Unas cortes extraordinarias el lunes 15 de octubre de 1821 aprobaron la provincia del Vierzo con capital en Villafranca. El martes día 16 de hoy justo hace doscientos años la Gaceta de Madrid publicó el acuerdo. Nacía la añorada provincia berciana, pero no con capital en Ponferrada, sino en Villafranca con la creación de la Diputación Provincial en esta localidad.
Sin embargo duró poco tiempo –aunque menos tiempo efectivo de administración, ya que el decreto de creación fue del 27 de enero de 1822–, y no llegó a dos años, hasta el 1 de octubre de 1823; lo mismo que le quedaba al Trienio Liberal que la conformó.
En abril de 1823 el rey Felón, Fernando VII, convocó a los Cien Mil Hijos de San Luis y derrocó al gobierno y abolió (por segunda vez) la Constitución de 1812, la Pepa, en la que se basaba la legislación que creaba un intento de reforma territorial... después del adelantamiento leonés, la intendencia de León del siglo XVIII y del último intentado por Napoleón con las prefecturas, cuando en 1810 creó la del Esla (que incluía al Bierzo, a León y a Benavente) con capital... en Astorga.
El caso es que las Cortes liberales, reunidas en sesión extraordinaria el día 14 de hace doscientos años, debatieron la creación de una docena de nuevas provincias y las aprobaron –entre ellas estaba la del Vierzo (sic) con capital en Villafranca... acompañándola la nueva de Valladolid–, pero también acordaron la suspensión de la provincia de Vizcaya.
Villafranca tenía más caché que Ponferrada entonces y había sufrido los estragos de la Guerra de la Independencia contra el francés. De hecho fue paso principal de la huida en desbandada del Ejército de Moore perseguido por Napoleón, la única vez que estuvo a punto de batir en tierra a los ingleses.
Por eso fue elegida como capital, ya que en 1808 destacó la villa por ser Cuartel General del Ejército de Galicia. “Saqueada tres veces por los fugitivos ingleses en la guerra de la Independencia, sería esquilmada por los franceses, que también la ocuparon. Desmantelaron el castillo, robaron la Colegiata y la Anunciada, profanaron las tumbas de San Lorenzo de Brindis y de los marqueses, quemaron el archivo municipal. Aquí murió en 1808 el general que dirigía las tropas españolas contra Napoleón, Antonio Filangieri. Liberada definitivamente a la tercera vez en 1810, se convirtió en el centro de operaciones para la conquista de Astorga, al mando del general Santocildes”, cuenta la página web del ayuntamiento villafranquino, que recuerda cómo los extranjeros la llamaban “la pequeña Suiza”.
Los límites de la demarcación territorial
La provincia del Vierzo se aprobó un tanto apresuradamente. Lo demuestra que primero tuvo una extensión, incluyendo la comarca de Valdeorras que no es gallega sino berciana, y luego estuvieron debatiendo cambiarla ligeramente. El Instituto de Estudios Bercianos lo describe así:
Cuenta entonces con 86.365 habitantes y ejerce su jurisdicción sobre los Partidos Judiciales de Villafranca del Vierzo, Ponferrada, Toreno, y El Barco de Valdeorras, los límites iniciales son: “ Por el Norte, la cordillera que actualmente divide a Asturias de León desde el monte del Cuadro, origen del río Cúa, hasta el nacimiento del río Sil en Leitariegos; al Este, la línea divisoria de aguas al Cabrera y Eria, monte Teleno, puertos de Foncebadón, Fonfría, Manzanal y la divisoria al Sil y al Orbigo, pasando por la montaña de Salientes y siguiendo al collado de Cerredo y puerto de Leitariegos; al sur, las sierras de Cabrera que dan origen al río de este nombre; y por el oeste, el antiguo límite de Galicia desde el monte del Cuadro hasta el origen del Bisuña; de allí seguía por los montes que forman el valle de Orres hasta el puente de Cigarrosa, desde donde continuaba por los altos a buscar las sierras del Exe y Peña Trevinca, siguiendo por el nacimiento del río Casoyo a unirse con las sierras de Cabrera, el valle de Orres y los concejos del Sil de arriba y de Abajo, Salientes, Salentinos y Valseco, Tejedo y Mata de Otero quedaban comprendidos en esta provincia”.
