El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha ordenado desde este lunes el confinamiento de las aves de corral en los municipios incluidos en zonas de especial vigilancia frente a la gripe aviar, tras el aumento del riesgo por la expansión del virus en Europa y la llegada de aves migratorias.
En la provincia de León, esta medida afecta a 18 municipios: Benavides, Borrenes, Bustillo del Páramo, Carracedelo, Carrocera, Carucedo, Chozas de Abajo, Hospital de Órbigo, Puente de Domingo Flórez, Rioseco de Tapia, Santa María de Ordás, Santa Marina del Rey, Santovenia de la Valdoncina, Sobrado, Toral de los Vados, Turcia, Valverde de la Virgen, Villadangos del Páramo y Valderrey.
Prohibiciones
La orden establece que las aves de corral no podrán mantenerse al aire libre ni tener contacto con aves silvestres. Cuando esto no sea posible, deberán instalarse telas pajareras u otros dispositivos que impidan la entrada de fauna salvaje, y el alimento y el agua deberán suministrarse en el interior de las instalaciones.
También se prohíbe el uso de aves acuáticas como señuelo, la cría conjunta de patos y gansos con otras especies de corral y la celebración de certámenes, ferias o concentraciones de aves. Además, queda vetado el uso de agua procedente de depósitos accesibles a aves silvestres, salvo si ha sido tratada para eliminar posibles virus.
Estas medidas se enmarcan en la Orden APA/2442/2006 y se aplican en coordinación con las comunidades autónomas, que mantienen la competencia en sanidad animal y pueden adoptar restricciones adicionales. El objetivo es evitar la propagación de la influenza aviar, que ha obligado al sacrificio de más de dos millones de aves de granja en los últimos meses en España.
El sector avícola de puesta es el más afectado hasta el momento, aunque las asociaciones de productores confían en una evolución favorable gracias a la aplicación estricta de las medidas de bioseguridad. En el caso de la producción de carne de ave, el impacto está siendo menor debido al funcionamiento en granjas cerradas y altamente controladas.
Tanto el Ministerio como las asociaciones profesionales han lanzado un mensaje de tranquilidad a los consumidores, asegurando que el abastecimiento y la calidad de los productos avícolas españoles están garantizados.
Las autoridades insisten, no obstante, en la necesidad de extremar la vigilancia en las explotaciones y comunicar de inmediato cualquier sospecha de enfermedad a los servicios veterinarios oficiales, especialmente en las zonas de especial riesgo y vigilancia como las que afectan a estos municipios leoneses.