El semanario Bierzo 7 se despide después de 30 años

Nuria Martínez / InfoBierzo

Editar el último número de Bierzo 7 ha sido para Mar Iglesias -actual Coordinadora- y sus compañeros de redacción una de las tareas más complicadas a la que se han enfrentado en los últimos años. A partir de este miércoles, el semanario berciano con más identidad de la Comarca dejará de tatuar con su tinta las historias que desde 1984 han pretendido ir más allá de la actualidad fijando la mirada en aquellas cosas que para muchas personas o medios pasaban desapercibidas, “pero que en el fondo también necesitaban un hueco para ser narradas”.

A lo largo de los últimos 31 años, después de que Alberto Villaverde y Mario Tascón apostaran por dar vida a la popular cabecera color cian, Bierzo 7 ha sido testigo presencial de los cambios que ha sufrido esta región en materia política, social e industrial. “Nació con la pretensión de hacer Bierzo, de ser altavoz de sus gentes, de vender una marca en la que los que vivimos aquí confiamos al 100% y, a pesar de todos los esfuerzos, nos vamos con la sensación de que la Comarca sigue sin hacer”. Quizás, una de las consecuencias de esa falta de unión y de identidad que “tanto anhelamos” es, precisamente, “el cierre de este medio”, confiesa la coordinadora del semanario.

A pesar de que el vacío ya empieza a ser una realidad en la sede del periódico más antiguo de la capital berciana, es inevitable pasearse por su redacción sin impregnarse de las sensaciones vividas entre esas cuatro paredes. Y es que esa redacción ha sido, en gran parte, la casa de los que todavía hoy siguen recopilando archivos y maquetas con las mil y una noticias que han pasado por sus manos. “El que menos, lleva aquí 18 años y la que más 24. Imagínate”, explica Iglesias casi emocionada. “Sin duda, Bierzo 7 ha sido nuestra casa durante muchísimo tiempo y echar la llave va a ser duro, sobre todo por la gran familia en la que nos habíamos convertido”. Pero el malestar de la noticia del cierre del periódico no ha sido solo para los empleados del medio, sino también para los 2.000 suscriptores que a día de hoy siguen siendo fieles al semanario que un día fue pionero en la Comarca.

La periodista de Bierzo 7 confiesa que durante las últimas semanas los mensajes de apoyo, a la vez que de cabreo y de consternación, han sido innumerables. “Hay muchos lectores que aquí han encontrado su hueco y ahora se preguntan ¿quién va a responder por nosotros?”. Mar reconoce que el semanario era la respuesta para mucha gente “y la pena es que nos hemos dado cuenta cuando ya estamos a punto de irnos”.

Quizás, la inmediatez de las noticias y la aparición de los medios digitales han sido una de las principales amenazas para el semanario independiente, pero no la causa final de su historia. “Nos hemos intentado adaptar a la nuevas tecnologías, sobre todo a partir de nuestro 30 aniversario, pero bien es cierto que Bierzo 7 no podría entenderse sin las caricias que ofrece el papel”. La intención ha sido en todo momento “poder combinar los dos métodos de informar”, señala la responsable, “pero nunca perdiendo la esencia por la que nació este periódico”. Hay que tener en cuenta que muchos de nuestros suscriptores han recibido en su casa los 1.648 números que han salido de la imprenta. “Ellos compraron un producto que podían tocar, oler y recopilar y trasformarlo sería como traicionar la confianza que un día depositaron en esta cabecera”.

“Han pasado los años, pero las noticias siguen siendo las mismas”

Acudir a la hemeroteca de Bierzo 7 -en sus primeros años Bierzo 7 días- es toda una aventura para cualquier berciano. “Es una paradoja descubrir que aunque hayan pasado tantos años, en realidad, los periodistas seguimos contando lo mismo día tras día”. Cuando Mar entró en la plantilla del semanario, hace 18 años, las noticias más importantes y que más fervor causaban entre los ciudadanos eran “minería, metal, problemas laborales, temas de identidad berciana, un Consejo Comarcal que intentaba buscar su sitio en la provincia y en la Comunidad...”. Y ahora... los “dolores de cabeza siguen siendo los mismos”, bromea.

