El carbón ya había sufrido varias reconversiones, pero todavía era protagonista principal en una comarca minera como la del Bierzo cuando en 2001 el entonces secretario de la asociación conservacionista Tyto Alba, Toño Nespral, tenía que explicar una aparente contradicción. ¿Cómo grupos de carácter ecologista se oponían también a la extensión de fuentes energéticas renovables como los parques eólicos? Cuando dos décadas después se reproduce la misma pregunta ante parecidas circunstancias, Nespral, ahora portavoz de la asociación ambientalista A Morteira, se remite al negro mineral para hablar de los molinos: “El modelo es el mismo que el del carbón: extractivo y destructivo”.
Cuando en 2016 se creó la Asociación Cultural Bierzo Vivo, la minería del carbón ya tenía fecha de caducidad. Su impulsor, Nicolás de la Carrera, hacía años que había llegado de Senegal para hacer de la tierra de sus antepasados, Los Barrios de Salas (Ponferrada), una fuente de oportunidades de desarrollo vinculado a su patrimonio monumental, pero también sin olvidar al paisajístico y natural. “Yo siempre estuve a favor de las renovables frente a la economía de la mina. Y el futuro que veo es el de una economía verde”, cuenta De la Carrera sin ocultar su preocupación por los planes para implantar entre Los Barrios y San Cristóbal de Valdueza, sin salir del término municipal de Ponferrada, una “gran central fotovoltaica”. “Se trata de beneficiar a los de siempre”, recela ahora que, tras consolidar un festival multicultural como Villar de los Mundos, intenta que echen raíces otras iniciativas como un bosque terapéutico de castaños.
El carbón ya era pasado cuando en marzo de este año 2021 la solicitud para crear un macroparque eólico en Barjas puso en pie de guerra al Bierzo Oeste. La preocupación se canalizó a través de la creación de la plataforma Rural Sostenible, que rápidamente trató de buscar aliados en una batalla que no entiende tampoco de fronteras geográficas. Y así encontró ya a principios de abril la complicidad de las gentes de la sierra gallega del Courel (Lugo) para programar una marcha que confluyó precisamente en el alto fronterizo del Revelo tras partir de tres lugares diferentes, uno de ellos Busmayor (Barjas), donde se aloja el hayedo más occidental de Europa. La labor de concienciación social ha sido como un reguero de pólvora. “Y pensamos que más del 80% de la población de la zona ya está en contra de estos proyectos”, expone su portavoz, Susana Davila.
Colectivos de carácter ecologista tuvieron hace dos décadas que explicar por qué se oponían a proyectos renovables que se veían como contrapuestos al carbón. Pero el modelo, tercia desde A Morteira Toño Nespral, es el mismo: extractivo y destructivo
Más apartada de las cuencas carboneras, la Cabrera goza todavía de un recurso económico principal de la mano en este caso de la minería no energética. La pizarra tiene aún peso en una generación de recursos a la que se intentan sumar otros activos como la recuperación y puesta en valor de la impresionante red de canales romanos vinculados a la explotación aurífera de Las Médulas (los recursos ya salían de debajo de la tierra hace dos mil años) y la tramitación del geoparque Médulas-Teleno. Macroparques eólicos como los planteados para la zona (cinco proyectos que suman 88 aerogeneradores hasta ahora puestos sobre el papel) “se llevarían por delante” estas dos iniciativas, llamadas a aportar ingredientes más sostenibles a la tarta económica de la comarca, según explica la portavoz de Cabrera Despierta, Raquel Palacio Vila, representante de una plataforma constituida el pasado mes de abril.
“Hace falta unidad”
Desde Tyto Alba hasta Cabrera Despierta, alrededor de una veintena de colectivos han unido fuerzas para convocar una concentración este sábado a las 12.00 horas en la Plaza de Lazúrtegui de Ponferrada coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Medio Ambiente. El lema de la protesta es 'Otro modelo energético es posible'; una forma de decir que la oposición no lo es a las energías renovables, sino a la manera en la que se están presentando los proyectos, así como sus propias dimensiones. El hecho de que tantas y tan variadas asociaciones arropen la convocatoria no es baladí. “Se han juntado muchos colectivos en muy poco tiempo. Esto creará cohesión. Y hace falta porque en el Bierzo falta unidad”, señala Nicolás de la Carrera, a la sazón autor del cartel, en el que se compara de forma muy gráfica la altura de un aerogenerador (200 metros) con la de la Torre de la Rosaleda de Ponferrada (el edificio más alto de Castilla y León, con 107 metros) o la Basílica de la Encina (50 metros).
Yo siempre estuve a favor de las renovables frente a la economía de la mina. Y el futuro que veo es el de una economía verde, dice al frente de Bierzo Vivo Nicolás de la Carrera, que ha consolidado en Los Barrios de Salas un festival multicultural como Villar de los Mundos y ahora pretende que eche raíces un bosque terapéutico de castaños mientras ve con recelo de habilitar en el entorno una gran central fotovoltaica
La Cabrera alta y la Cabrera baja van por primera vez en mucho tiempo al alimón en Cabrera Despierta, que no quiere ni oír hablar de parques eólicos. “Hay lugares humanizados donde el impacto sería mínimo. Si al implantar una energía limpia te llevas por delante la biodiversidad, estás generando un perjuicio. Y se produciría un expolio a cambio de nada”, apunta Raquel Palacio Vila al incidir en que “la gente de más edad se muerte de pena al pensar que van a estropearles el monte”. De implantarse algunos de esas infraestructuras planteadas, se daría la paradoja de que habría que construir grandes viales para transportar los materiales en una zona con carencias en materia de carreteras y comunicaciones, añade el colectivo.
