La sequía saca a la luz una furgoneta hundida en el pantano de Luna en León

Aspecto que asoma en el agua del pantano de Luna. / Foto Luis Javier Álvarez Rodríguez

El pantano de Luna en la provincia de León apura el final de la campaña de riego exprimiendo poco a poco ya los últimos recursos hídricos que le quedan. La última medición de este año cifraba ya por debajo del 12% su almacenaje de agua actual, unos 36,6 de los 308 hectómetros cúbicos de capacidad total.

Ese descenso de la línea de agua en gran parte del perímetro ha dejado otros años de sequía estampas curiosas pero no tantas como la que se ha vivido en estos días. En la orilla del embalse leonés acaba de emerger a la vista un vehículo de motor de amplias dimensiones que permanecía hundido y del que sólo se ha sabido ahora que el descenso de agua es tan importante.

Según ha podido confirmar ILEÓN, se trata de una furgoneta y en la parte que de momento ya se puede observar que queda al aire se aprecia con claridad incluso la matricula o el hecho de que aperece rotulada en sus puertas delanteras. Permanece ladeada sobre el fango de una orilla entre el bar Ventorrillo y el club Náutico, debajo de la salida del túnel de la carretera que circunda el pantano. Desde ese punto se aprecia pero hace falta un objetivo para poder fotografiarlo, como ha hecho una persona.

Con esta información, ya a primera hora de ayer martes un ciudadano dio aviso del hallazgo a la Guardia Civil a través de una llamada al número de teléfono 062. Sin embargo, a mediodía de este miércoles aún no se tenía constancia oficial de la investigación que debe producirse para saber si ha podido haber indicios de algún accidente, de a quién pertenece el vehículo o desde cuándo podría haber caído o ser tirado en el embalse de Luna.

De hecho, fuentes de la Subdelegación han indicado formalmente que una patrulla se ha dirigido a primera hora de esta tarde al lugar, con la información transmitida por este medio, para investigar todo lo ocurrido. De momento no ha tracendido el resultado de esta investigación.

Por la apariencia y el estado que presenta, no parece llevar demasiado tiempo en el lugar y bajo el agua. Tampoco presenta desperfectos de mucha consideración. Pero el misterio permanece todavía a la espera de conocer la historia de cómo pudo llegar hasta el punto en el que la sequía de este verano lo ha sacado a la luz.

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