Domínguez: “Las universidades se pelean por tener más títulos y deberían hacerlo por más estudiantes”

Miriam Chacón / ICAL José Ángel Domínguez, director de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario

V.L/ ICAL

El nuevo director de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Castilla y León, José Ángel Domínguez, repasa en una entrevista concedida a la Agencia Ical los retos del órgano que comienza ahora a gestionar. Lo hace con la experiencia que le dan años en la gestión de la Universidad de Salamanca y que aplicará en mejorar la Agencia. Defiende la necesidad de apostar por nuevos retos dentro de ella como analizar si los títulos han conseguido su objetivo o estudiar la inserción laboral de sus alumnos, entre otros. Asegura, además, que el sistema universitario de Castilla y León funciona como “tal” y no van las universidades cada una por su lado.

  • Usted procede de la Universidad de Salamanca y ha asegurado que su nombramiento es un reconocimiento a la universidad, ¿cómo afronta el cargo?

El sistema universitario lleva años colaborando en muchas cuestiones. El sistema universitario de Castilla y León trabaja como tal y lo hace bien, no va cada universidad por su lado. La Agencia está formada por las universidades y la Consejería. Mi trayectoria en Salamanca arranca casi a la par con la creación de la agencia en 2003. Siempre he vivido la agencia como algo nuestro, algo de las universidades, del sistema universitario y es lo que reivindico. La agencia no es de inspección, ni de sanción. Sirve para ayudar a las universidades a hacer bien las cosas y a mejorar. El nombramiento es un reconocimiento a la labor del conjunto de universidades y alguien que lo ha vivido desde el lado de la universidad, ahora tiene la oportunidad de mejorarlo desde dentro.

  • ¿En qué puede mejorar la agencia?

Las agencias surgieron para, entre otros, implantar el Espacio Europeo de Educación Superior. Ahora, ya están completos los procesos, al margen de que haya que renovar las acreditaciones cada seis años y ahora que acabamos de hacerlo habría que evaluar también qué tal lo hemos hecho. Seguro que en cuanto a nuestras funciones sí, pero el objetivo. Hay que evaluar si todos esos procesos han servido para tener un mejor sistema universitario y si no es ahora es el momento porque es cuando hemos terminado de implantar todos los procesos.

  • ¿Cómo se puede llevar a cabo ese análisis de mejora?

Hay cosas del día a día que son urgentes como evaluar un título o a un profesor pero hay cosas importantes que puede hacer la agencia, que está entre sus competencias y que no se ha hecho. Por ejemplo, hacer estudios que faciliten una proyección de las universidades. La agencia tiene mucha información, se podría publicar un estudio en el que hiciéramos un Observatorio de las Universidades de Castilla y León para atraer estudiantes. Esa parte es la que podríamos aprovechar de la agencia, eso sí, con los recursos que tenemos es complicado. Igual también se puede evaluar la inserción laboral de nuestros titulados o qué impacto tiene la investigación de Castilla y León. La agencia tiene mucha información porque evalúa los proyectos. Con toda esa información, además de evaluar para cumplir una serie de procesos, podemos dar una proyección, hacer un buen análisis y ofrecérselo a la sociedad y a las universidades y rendir cuentas sobre cómo está funcionando el sistema universitario de Castilla y León.

  • ¿A su juicio, cómo se encuentra el sistema universitario?

Goza de buena salud. Yo creo que es un sistema en el que estamos creciendo y se ha hecho un buen planteamiento en decir: no se puede seguir creciendo cada universidad por un lado y, por eso, se ha alcanzado un buen acuerdo en el mapa de titulaciones. Estamos en un momento donde el propio sistema se ha dotado de esa herramienta y eso nos va a permitir seguir creciendo como sistema universitario de una manera más racional y más coordinada. En el ámbito de la investigación también a partir de la estrategia regional, que está bien planteada, hay que ver qué debemos hacer, ir haciendo un seguimiento y a partir de ahí ir evaluando si estamos consiguiendo o no. Yo creo que tenemos una buena base de la que partir, que es la experiencia previa y estos acuerdos y a partir de ahora ya es la responsabilidad de los que estamos en ese sistema el que pueda seguir avanzando.

