La Audiencia Provincial de León ha atenuado una pena por agresión sexual continuada a un hombre que dejó tres veces embarazada a una menor entre los 12 y los 15 años por considerar que en la “cultura gitana las uniones de pareja se producen a edades muy tempranas” y esa circunstancia obra como atenuante, según reza el fallo de la sentencia conocida este lunes.
En la misma se condena al hombre a un total de 8 años y 9 meses de prisión por una agresión sexual continuado contra una menor que era su pareja, y dos delitos de violencia de género, contra la que “pese a saber la edad”, “guiado por el ánimo de satisfacer ilícitamente su apetito sexual, mantuvo en al menos tres ocasiones relaciones sexuales con penetración vaginal”. La Fiscalía pedía inicialmente 37 años de cárcel pero el día del juicio, celebrado a principios de mayo, se aplicó la atenuante y se pactaron las penas con todos los acusados.
De esas tres agresiones nacieron dos niños y una niña, dando a luz la víctima con 12, 13 y 15 años. El agresor tenía 7 años más que la víctima. El tribunal argumenta que “si bien existe una importante diferencia de edad entre víctima y procesado”, no hay que “olvidar que, en la cultura gitana, las uniones de pareja se producen a edades muy tempranas” y la víctima “manifestó que, pese a su corta edad, sabía lo que eran las relaciones sexuales y sus consecuencias y consintió dichas relaciones sabiendo de su trascendencia e importancia, pues en su cultura las niñas de su edad suelen empezar a emparejarse y tener hijos”.
En este sentido, la sentencia aclara que los hechos enjuiciados han de tener responsabilidad penal “por su gravedad”, pero precisa que se aplica una circunstancia atenuante cualificada por la “menor antijuricidad del hecho”. Y para ello interpreta el artículo del Código Penal que habla de “libre consentimiento” de menores de 16 años cuando “el autor sea una persona próxima al menor por edad y grado de desarrollo o madurez física y psicológica”. Según la sentencia en el caso a juicio “Si bien existe una importante diferencia de edad, entre víctima y procesado, no hemos de olvidar que, en la cultura gitana, las uniones de pareja se producen a edades muy tempranas, y (la agredida), manifestó que, pese a su corta edad, sabía lo que eran las relaciones sexuales y sus consecuencias y consintió dichas relaciones sabiendo de su trascendencia e importancia, pues en su cultura las niñas de su edad, suelen empezar emparejarse y tener hijos”.
El tribunal recurre a otra sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León en la que ya se arguye que esa cultura compartida entre la menor y el agresor “refuerza la conclusión de que ambos se hallaban en cierta manera próximos en el citado grado de desarrollo o madurez física o psicológica”. En el caso enjuiciado por la Audiencia Provincial de León, fue la Fiscalía quien solicitó esta atenuante, a lo que ninguna de las partes presentó alegación.
También en su escrito final, el fiscal matizaba para reducir la petición de pena que ambos eran de etnia gitana, una cultura en la que son habituales este tipo de matrimonios antes de cumplir la mayoría de edad.
Además de el hombre condenado a 8 años y 9 meses de prisión, han resultado condenados otros tres miembros de su familia, la madre y tres hermanos del condenado como autores de agresiones a la menor con golpes, además de insultarla y amenazarla. La pena para cada uno de ellos es de 6 meses de prisión de los 3 años iniciales que pedía la Fiscalía.
El Ministerio de Igualdad critica la sentencia
La directora general de Igualdad de Trato y No Discriminación y contra el Racismo del Ministerio de Igualdad, Beatriz Micaela Carrillo, ha calificado de “absoluta vergüenza” la sentencia que considera que la cultura gitana obra como atenuante en un delito de agresión sexual a una menor.
“La sentencia es una absoluta vergüenza. Y mucho más aludir a una supuesta costumbre inexistente para atenuar la pena. El Código Penal no excluye el amparo y la protección a los menores gitanos, de lo contrario se estaría defendiendo que abusar, agredir o violar a las niñas gitanas tiene pocas consecuencias legales”, ha escrito Carrillo en X.
La dirigente socialista hace referencia a la sentencia en la que la Audiencia Provincial de León ha atenuado una pena por agresión sexual continuada a un hombre que dejó tres veces embarazada a una menor entre los 12 y los 15 años por considerar que en la “cultura gitana las uniones de pareja se producen a edades muy tempranas” y esa circunstancia obra como atenuante.
La directora general de Igualdad de Trato ha recordado que el Código Penal establece en 16 años la edad para poder prestar un “consentimiento voluntario, consciente y maduro”.
“La ley no puede hacer excepciones con las niñas gitanas y ampararse en ese consentimiento infantil para reducir de esa manera la pena a un violador. (...) En este disparate se le añade otra barbaridad más: la visión antigitana al declarar que violar a una niña con 11 años (sic) tras dejarla tres veces embarazada es algo normal entre gitanos”, ha concluido.