La Junta de Castilla y León elevó en la tarde de este sábado el nivel 2 del Índice de Gravedad Potencial (IGR) para el incendio forestal declarado en la noche de este viernes en la localidad leonesa de Pendilla de Arbás, perteneciente al término municipal de Villamanín de la Tercia, debido a que representa una “amenaza seria” para las poblaciones, que puede exigir medidas de socorro de la población o protección de bienes. De hecho, según informa la Subdelegación del Gobierno en León, ya se ha procedido a desalojar la localidad de Tonín de Arbas (20 personas han sido trasladadas al albegue de Villamanín).
El fuego, de carácter presumiblemente intencionado tras constatarse que prendió por siete puntos diferentes, se inició a las 23.40 horas de este viernes y sobre las 9.20 horas de este sábado alcanzó el nivel 1 del IGR por la previsión de tardar más de doce horas para estabilizarlo y a que podía suponer leves restricciones para la población o leve afección a infraestructuras.
En el lugar trabajan alrededor de 40 medios, entre los que se encuentran siete agentes medioambientales o celadores, dos técnicos, cuatro cuadrillas terrestres y seis helitransportadas, tres bulldozer, cinco autobombas, dos helicópteros y un medio perteneciente a otra administración.
El incendio, que se agravó en la tarde del sábado por un cambio de viento, se encuentra en las inmediaciones del núcleo urbano de Pendilla, y cerca de la carretera LE-35009, en cuyo arcén se originó, por lo que según los técnicos todo apunta a la intencionalidad de las llamas.
El fuego sigue sin dar un respiro a la provincia leonesa, que ha sufrido el peor verano de incendios y superficie calcinada que se recuerda y cuando aún mantiene nueve incendios como controlados y sin llama pero con peligro de que se puedan reavivar focos.
Fuentes de la Junta de Castilla y León detallaron que la mayoría de las personas desalojadas en el pueblo de Tonín tienen una vivienda habitual en otro lugar, pero aquellos que lo necesiten pueden alojarse en el albergue de Villamanín de la Tercia. Asimismo, aseguraron que, por el momento, no hay ningún otro pueblo amenazado por las llamas y apuntaron que ha comenzado a llover en el lugar, lo que podría ayudar en las labores de extinción.