  • En ese mapa de titulaciones hubo un compromiso de no poner en marcha más titulaciones...

Yo pongo un ejemplo. En la agencia lo que hacemos es supervisar los planes de estudio de titulaciones que plantean las universidades. Es decir, somos los que supervisamos los planos. Nos traen un plano de una construcción y nosotros le damos el visado del plano, pero para hacer la obra lo autoriza la Consejería de Educación. La agencia no decide si ese título se implanta o no se implanta. En el mapa de titulaciones, la competencia de la agencia es esa, esa supervisión de los planos.

  • ¿No hay un cierto riesgo de provincialismo o competencia entre universidades?

Esa es la dinámica de la que venimos y el mapa romperá esa tendencia. Hay que ligar, no sólo lo que puede hacer cada universidad, sino analizar cuál es la demanda. Hay que ver si es interesante para la sociedad el poner en marcha esa titulación o si van a tener empleo. Una vez que tenemos un mapa y queremos seguir creciendo, lo lógico es crecer hacia donde haya nuevos nichos, en un determinado ámbito o sectores emergentes y demandas de la sociedad o títulos que nunca ha habido y que la sociedad los necesita. Muchas veces las universidades se están peleando por tener más títulos y deberían hacerlo por tener más estudiantes.

  • Precisamente otra de las polémicas era si mantener esas titulaciones con pocos alumnos...

No es un tema de más títulos. La cuestión es mantener la oferta de estudios. Los estudios de filología en Salamanca, son potentes, se dan en diez, en cinco o en ocho titulaciones. Eso es lo que atrae estudiantes, busquemos en esa nueva oferta educativa nuevas pautas y lo que tenemos mantenerlos, los estudios, no solo las titulaciones. Un ejemplo que existía antes Ingeniería Textil, que ha cambiado mucho. Es interesante mantener ingeniería textil porque en algún momento se necesitan dos o tres ingenieros textil al año. El mercado laboral busca dos o tres, yo no puedo tener una escuela con 100 ingenieros textiles porque al año se colocan dos. Para mantenerlo lo pongo en una escuela donde haya otras ingeneriías industriales.

  • ¿Qué evaluaciones está haciendo en estos momentos la agencia?

En titulaciones hay tres procesos continuamente en marcha. Los títulos se evalúan antes de ponerles en marcha, después se hace el seguimiento y después la renovación de acreditación, después de pasar seis años en los grados y cuatro en los master.

  • ¿Ha habido alguno que hayan echado para atrás?

Sí hay informes negativos pero estamos terminando ahora de implantar todos los procedimientos y todavía está en recurso. Es decir, lo hay pero está en fase de recurso y no sabemos cómo terminará. También hacemos evaluación periódica para las personas que quieren ser profesores contratados, ellos a nivel individual, antes de que le contraten tienen que estar evaluados por la agencia o estudos de investigación o a petición de las universidades.

  • ¿Cómo valora la conexión del sistema universitario con el sector productivo y con la sociedad y cuáles son los 'debes' de la universidades?

Una de las funciones de la agencia es precisamente estudiar la conexión entre el sistema universitario y el sistema productivo. Entre los retos a mí me gustaría poder ofrecer datos de la inserción laboral de nuestros titulados. No pienso solo en 20 por ciento colocados, sino satisfacción de las empresas. Hubo mucha polémica cuando se implantó el Espacio Europeo, que se decía: “la universidad se va a vender a la empresa”, porque parece que sólo vamos a hacer títulos que le interesen a la empresa y yo siempre digo que justo todo lo contrario. Vamos a preparar a nuestros egresados para que se defiendan en ese mercado laboral, para que sepan lo que se van a encontrar. El mercado labvoral es lo que es, yo no puedo estar ajeno a ese mercado. No me estoy rindiendo a ese mercado, lo que les estoy es preparando para que ellos no se rindan y puedan ser competitivos y tener una carrera profesional. Ese es uno de los fines de la universidad y nos falta hacer esa conexión y en la medida en lo que competa a la agencia promover esos estudios yo creo que lo debemos hacer.