Tanto para ella como para sus compañeros, César Fernández, Mª Dolores Fernández y Sara Vidal lo mejor de toda esta época ha sido, precisamente, “el lazo de unión que hemos forjado con cada adversidad con la que nos hemos topado, pero también con todos los buenos momentos que hemos vividos juntos”. Por la redacción de Bierzo 7 han pasado numerosos periodistas conocidos en la Comarca que hoy han despuntado en otros medios de comunicación a nivel regional e, incluso, por toda la geografía española, pero “bien es cierto que, a todos ellos, siempre les ha quedado ese sentimiento de pertenencia”. Como bien describe la coordinadora de la publicación a todos les ha tocado aprender y enseñar “hasta el punto de poder decir que conoces bien tu casa”. Atrás se quedan horas y horas de entrevistas “que se acababan convirtiendo en confesiones”, kilómetros recorridos en busca de los testimonios más recónditos, madrugones para encontrar el silencio del despacho o las prisas para llegar a tiempo al cierre de la edición. “Todo esto nos ha ido moldeando durante nuestra trayectoria y, sin duda, es lo que nos ha convertido en lo que somos hoy en día”, sentencia.

De la rotativa de La Región en Ourense a Ponferrada

Asimismo, los cambios no solo se han producido en la parte humana de Bierzo 7, sino que el rotativo también ha sido testigo de nuevas formas de diseño, de presentación, de gerencia (cambiando de propietarios en los años 90 debido a problemas económicos y pasando así a manos de los gerentes de la constructora Cymotsa, Jesús Vidal Asenjo y Efrén Balnco Merayo) e, incluso hasta de sede. Y es que la redacción ha recorrido gran parte de Ponferrada desde su puesta en marcha: de la Avenida de España, a General Vives y la Avenida del Ferrocarril hasta asentarse en el Polígono Industrial, donde ha compartido espacio durante los últimos años con su imprenta, que anteriormente estaba funcionando en Camponaraya.

Atrás quedaron, sin embargo, las prisas de los primeros trabajadores de Bierzo 7 por coger un tren para imprimir los ejemplares en las rotativas de La Región de Ourense y traerlos de nuevo a la Comarca para llegar a tiempo a su reparto. Sin embargo, si hay algo que siempre se ha mantenido es la identidad de un rotativo que encumbra un color corporativo que se ha impregnado en la memoria de todos los bercianos haciéndola suya con la importante palabra 'Bierzo'. “Quizás hay muchas personas que nunca han leído el semanario, pero que, aún así, reconocen sin ninguna duda nuestra carta de presentación”, enfatiza la periodista.

De la rotativa de La Región en Ourense a Ponferrada

Asimismo, los cambios no solo se han producido en la parte humana de Bierzo 7, sino que el rotativo también ha sido testigo de nuevas formas de diseño, de presentación, de gerencia (cambiando de propietarios en los años 90 debido a problemas económicos y pasando así a manos de los gerentes de la constructora Cymotsa, Jesús Vidal Asenjo y Efrén Balnco Merayo) e, incluso hasta de sede. Y es que la redacción ha recorrido gran parte de Ponferrada desde su puesta en marcha: de la Avenida de España, a General Vives y la Avenida del Ferrocarril hasta asentarse en el Polígono Industrial, donde ha compartido espacio durante los últimos años con su imprenta, que anteriormente estaba funcionando en Camponaraya.

Atrás quedaron, sin embargo, las prisas de los primeros trabajadores de Bierzo 7 por coger un tren para imprimir los ejemplares en las rotativas de La Región de Ourense y traerlos de nuevo a la Comarca para llegar a tiempo a su reparto. Sin embargo, si hay algo que siempre se ha mantenido es la identidad de un rotativo que encumbra un color corporativo que se ha impregnado en la memoria de todos los bercianos haciéndola suya con la importante palabra 'Bierzo'. “Quizás hay muchas personas que nunca han leído el semanario, pero que, aún así, reconocen sin ninguna duda nuestra carta de presentación”, enfatiza la periodista.