La inyección de insulina que mató a una anciana estaba solo accesible para las enfermeras de la residencia de León

EFE

7 de mayo de 2025 20:01 h

La enfermera que atendió a la anciana de 98 años que falleció por una inyección de insulina en la Residencia de Mayores Virgen del Camino de León el 17 de agosto de 2022, una muerte por la que está siendo juzgada otra auxiliar de enfemería, ha asegurado que los medicamentos se encontraban bajo llave que tenían los auxiliares. 

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de León ha celebrado este miércoles la segunda sesión del juicio con jurado popular contra la auxiliar acusada del asesinato por la muerte de una anciana de 98 años tras suministrarle supuestamente insulina después de que supuestamente la agrediera. La Fiscalía pide para ella la prisión permanente revisable.

Entre los testigos que han prestado declaración este miércoles se encontraba la enfermera de la residencia que atendió a la anciana al día siguiente de la agresión y que realizó el informe cuando la mujer empezó a sentirse mal y que derivó en su ingreso en el hospital, donde falleció dos semanas más tarde.

La testigo ha explicado que echó en falta un bolígrafo inyectable de insulina y ha explicado cómo se guardan los medicamentos. Las auxiliares de enfermería tenían llave donde se guardaban, entre ellos los bolis de insulina, que no encontraron por ningún sitio. Solo una residente los necesitaba y no era la anciana que falleció al serle administrado uno de ellos.

A preguntas de la Fiscalía, la enfermera encargada de preparar toda la medicación de los pacientes, ha apuntado que tras el ingreso de la anciana los sanitarios del Hospital le informaron de que sufría hipoglucemia severa “lo cual me extraño porque ella no era diabética”.

A este respecto, ha apuntado que la anciana se encontraba en perfectas condiciones y “hablaba normal” el día anterior y que un ataque de este tipo solo podía darse por una dolencia o tumor no diagnosticado o por la inyección de insulina, momento en el que se percató que le faltaba el bolí de insulina que se suministraba a la única residente diabética del centro.

Una coincidencia que no pasó inadvertida, por lo que tras comunicarlo en la residencia denunció la desaparición de este medicamento a los sanitarios que atendían a la anciana en el Hospital, donde falleció dos semanas después.

Por su parte, la Defensa ha insistido en cómo se controlaban y almacenaban los medicamentos y ha recordado que la anciana sufrió Covid, descartando la enfermera que su fallecimiento pudiera deberse a esta causa “ya que sus síntomas fueron muy leves y tan si quiera tuvo que ser necesario su ingreso”.

Por otra parte, el entonces recepcionista de la residencia no ha podido avalar con su declaración la tesis del fiscal de que la acusada acudiera a la habitación de la anciana tras la supuesta agresión por la que fue enviada a casa.

También han declarado los dos policías que acudieron el 17 de julio de 2022 tras la denuncia de una de las trabajadoras de una supuesta agresión de la acusada a la anciana.  Han asegurado que no pudieron interrogarla por su estado ya que la habían medicado para dormir, por lo que siguieron el protocolo y pidieron la asistencia de un médico del Sacyl.

Asimismo, en el interrogatorio de los policías a la acusada está les explicó que las quejas de la anciana se produjeron cuando realizaba los necesarios cambios posturales que se realizan a los residentes cuando duermen.

De hecho, de la supuesta agresión no hubo testigos visuales más que la denuncia de otra auxiliar de enfermería que escuchó golpes y tortazos y oyó gritar a la anciana “no me pegues, no me pegues”; unos hechos tras los cuales la directora del centro mandó a la acusada a su casa tras responder a la Policía y hasta que se aclarasen los hechos.

Un momento, en el que según la versión de la Fiscalía la acusada decidió inyectarle a la anciana insulina con el objetivo de matarla y evitar las posibles consecuencias a su agresión, y por la que pide una pena de prisión permanente revisable.

Una agresión que, por otra parte, tampoco ha podido ser confirmada por la médico del Sacyl que atendió a la víctima, profesional, la cual también ha declarado que desnudaron a la anciana pero no encontraron heridas o marcas de ninguna agresión visible, “solo algunas heridas superficiales que eran muy anteriores”. Este jueves 8 de mayo está previsto que declare la acusada.