  • Otro de las polémicas constantes de la Universidad, la financiación.... ¿Le falta a la Universidad conseguir esos fondos propios?

Muchas veces no es un problema de cantidad, no es el único problema. Las universidades nunca han pedido dinero, lo que necesitan es un modelo de financiación que incentive la calidad y las cosas bien hechas. Debería ser un sistema de financiación competitivo en una parte y de financiación básica en otro. Hay que mirar las características de cada universidad y contrato programa a partir de ahí. Hay que marcarnos metas.

  • ¿Por qué ninguna universidad está en los ranking?

Esto es como todo, las universidades que están en el ranking, no exagero, tienen 200 veces el presupuesto de las universidades de Castilla y León. Es una competición y con los medios que tenemos estamos muy bien. No quiero medios sin más, quiero un contrato y quiero rendir cuentas.

  • Y la transferencia de conocimiento...

Yo vengo de una titulación que es un buen ejemplo (matemáticas). Cualquier conocimiento, antes de ser transferencia es ciencia básica. Yo hay cosas que yo pongo el ejemplo de matemáticas. Hay teoremas de matemáticas, que en ningún anuncio del mercado laboral se dice se busca matemáticos que sepa hacer teoremas. Pero ese matemático que sabe hacer teoremas tiene la cabeza muy bien preparada para resolver un problema de una empresa y eso es lo que hay que jugar. Invertir en ciencia básica porque esa ciencia básica, antes o después, será ciencia aplicada seguro pero es una inversión a muy largo plazo.

  • Otro de los problemas a los que se enfrenta la universidad es la fuga de jóvenes

Aquí siempre hay una polémica. Estamos invirtiendo dinero de todos los castellanos y leoneses en un sistema universitario para que venga aquí gente que no es de Castilla y León y vienen aquí a formarse, les pagamos con nuestros impuestos y luego se van a trabajar fuera pero para Castilla y León esto tiene mucho beneficio porque viene gente a vivir, vienen sus familias y eso genera mucho empleo y mueve el sector productivo.

  • Además, otro de los retos importantes a los que se enfrentan las universidades es al envejecimiento de sus plantillas, ¿qué opinión le merece?

El problema es que la tasa de reposición sólo permite contratar a los profesores de la misma categoría. Es decir, no se deja margen para que las universidades, si la tasa permite que se contrate a un catedrático cuando se jubila, con la cantidad de dinero que se dedica a su sueldo se podría contratar a varios profesores ayudantes. Este es el problema de la tasa de reposición, es tantos se jubilan, tantos entran. Podría haber entrado en el sistema el doble de jóvenes si la tasa de reposición se hubiera entendido de otra forma sin gastar más dinero. Hay departamentos en los que hace diez años que no entra nadie y un profesor universitario tarda entre cinco y diez años en formarse.

  • ¿Cuáles son los puntos fuertes y los débiles?

El fuerte, sin duda, la comunidad universitaria, que ha sobrevivido y soportado la crisis. Las personas son lo más valioso que tiene el sistema de Castilla y León. Y los débiles, quizá una legislación demasiado compleja. Un título tiene que pasar demasiados filtros. Además, las tasas en cada comunidad son distintas. Tendríamos que tener un sistema universitario español más sencillo, con una gobernanza más sencilla, que la capacidad de tomar decisiones fuera más sencilla. Tenemos una legislación demasiado compleja, poco operativa para ser competitivos.

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