Los días ahora duran veinte minutos y el sol sube en el cielo menos que un balón pinchao, pero eso no nos debe distraer de LAS VERDADES FUNDAMENTALES de, por ejemplo, los planetas. Que con el sol y Plutón y tal, son siete. Como los colores. El blanco roto o el malva o el heliotropo o el pantóner o esas cosas de decoración no existen. Son percepciones gays. Que deberían conformarse con los siete del arco iris ya que tanto les gusta y nos obligan a ponerlo en nuestros domicilios, oficinas, comisarías y cuarteles. Los estados de la materia son tres: sólido, líquido y gaseoso. Y ya. Los átomos tienen un núcleo y un electrón o los que sea dando vueltas. Un electrón redondo. ¿Las notas musicales? Siete, igual. Como los colores. Y los planetas. Eso de los intervalos y los sostenidos y los bemoles y las anaclusas es mentira. Siete notas: do re mi fa sol la si do. Do es nombre de varón –luego volveremos a ello–. Re, selvático animal. Mi indica posesión. Y así. Los números irracionales no existen. Los números son positivos y van del uno al nueve. Y el cero. Se pueden combinar un poco. Hasta mil. O un millón. ¿O la lotería acaba en decimales? ¿El número pi? Eso no es ni un número. En primer lugar tiene nombre de letra. Y ni siquiera española. Las letras son veinticuatro. Las vocales, cinco y se dividen en fuertes y débiles. No hay vocales mediopensionistas. Los idiomas, los de verdad, son… seis. Lo demás, dialectos. Los reyes magos son tres justos: Melchor, Gaspar y Baltasar, como los continentes. Y uno negro. Como los continentes también. Que ahora son cinco o seis, pero en la Biblia, pues había menos. Por la Pangea. O sea, en total, a ver, y aquí vamos a lo importante: los géneros son dos. Las mujeres para ser mujeres tienen que tener determinados cromosomas y coños y úteros y llamarse María Fernanda. Y los hombres, lo mismo. Tienen que tener unos genomas y unos cojones peludos y unas cosas. Y se tienen que llamar Alfonso. O José Luis. Todo lo demás es un sindiós. ¿Hay traje regional de trans o hermaflorita? No. El traje regional tiene dos modelos: el masculino y el femenino. El masculino suele tener faja. Y el femenino… pues también. Pero otra. Así que hay sexo biológico. Dos sexos. Y ya está. ¿Qué afirman los biólogos? Que solo hay dos sexos. Ya lo explican con el nombre, que viene de bi –dos– y logos –verdad–. El sexo biológico es Adán y Eva. Proclamado y certificado por Mayor Oreja y los biólogos. No hay triólogos ni cuatriólogos. Ni con q ni con nada. Hala. Venga.