Posteriormente, el 31 de agosto de 1822 se presentan estas rectificaciones pero no se llegan a aprobar debido al restablecimiento del absolutismo: “Por el norte comienza la línea divisoria en el santuario de Nª Sra. de Carrasconte, entre las Babias que quedan acogidas a León y Laciana al Bierzo; sigue por entre la Vega de los Viejos y Lumajo hasta la cumbre de este último pueblo, continuando con la raya con Asturias a buscar el puerto de Leitariegos; camina por los de Cerredo y Cienfuegos a buscar el monte del Cuadro. Por el Poniente, a partir del Cuadro sigue por las sierras de Palo, Pozo, Comeal hasta el puerto de Piedrafita desde donde marcha por las sierras del Cebrero y monte del Faro que dividen aguas a los ríos Valcarce y Lor, Bisuña y Quiroga, hasta buscar el nacimiento del río Soldón; marcha por el curso de este río hasta su confluencia con el Sil; sigue por la margen derecha del Sil hasta su unión con el Bibey; continúa subiendo por la margen derecha de este río hasta el pueblo de Baho inclusive. Por el sur, partiendo del estribo de montaña que hay al Mediodía de dicho pueblo y norte de Buján, sigue hasta el monte de S. Bernabé desde el cual corre por las montañas que dividen las aguas de los valles del Bollo y Viana hasta encontrar los altos de Sobre Ramilo; desde este punto marcha por lo más elevado de las sierras de Porto y Calva a Peña Trevinca, continuando desde aquí a las montañas de La Cabrera que forman las grandes vertientes a los ríos Duero y Sil, siguiendo por la sierra del Yugo. Por el oriente, a partir de la sierra del Yugo, va por los montes de la Portilla, el Colinas y pasando por el oeste de Corporales sigue a lo alto del monte Teleno, sierra de Osma, Foncebadón, Fonfría, dirigiéndose al este de Manzanal, marcha por las montañas aguas vertientes al Sil y Orbigo hasta la montaña de Salientes, situada al oriente de dicho pueblo, desde la que pasa a Río Obscuro y Villar Quemado, para morir de nuevo en el santuario de Carrasconte”.
El caso es que no se nombró al jefe político, lo que hoy sería el presidente de la Diputación Provincial, hasta el 10 de marzo de ese año. El cargo recayó, en Juan de Zárate y Murga. Según indica la enciclopedia colaborativa Wikipedia, los diputados fueron los de la Diputación de León que representaban al Bierzo “estableciéndose formalmente la toma de posesión de las actas de diputados el 5 de mayo de 1822 y el 3 de agosto la elección de jurados y Fiscal”.
Los diputados fueron Benito Lorenzo (párroco de Calamocos), Francisco Monasterio del Palacio (párroco de Bembibre), Eustaquio María González Yebra y Cabeza de Vaca (vecino de Ponferrada), Manuel Mª. Losada (de Portela), Tomás Aquino Prada (de Rubiana), Antonio Valcarce (de Ponferrada) y Genadio Núñez (de Villafranca); los suplentes serían Joaquín Válgoma (Cacabelos), Francisco Francia (Villafranca) y Pedro Regalado Gabilanes (Columbrianos). La sede de la Diputación será el Colegio de los Jesuitas de Villafranca. El 21 de agosto Carlos Josef de Villapadierna y Sierra.
El fin de la nueva provincia berciana (y de Valdeorras)
La resistencia de Fernando VII a aceptar las políticas del Trienio Liberal llevó a que en 1823, tras un difícil mandato lleno de sublevaciones absolutistas, Francia decidiera acudir en ayuda de la monarquía española, con la entrada de los Cien Mil Hijos de San Luis dirigidos por el duque de Angulema, Luis Antonio de Borbón. Después de atravesar en abril los Pirineos con 75.000 hombres, el ejército francés, otrora el demonio, no encontró oposición ya que esta vez disfrutaron por la bienquerencia del mismo clero que se había opuesto a los franceses en 1808) y acorralaron a las fuerzas liberales. Eso sí, como ocurrió durante la Guerra de Independencia, sólo el Bierzo y Galicia siguieron fieles al Gobierno.
El blog Bergidense cuenta así lo que ocurrió:
El Bierzo se encuentra en estado de guerra desde el 16 de abril hasta finales de Junio en que se abandona la lucha, presidirían la Diputación berciana varios militares como el Coronel de Caballería Carlos de Villapadierna. El 5 de Julio los realistas toman Villafranca arrancando la lápida de la Constitución de la Plaza Mayor y quemando ejemplares de la misma. La mayoría del gobierno provincial huye con el general Morillo hacia Lugo, aunque otros formaran otras guerrillas rebeldes bajo el mando del Jefe Político interino de la provincia Nicolás de Castro y el Abad de O Barco que reocuparán Ponferrada y Villafranca aunque finalmente abandonarán la resistencia en La Cabrera a mediados de septiembre de 1823. Con el triunfo de la restauración del absolutismo en la figura del rey Fernando VII, comenzará una tenue “represión” por las “Juntas de Purificación”, que en el Bierzo será insignificante.
