Las comunidades de regantes del bajo Bernesga y Ecologistas en Acción han presentado alegaciones dirigidas a la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), María Jesús Lafuente, y al jefe del Servicio de Aguas, José Ignacio Santillán Ibáñez, pidiendo que no se autorice, ni se declare de utilidad pública, la concesión de un aprovechamiento de 6.000 millones de metros cúbicos al año del río Bernesga para el proyecto energético de La Robla Green.
Regantes y ecologistas han recordado, en un comunicado, que este proyecto consiste en la construcción de una central térmica de biomasa, planta de captación de CO2 y fábricas de hidrógeno electrolítico y de metanol.
Las comunidades de regantes de Llanos de Alba y de las presas de Vigached, Manzanal, Los Molinos, Bernesga y Lunilla rechazan la concesión para los mencionados usos industriales porque no tienen asegurado el riego y, en los últimos años, vienen sufriendo restricciones por falta de agua. Asimismo, dan cuenta de la pérdida de agua en la subcuenca del Bernesga, provocada por los túneles del AVE, que han desviado caudal hacia Asturias.
Hay que recordar que si bien este proyecto requiere un aprovechamiento hídrico de 6 hectómetros cúbicos al año del río Bernesga, la central térmica de La Robla prácticamente dispuso de casi el doble durante buena parte de sus años de funcionamiento.
En sus escritos, los regantes han exigido a la CHD que respete el uso histórico preferente que vienen haciendo del agua, y han apuntado que el organismo de cuenca no puede hacer nuevas concesiones en perjuicio de terceros.
Para Ecologistas en Acción no está justificada la cantidad de agua solicitada y el aprovechamiento que tendrán los usos industriales citados, porque se desconocen los proyectos técnicos que definen el alcance de esas actividades, sus instalaciones y procesos productivos.
A este respecto, la asociación ha advertido que se trata de proyectos sujetos a evaluación de impacto ambiental ordinaria y al procedimiento de autorización ambiental integrada, en el que se deberían incardinar las concesiones de agua y autorizaciones de vertido de aguas residuales, de cada uno de los proyectos que se prevé implantar en el polígono industrial denominado 'El Crispín La Robla Green'. Por lo tanto, Ecologistas considera “improcedente y extemporánea” la tramitación de la concesión.
También ha añadido que vulnera el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, ya que no se ha acreditado la compatibilidad de la concesión con el Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero, y se ha admitido la solicitud presentada por un peticionario que no cuenta con personalidad jurídica legalmente reconocida, la llamada 'Comunidad de Usuarios Industriales La Robla Green', en proceso de formación.
“En estas condiciones y, no estando asegurada la viabilidad ambiental de la concesión, - que solo lo estará si los proyectos obtienen declaración de impacto ambiental favorable-, no hay fundamento legal para declarar, como se pretende, la utilidad pública de la concesión, a los efectos de expropiación forzosa e imposición de servidumbres”, han recalcado regantes y ecologistas.
“Tampoco estaría asegurada la viabilidad económica del complejo industrial 'El Crispín La Robla Green' que solo existe, por el momento, en la imaginación de sus promotores”, han añadido. Las mismas fuentes han asegurado que en el contexto de escasez e incertidumbre que plantea el Cambio Climático, los organismos de cuenca deberían extremar las cautelas a la hora de otorgar nuevas concesiones, para poder garantizar el mantenimiento de los usos preferentes del agua.