Que los hórreos no se pierdan, y menos a causa de cuestiones de carga económica. Esta es la fisolofía de una iniciativa de Podemos en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados que ha resultado aprobada esta semana con forma de Proposición no de Ley, para eximir en toda España del pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) a los propietarios de hórreos, paneras, cabazos y en el Bierzo y Ancares también a las pallozas.
Por 23 votos a favor y 14 en contra, la Comisión de Cultura aprobó la iniciativa del grupo parlamentario Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, tras lo cual el Gobierno del PP deberá ahora articular la forma de eximir del abono del IBI a estas construcciones. En todos los medios de comunicación se ha centrado esta medida como que beneficia a Asturias y Galicia. Incluso desde Cantabria, el diputado de Ciudadanos Félix Álvarez Felixuco ha criticado que se ciña a estas dos Comunidades, porque “también están en Cantabria”.
Pero el parlamentario cántabro yerra el tiro de su crítica. Porque el texto aprobado deja bien claro que no hay límites, y el Gobierno deberá “acometer las reformas normativas necesarias para extender la exención del pago del IBI a la totalidad de hórreos, paneras y cabazos existentes”. Sean de donde sean.
Mapa de ubicación de los hórreos en españa realizado por W. Carle en 1942.
También de León, donde los expertos coinciden en cifrar en 330 a día de hoy las construcciones de este tipo, que básicamente se localizan en las comarcas de Picos de Europa, Babia, Laciana, Alto Sil, Ancares y el Bierzo. Sólo en la provincia de León hay dos valles -Valdeón y Laciana- que acumulan en torno a 90 ejemplares cada uno.
¿Qué es un hórreo?
El hórreo, llamando tradicionalmente órriu o horru en la lengua asturleonesa, es un construcción elevada que combina diferentes materiales (piedra, madera, teja, losa) para conseguir un espacio adecuado para la conservación de alimentos esenciales para una familia o para un pueblo. Puede referirse a él como un granero para zonas con elevada humedad o pluviometría.
Su principal estructura se compone de cuatro pegollos o pilares (que pueden ser de piedra, mamposteria o madera) los cuales sustentan la estructura cúbica que forma el interior del hórreo, bajo un tejado (de losa o teja). Entre la caja y los pegollos se localizan los tornarratos, que son grandes piedras que impiden que los roedores trepen al interior de la estructura, tal y como lo explicaba el blog de iLeon.com de La Senda del Hayedo.
Los mayores expertos de estas construcciones son, sin duda, los arquitectos Eloy Algorri y Enrique Luelmo, que suman un cuarto de siglo estudiando esta construcción tradicional. Ellos han demostrado que detrás de Galicia y Asturias, León es el tercer territorio español en número de hórreos.
El hórreo de Las Bodas (Boñar), una joya única
Y ponen en valor la existencia de un auténtico monumento, como es el hórreo de Las Bodas (Boñar), al que se atribuye el siglo XVII como fecha de construcción y que pasa por ser el más antiguo construido exclusivamente en madera de toda la Península Ibérica. Y sin un solo clavo. Hoy ya es patrimonio de la Diputación desde 2015 tras una cesión de sus propietarios y forma parte de los fondos del Museo Etnográfico de la institución provincial.
60 ejemplares perdidos en 30 años
Elgorri, autor de varios estudios y libros, resalta que en 1982 José Luis González Arpide ya realizó un censo muy fiable que contabilizaba sólo en la provincia leonesa un total de 392 hórreos. Eso significa que en apenas los últimos 30 años han desaparecido de manera irreversible 60 ejemplares en León.
Destaca en su tesis 'El caso del hórreo cantábrico' que “el hórreo en la provincia de León no puede entenderse indisociado del hórreo asturiano y del galaico oriental, es decir, es una parte del conjunto de hórreos muebles de madera que desde la Edad Moderna tiene en Asturias el principal foco peninsular, al menos a efectos numéricos”.
No existen datos acerca de la carga del impuesto del IBI a que los municipios que conservan estas construcciones someten a sus propietarios, pero la exención que el Gobierno debe ahora articular será un buen apoyo para sus propietarios, para los cuales dejará de ser una carga.