ha aportado alguna hipótesis sobre el posible origen del incendio, que ha achacado a la “oxidación del hierro que junto a las altas temperaturas” pudieron ser el origen de unas llamas que se “extendieron rápidamente”.
Otros trabajadores no se han atrevido a ofrecer una causa del incendio, aunque sí han reconocido que previamente al incendio se habían producido otros conatos “espontáneos” en la zona de acumulación de hierro que pudieron ser sofocados con facilidad. Los trabajadores han recalcado que para la extinción de incendio se actuó con rapidez y se utilizaron todos los medios disponibles desde el primer momento, que la empresa les había facilitado formación en este tipo de emergencias y en prevención de riesgos y que se contaban con medios, los cuales no fueron suficientes ante la magnitud de las llamas.
A este respecto, han respondido que todos los trabajadores trabajaron en la extinción de las llamas, incluso se llamó a trabajadores que no se encontraban en ese momento en la planta porque estaban de descanso, incluido el acusado que participó en las tareas de extinción a consecuencia de las cuales sufrió quemaduras en un brazo.
Dos horas en llegar los Bomberos
Otro de los trabajadores de la planta, en plantilla desde el año 2006, lamentó que los servicios de extinción de los Bomberos “tardarán hasta dos horas en llegar”, coincidiendo que desde el principio se utilizaron todos los medios disponibles, sobre todo con agua, ya que no se pudieron utilizar las máquinas debido al calor del propio incendio registrado en una acumulación de hierro que se encontraban junto a neumáticos apilados.
Ecologistas en Acción mantiene que el incendio se descontroló porque junto a los neumáticos había una montaña de materiales heterogéneos, como hierros, colchones, plásticos textiles, cartones y aerosoles que, según el Real Decreto 1619/2005, se prohíbe tener junto a los neumáticos por el riesgo de incendio.
“Extrañeza” con los resultados de la Junta
Asimismo, la acusación mantiene que como consecuencia del incendio, resultaron contaminados elementos vegetales del entorno, como uvas y hierba, con sustancias muy peligrosas para la salud humana como los PCBs efecto dioxina, según analítica de la Universidad de A Coruña, y el cauce de acequias aledañas por el agua de extinción, según los datos remitidos por la Confederación Hidrográfica del Duero.
La asociación muestra su “extrañeza” en que los diversos informes elaborados por la Junta no encontraran contaminación significativa después de la combustión de 12.000 toneladas de neumáticos, que emite una serie de contaminantes dañinos para el medio ambiente y la salud de las personas.
El juicio, en el que se prevé que testifiquen 25 personas, entre testigos y peritos, continuará este jueves 19, mientras que la declaración del único acusado por estos hechos se ha pospuesto al próximo 17 de enero de 2025.