El humo de los incendios invade las ciudades de la provincia de León pese a estar a muchos kilómetros de distancia

Los incendios forestales no sólo están abrasando los montes de la provincia de León sino que han comenzado a afectar a las propias ciudades de la provincia. Hoy León capital se ha levantado inmersa en una nube de humo que proviene de los múltiples siniestros que asolan la provincia, no sólo es visible la humareda en las calles sino que sus vecinos huelen a madera quemada.

En Ponferrada, capital de la Comarca de El Bierzo, el alcalde ha emitido un bando preocupado por la enorme cantidad de partículas finas que llegan de los incendios que la rodean, entre ellos el que quemó la zona arqueológica de Las Médulas.

En el sur de León se han dado circunstancias como que en Santa María del Páramo, en el sur de León, nieva ceniza.

Según la Junta de Castilla y León “debido a una inmersión térmica, el viento y los diferentes incendios que hay activos en la provincia, se ha generado la masa de humo que actualmente hay sobre la ciudad de León”.

Y todos estos fuegos, tres de ellos aún en nivel 2, y las nubes de humo han empeorado muchísimo el Índice de Calidad del Aire, que ayer ya se encontraba entre uno de los peores de Europa, con niveles de peligrosidad alcanzando el 155 en PM2,5. Y hoy está ya en 179 en la zona de las tierras colindantes de la capital leonesa, que está a más de cincuenta kilometros de los incendios forestales más cercanos, los de Omaña y el Sur de León, en la zona de Castrocalbón, la parte afectada por el incendio zamorano de La Carballeda.

En las estaciones controladas por la Junta, como la de Carracedelo, en el Bierzo, se superan los índices por encima de 100 PM10 y también se encuentra por encima de 100 en ozono.

Bando del alcalde de Ponferrada

Esta mañana se ha hecho público aviso oficial del Ayuntamiento de Ponferrada, firmado por el alcalde, Marco Antonio Morala López, en el que se comunica a la población una serie de recomendaciones debido a un episodio de intrusión de partículas de polvo consecuencia de los incendios que se están produciendo en la zona.

El comunicado indica que, a partir del martes 12 de agosto de 2025, se aconseja a las personas con problemas respiratorios que limiten al máximo las actividades al aire libre, especialmente aquellas que impliquen un esfuerzo físico. También se pide que actividades como campamentos, colegios o clubes deportivos eviten desarrollarse al aire libre.

En cuanto al transporte, se recomienda reducir los viajes y, en la medida de lo posible, compartir coche o usar medios de transporte colectivo. Asimismo, se sugiere limitar la velocidad de circulación en zonas afectadas por el episodio, con un rango que va desde los 50 kilómetros por hora a los 20, según la ubicación.

Por último, el aviso enlaza a un portal de la Junta de Castilla y León donde la ciudadanía puede consultar la calidad del aire en tiempo real, con el fin de adoptar las precauciones necesarias según evolucione la situación.

Se espera que algunas lluvias limpien el aire por la tarde, pero se prevé que sean débiles.

Recomendaciones ante la mala calidad del aire

Desde el mediodía, un denso humo impregna toda la ciudad dejando un olor inconfundible en el aire. A los incendios activos se suma un episodio de intrusión de partículas de polvo africano, lo que agrava aún más la situación y explica como la calidad del aire se deteriora continuamente.

Las previsiones apuntan a que en las próximas horas la calidad del aire podría empeorar notablemente en diferentes puntos de la provincia, llegando a niveles muy desfavorables. Según advierte la Junta de Castilla y León, las personas pertenecientes a grupos de riesgo o especialmente sensibles —como quienes padecen enfermedades cardiorrespiratorias o alergias graves— deberían reducir las actividades prolongadas y de esfuerzo al aire libre.

En particular, las personas con asma o problemas respiratorios deben seguir de manera estricta su plan de medicación. Por su parte, quienes tengan afecciones cardíacas podrían experimentar síntomas como palpitaciones, dificultad para respirar o una fatiga poco habitual, por lo que se recomienda extremar las precauciones.