Por el Decreto del 1.º de Octubre de 1823 se declaran nulas todas las actuaciones del Gobierno constitucional, quedando por tanto en suspenso la división provincial. Siendo la provincia del Bierzo una de las víctimas mortales de estos conflictos entre liberales y realistas. Finalmente a la muerte de Fernando VII se establece una nueva repartición provincial, por obra de Javier de Burgos, el 30 de noviembre de 1833 que calca la previa deslindación constitucional, con la excepción de no contemplar sin embargo las provincias de Villafranca, Játiva y Calatayud; mapa que salvo la división de la provincia de Canarias en 1923 y algunos cambios sin relevancia permanece vigente a fecha de hoy. La mayor parte de la provincia es anexionada por la de León, a excepción de Valdeorras y once pueblos de la antigua merindad berciana de Aguiar y de la Jurisdicción de Cabrera (Covas, Sobredo, Casayo, Barrio y Castelo, Lardeira, Oulego, Pardollán, Puerto Real, Robledo de la Lastra, San Vicente de Leira y Vega de Cascallana) que son anexionados por la de Orense.
Los intentos de recuperarla
Así la provincia del Vierzo muere, pero los mismos políticos de la época creen que se podrá recuperar, porque se ve como un castigo a su defensa constitucional del Trienio Liberal. No lo ven como algo definitivo y a la muerte de Fernando VII hay esperanzas de que vuelva a crearse. Aún la siguen citando en los documentos oficiales locales como si siguiera vigente y desde Ponferrada se echa la culpa a lo ocurrido al haberle concedido la capitalidad a Villafranca.
Pero no fue así, de hecho en 1833 Javier de Burgos crea la actual distribución provincial, incluyendo a la comarca del Bierzo en León y a la de Valdeorras en Orenes, y lo único que se consigue es que en 1834 se creen los partidos judiciales de... Ponferrada y Villafranca.
Las veredas
Aún así, según la enciclopedia colaborativa Wikipedia “en este periodo un consorcio de alcaldes y párrocos de todos los ayuntamientos bercianos tomaron el acuerdo de hacer una Agrupación o Junta Regional que plasmase la antigua diputación berciana, dividiendo, para ello, El Bierzo en seis grupos llamados 'Veredas': la de Galicia (capital Villafranca del Bierzo), la de Ancares y Rivas (sic) del Sil, Vereda de Ponferrada, Vereda de Bembibre-Boeza, Vereda de Puente de Domingo Flórez y Vereda de Castilla (desde el sur de Ponferrada hasta el límite con Zamora)”.
Y continúa:
En 1836 la nueva Ley electoral, favorecedora de rentistas y terratenientes, da lugar a una nueva administración inoperante en la práctica. Esta ley perjudica seriamente las opciones de recuperar el estatus de provincia para El Bierzo.Se suceden diversos intentos y protestas de los representantes bercianos (siempre los de Villafranca por un lado y los de Ponferrada por otro) con el fin de recuperar la provincia, especialmente a partir de la regencia de Espartero (1841). Por Ponferrada interceden, principalmente, el diputado Pascual Fernández Baeza y el senador Nemesio Fernández García. Por Villafranca del Bierzo Apolinar Suárez de Deza con el apoyo de la comarca de Valdeorras.
En 1842 se abrieron nuevas ilusiones, sobre todo por parte de Ponferrada, ante el proyecto presentado ese año por Fermín Caballero, que contemplaba la creación de la provincia de Ponferrada. Este proyecto supuso que la villa de Ponferrada comenzara una serie de iniciativas en pos de recuperar la provincia y la capitalidad provincial, entre ellas las intervenciones de los diputados ponferradinos Pascual Fernández Baeza, Nemesio Fernández y del leonés Patricio de Azcárate13 ante el Regente del Reino, Espartero.
En 1846, ante el fracaso del proyecto de Fermín Caballero, José Pérez Carús dirige un nuevo expediente, este ante la reina, movilizando a todos sus representantes, añadiéndose a ellos el cacabelense Marqués de Villagarcía, Francisco Antonio Álvarez Lorenzana Armesto y Válgoma y Tejeiro, miembro del Consejo de Su Majestad, diputado y contador general del Reino. Cabe indicar que políticos y personajes de fuera del Bierzo se manifestaron a favor de recuperar la provincia para El Bierzo, es este el caso del deán de la catedral de Murcia, Manuel Goyanes los apoyos llegan también desde León, en boca de su diputado Patricio de Azcárate.
El propio ministro Madoz era favorable a su recuperación y en esa intención se manifestó públicamente.8 Aún después de tantos reveses los bercianos partidarios de la provincia no se rinden y continúan reivindicando la provincia siendo sus principales defensores el abogado (y posterior alcalde de Ponferrada) Isidro Rueda y el alcalde de Villafranca del Bierzo Santiago Capdevila, pero esta vez empiezan a manifestarse en contra los grupos más conservadores que ven en el aislamiento de la región su mejor baza en la conservación de sus privilegios y rentas, destaca la oposición de la familia Valdés, el mayor rentista berciano.
