‘Hijas de nadie’, la novela escrita entre Buenos Aires y un pueblo de León que incide en las costuras del mundo moderno

“Una mujer sola, a veces, tiene que comerse el orgullo y regresar a casa y pedir ayuda y callarse la rabia y los sueños”. 'Hijas de nadie' es la primera novela de la leonesa Violeta Serrano. Doscientas cincuenta páginas de ficción pegada a la realidad, a caballo entre Barcelona y Buenos Aires, impresas en la editorial también leonesa Mr Griffin. En ellas se cuenta la historia de una 'hija de nadie', que podría ser cualquiera, que podría ser ella misma, que vive, ama, se refugia y se cobra las venganzas, a pesar del precio que hay que pagar y la duda de si merece la pena.

La novela narra una historia de venganza con un trasfondo político -“todo es política” defiende la autora- en escenarios que unen Barcelona y Buenos Aires con su protagonista buscando construir un futuro posible sanando sus propias heridas de un pasado turbulento. Narrada desde una intensa primera persona cargada de erotismo, la trama arranca con un sospechoso accidente en el Paseo de Colón de Barcelona, lo que lleva a su protagonista al calabozo, donde rememora su pasado y su último luminoso amor.

Serrano apenas había cumplido la mayoría de edad cuando dejó su pequeño pueblo, Val de San Román, para irse a estudiar a Barcelona, la cuna de la Literatura española. Con tres carreras, finalizadas con premio extraordinario de titulación, la Ciudad Condal enseguida se le quedó pequeña. Le apretaban las costuras de un sector más rígido de lo que se esperaba, pero le acabó sirviendo de trampolín para dar el salto al otro lado del océano. Con 25 años, su pareja, una mano delante y otra detrás y la convicción de que ella es escritora y no puede ni quiere escapar de esa condición, aterrizó en Buenos Aires (Argentina), para abrirse camino “en el caos” en el que, a veces, surgen las mejores oportunidades.

En la maleta, el primer boceto de una historia que escribió y reescribió aquí y allí durante una década y ahora ve la luz. En esos años, trabajó en la exclusiva librería Clásica y Moderna, publicó poesía y ensayo, recibió premios como escritora y periodista, colaboró en los mejores medios impresos de Argentina, fundó la revista Continuidad de los libros declarada de interés cultural por la Ley de Mecenazgo y puso en marcha dos posgrados de literatura, periodismo y política que todavía dirige en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

“Argentina me dio las oportunidades que España no me podía dar”, cuenta a ILEÓN. Cuando se marchó, España se quedaba sumergida en una terrible crisis económica y laboral después del pinchazo de la burbuja inmobiliaria y el cerrojazo al carbón, un país con una elevadísima tasa de paro en general y juvenil en particular, en el que se tiende a considerar al desempleado casi como un apestado social. En cambio, al otro lado del Atlántico se encontró un país solidario, que teje redes de soporte e impulso para quien las necesita. “Es por eso que siempre andamos de acá para allá y de allá para acá, a ver dónde estamos mejor”, reflexiona, sin pasar por alto que emigrar “fue duro”.

He estado donde creía que podía hacer cosas y seguiré estando en los lugares en los que crea que pueda hacer cosas

Dos países con un idioma y tanta historia compartida que casi se podría decir que son hermanos. “En muchas cosas, Argentina ha sido una avanzadilla de lo que puede pasar aquí”, subraya. Ella se benefició del resurgimiento literario y la lluvia de oportunidades al otro lado de una orilla en la que solo había frustración. “Tengo paciencia pero no tanta. Cuando veo que hay muros voy a buscar la grieta, porque soy como el agua”. Pero en Buenos Aires también presenció el crecimiento y la llegada al poder de la ultraderecha que está emergiendo en Europa y España. “Me da miedo lo que está pasando”, aquí y allí. Por eso, 'Hijas de nadie' también tiene tintes políticos, porque “creo que la política está siempre en la vida de uno, porque todo es política”.

Ella misma entró en política a su vuelta a la España vaciada y el León más rural. “He estado donde creía que podía hacer cosas y seguiré estando en los lugares en los que crea que pueda hacer cosas”. Y ahora donde está es en Val de San Román. “Fue una decisión muy clara”, volver de la ciudad más poblada de Argentina a su pueblo de menos de 100 habitantes, para poner en el mapa “lo que se hace aquí, que tiene mucha calidad. Hay mucho para ofrecer y tenemos que darnos a conocer” en espacios en los que hay un futuro “posible y deseable”, que necesita de voluntad de quienes gobiernan y políticas que lo permitan.

En León, en casa, terminó la edición de su primera novela que tiene dos voces, una con acento español y otra con acento argentino, y apostó por una editorial pequeña y de la provincia para sacarla al mercado. Ya está a la venta en todas las librerías y la presentará el sábado 15 de junio en la caseta de Eolas de la Feria del Libro de Madrid, el martes 18 de junio en la librería Sputnik de León y el 26 de junio en la madrileña Librería La Mistral que regenta una argentina. El calendario se irá llenando de citas por la provincia, la geografía española y quién sabe si la argentina.

El suyo es el ejemplo de que una mujer sola, hija de nadie, a veces, es capaz de reunir el coraje suficiente para hacer del orgullo equipaje, dejarlo todo e irse, muy lejos, a buscar ayuda para cumplir sus sueños y lograrlos antes de los 36.