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Si en la Cabrera este tipo de estructuras afectaría a la red de canales romanos y al proyecto de geoparque, en el Bierzo Oeste supondría un golpe en la línea de flotación de nuevos modelos de desarrollo vinculados a la agroindustria con la explosión de marcas de calidad alimentarias y exponentes como los viñedos o las cerezas de Corullón, sugiere Rural Sostenible. Logrado el consenso de la población en contra de estas iniciativas, está por ver la respuesta de las administraciones. La organización cita las mociones de respaldo a sus planteamientos obtenidas de varios ayuntamientos de la zona. “Pero, por ejemplo, el alcalde de Barjas (el socialista Alfredo de Arriba) está a favor o esperando a ver lo que le dan”, contrasta Susana Davila.
La Cabrera busca modos de desarrollo alternativo como la recuperación de los canales romanos de Las Médulas o el geoparque Médulas-Teleno. Macroparques eólicos como los planteados para la zona (cinco proyectos que suman 88 aerogeneradores hasta ahora puestos sobre el papel) se llevarían por delante estas dos iniciativas, sostiene Cabrera Despierta
Ayuntamientos y juntas vecinales se encuentran a la expectativa del impacto de proyectos que llegan en aluvión a través de los boletines oficiales. Hay pedanías que sacan la calculadora y echan cuentas de posibles beneficios económicos por la instalación de molinos en sus montes. “Aquí ni siquiera”, tercia Nicolás de la Carrera desde Los Barrios, que fue ayuntamiento hasta que se anexionó en 1980 a Ponferrada y hoy no es ni junta vecinal. “Yo, aun así, tampoco cambiaría el monte por dinero. El mayor beneficio es estar libre de este tipo de montajes tan grandes”, agrega al contraponer el argumento con la iniciativa para habilitar un huerto solar, un proyecto “más razonable” en el que “el impacto sería mínimo”.
“Que se regule” el modelo
Con la perspectiva que dan dos décadas de experiencia, Toño Nespral ve con buenos ojos la incorporación de nuevos colectivos a la lucha contra un modelo energético que ha resurgido de sus cenizas “al calor de la descarbonización”. Nespral habla de “monopolio eólico” y explica el proceso en cuatro pasos: “Viene una gran empresa, ocupa el espacio, te arruina todo y tú pagas la misma factura”. Y, a renglón seguido, aclara: “Nosotros no nos oponemos a las energías renovables, pero queremos que todo esto se regule”. Lo dice con conocimiento de causa quien hace unos años comprobó que una empresa “estaba domiciliada en la puerta de un patio en Villafranca del Bierzo” y ahora reconoce que colectivos como el suyo están “desbordados” ante la avalancha de solicitudes con que muchos días se desayunan en los medios de comunicación.
El portavoz de A Morteira resalta el hecho de que muchas de las iniciativas se concentran en “zonas muy despobladas del medio rural” a la espera de encontrarse con “poca o nula contestación social”. Sin embargo, incluso en un contexto de crisis sanitaria, la población local se ha organizado. “En los pueblos al final el centro social es el bar”, dice desde el Bierzo Oeste Susana Davila, quien advierte de que los ayuntamientos “tienen el poder de no conceder las licencias de obras”, al tiempo que pone en solfa el argumento de la Junta según el cual sería “muy meticulosa” con la afección a “zonas protegidas”. “Y aquí la única que está protegida es la Reserva de la Biosfera de los Ancares Leoneses”, opone sin descartar que en un momento dado la batalla pueda trasladarse el ámbito judicial.
Rural Sostenible nació en marzo contra en el Bierzo Oeste contra el macroparque de Barjas. Trazó en abril una movilización conjunta con sus vecinos gallegos. Y ahora en junio dice que su mensaje ha calado: Pensamos que más del 80% de la población de la zona ya está en contra de estos proyectos
Con la vista puesta en el retrovisor, la concentración de este sábado en Ponferrada remite a otros momentos como las grandes movilizaciones como el proyecto de incinerar residuos en Cementos Cosmos de Toral de los Vados. La plataforma Bierzo Aire Limpio canalizó entonces la respuesta social, que rebrotó en otros momentos al hilo de episodios como el incendio de la Tebaida berciana. Ahora que las manifestaciones no pueden ser tan numerosas, los convocantes se conforman con lograr una participación que consiga que su voz haga eco en los despachos de las administraciones públicas.
“Habiendo respuesta social, las administraciones tendrán que replantearse las cosas”, considera la portavoz de Rural Sostenible. “Estamos en un momento dulce porque en otras otras zonas de España como Galicia, Asturias o Cataluña también están produciéndose movimientos en contra”, dice el responsable de Bierzo Vivo. “Esperemos que nuestro mensaje se entienda”, desea la portavoz de Cabrera Despierta. “Lo mínimo es que las administraciones cumplan la ley protejan las zonas”, abunda el portavoz de A Morteira evocando aquella batalla planteada hace veinte años, que se forjó en una manifestación en Lazúrtegui y se vistió de Carnaval en Ponferrada, pero no impidió la construcción de parques en Palacios de Compludo y el Redondal. Además de cuestionar el impacto en el empleo, Toño Nespral alude al agravante de una vida útil de las instalaciones que cifra en apenas 25 años. “¿Y luego quién lo va a retirar?”, se pregunta retóricamente y se contesta remitiéndose al carbón: “Nosotros, como lo hicimos con las escombreras de las minas”. Y así su respuesta cierra un círculo de dos décadas soplando contra molinos de viento.