Durante el Bienio Progresista (1854-1855), y aún tras los fracasos de los proyectos e iniciativas anteriores, vuelven a surgir los pronunciamientos desde los dos ayuntamientos, Villafranca del Bierzo y Ponferrada, enfrentados siendo este el principal freno a sus aspiraciones. Poco a poco los antes liberales van acumulando rentas gracias a sus puestos públicos e influencias, encontrando que, el aislamiento del Bierzo puede favorece a sus intereses, aun así, surgen iniciativas en pos de la recuperación del estatus provincial. El ayuntamiento de Ponferrada presenta la propuesta del “establecimiento de la Provincia del Bierzo”(sic) otro tanto, por su lado, hace el ayuntamiento villafranquino. Posteriormente, las crisis sucesivas, la falta de inversiones en infraestructuras y la inestabilidad política hacen retroceder al sector de la burguesía liberal que apoyaba la provincia abandonan la idea al revalorizarse sus rentas por el aislamiento de la región.
La Comarca del Bierzo
El caso es que la provincia no volvió, porque la Restauración consolidó las provincias de Javier de Burgos y la Segunda República sólo se dedicó a discutir las autonomías. Y durante el franquismo ni siquiera se podia plantear la cuestión territorial.
Pero el bercianismo, resucitado en la Democracia de 1978, consiguió al fin que se creara el Consejo Comarcal del Bierzo al conseguir incluirlo en el Estatuto de la actual autonomía de Castilla y León en su artículo 46.3. Impulsada su Ley durante el gobierno en Valladolid de José María Aznar, fue publicada en 1991 durante el mandato de su sucesor, Jesús Posada.
Sus presidentes han sido Alfonso Arias (PP), José Luis Ramón (PSOE), Ricardo González Saavedra (PSOE), Jesús Esteban (PSOE), Rita Prada (PSOE) y Francisco Alfonso (PSOE). En la actualidad es Gerardo Álvarez Courel (PSOE) y su pleno se compone de 27 miembros. Su presupuesto en 2021 es de unos 4,2 millones de euros.
Este año Coalición por el Bierzo se alió con el Bloque Nacionalista Galego para debatir en el Parlamento de Galicia que el Bierzo pasara a la comunidad autónoma gallega -una petición con escaso apoyo popular, que contrasta con que en Torre del Bierzo aprobara en 2020 la creación de una autonomía de la Región Leonesa-, que se saldó con un sonoro fracaso y fuertes críticas del PP y el PSOE
¿Cómo sería una hoy provincia del Bierzo?
Pero la pregunta es qué hubiera ocurrido de haber vuelto la provincia del Bierzo. Es política ficción lo que habría pasado durante el siglo XIX y XX, pero sí podemos comparar con otras provincias similares cuántos serían sus diputados provinciales y qué presupuesto tendría.
En primer lugar, los habitantes del Bierzo rondarán ahora mismo los 150.000 habitantes. Con lo cual se puede comparar a provincias como Teruel (140.000), Ávila, Segovia y Palencia (todas entre 150 y 160.000). Estas diputaciones tienen todas 25 diputados provinciales, según la Ley Electoral y tres diputados nacionales a elegir en el Congreso –todas las provincias españolas peninsulares eligen cuatro senadores– y se elegirían 7 procuradores en las Cortes de Castilla y León.
Respecto al dinero que tendría de presupuesto la Diputación, sería de unos sesenta millones de euros, al igual que las otras provincias similares; lo que vendría a ser 12 veces más de lo que dispone el Consejo Comarcal.
Pero la posibilidad de crear una provincia del Bierzo es mucho más difícil, si no imposible, que crear la Comunidad Autónoma del Reino de León. Mientras en la Constitución la Región Leonesa tiene derecho en el artículo 2 a convertirse en autonomía –y la Carta Magna sí plantea cómo–, no se habla en la misma de cómo fundar una nueva provincia.
Sin embargo, el grupo Iniciativa Autonómica Leonesa plantea que una nueva comunidad autónoma podría crear un departamento administrativo por el que podría recibir una financiación de unos 500 millones de euros cada año: casi diez veces más de lo que tendría con la Diputación Provincial del Bierzo; lo cual, pese a no cumplirse el anhelo provincial, tampoco sería mal negocio y es más fácil que pueda ocurrir.
En todo caso, la provincia del Vierzo, cumple estos días su bicentenario de su declaración con una apasionante historia aunque durara menos de dos años en el mapa de España. Y es una Historia digna de recordar.