“Un dibujante que disfruta contando historias. Poco más”, así de escueto se define Javi de Castro, con mucha sencillez y sin presumir de los diseños que cada vez con más fuerza le afianzan una silla firme en la mesa de la ilustración. Este joven leonés, que estudió un grado de ilustración en Valladolid y un curso de especialización en diseño gráfico editorial en Barcelona, acaba de publicar su última obra, el fanzine 'Oiga mire mañana', junto a algunos de los autores más jóvenes del país como Adrián A. Astorgano, Álvaro Samaniego, Andrés Lozano y Blanca Santamaria.
Conocido en el mundo del cómic, del fanzine y también de historias largas. ¿Cómo has logrado abrirte paso en un mundo tan complicado?
Con tiempo y paciencia, y cabezonería seguramente, aun me queda mucho camino que recorrer pero estoy contento por donde estoy yendo. No me cambiaría por nadie.
Además has ilustrado para otros, entre los que se encuentra Josep Busquet. ¿Cómo consigues la fusión necesaria para transmitir con imágenes los sentimientos de otro autor?
Creo que se debe a que nos entendemos muy bien, sabemos el resultado que esperamos al final de la obra. Así que no hay malentendidos. Si alguien me llama para colaborar es porque conoce lo que hago y entiende que encajo con la historia que quiere contar. Y viceversa. Por ahora no me ha costado trabajar con nadie.
¿Qué ofrece al lector la novela gráfica sobre los demás géneros literarios?
Muchas cosas, pero supongo que depende de lo que leas. Te ofrece lo que te ofrece la literatura sumado a lo que te puede ofrecer una imagen, un silencio, un espacio en blanco, una onomatopeya, un color, una viñeta. Hay millones de posibilidades que cada cómic te puede ofrecer que valdría descubrirlo por uno mismo. Una imagen vale más que mil palabras, pues imagínate mil imágenes.
El secreto para transmitir sensaciones como el miedo... (como lograste en las ilustraciones de la obra 'Ilustrofobia')
No hay mayor miedo que lo que uno se pueda imaginar, así que más vale dejar ese terreno al lector, él se encargará de ponerle la peor cara.
¿Qué pretendes con 'Oiga mire mañana'?
El tiempo lo dirá, por ahora solo quise juntar a toda una generación de autores desperdigados en diferentes publicaciones y provincias en un mismo fanzine. En estos años me he ido encontrando gente muy joven haciendo tebeos de muchísima calidad. Autores que bajo mi criterio en unos años estarán bajo la lupa de muchos lectores. Así que quiero pensar que tengo el honor de haber juntado a todas esas manos por primera vez en un mismo fanzine.
¿Cómo evolucionará en unos años el mundo del tebeo?
Ni idea. Parece que cada vez hay más lectores, más hueco en los medios pero nadie lo sabe. Ahora mismo con la tecnología es posible que el cómic más comercial llegue a los más jóvenes a través de internet y el cómic digital, es fácil pensar que se animen a leer por poco dinero las aventuras de los héroes que disfrutan en el cine. Y las próximas generaciones estarán más acostumbradas a pagar por productos digitales. Sería una buena forma de crear nuevas generaciones de lectores.
'Sandía para cenar' fue tu primera obra larga', ¿ya trabajas en alguna otra de las características?
Pues a principios de año sale 'La última aventura' que he dibujado junto a Josep Busquet, y es muy posible que lo próximo sea también una colaboración con otro guionista. De todas formas me gustaría retomar los guiones y tengo proyectos, pero es pronto para decir nada.
Algunas más personales
¿Tu fuente de inspiración?
Casi todo lo que veo, soy un poco caprichoso, si algo me gusta yo quiero hacer algo parecido. Al final todo eso va mezclando, creando un poso y sale algo nuevo.
¿Tus artistas favoritos?
Muchos: Max, Yves Challand, Jason, Hooper, Alfred Hitchcock, Woody Allen...
Tu máxima a la hora de enfrentarte a un nuevo proyecto.
Con las expectativas más altas posibles, siempre. Pensando así lo doy todo. Cuando estoy metido en harina ya soy más autocrítico.
Un consejo para futuros dibujantes...
Dibujad, siempre.