Asaja exige a Azucarera el pago inmediato del dinero que debe a los agricultores de remolacha
El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, exigió por carta este lunes a Azucarera el abono “inmediato y urgente” de 6,5 millones a 2.500 agricultores que contrataron en sus fábricas en España en la campaña 2019-2020, 3,57 millones para un millar de la Comunidad, tras la resolución favorable del arbitraje que presentó su organización en la Cámara de Comercio de Madrid, frente al incumplimiento “unilateral” del Acuerdo Marco Interprofesional (AMI) por parte de la compañía.
Dujo exigió también el cese inmediato del equipo directivo de Azucarera en el área geográfica, por “incompetentes” y por haber defraudado las expectativas del sector, sustraer el dinero que pertenecía a los cultivadores y haber “destruido la confianza de las organizaciones profesionales agraria”. “Si siguen así acabarán destruyendo su propia empresa”, vaticinó.
El dirigente agrario reclamó asimismo establecer relaciones cuando se nombre a nuevos responsables al frente a la compañía, para lograr lo antes posible llegar a un nuevo acuerdo marco interprofesional “de futuro”, para revertir la “mala situación” por la que atraviesa el sector en estos momentos.
Donaciano Dujo recordó que el laudo del arbitraje es definitivo y supone que Azucarera debe devolver 4,2 euros por tonelada de remolacha que detrajo a los cultivadores tras modificar las condiciones de contratación pactadas en el AMI firmado para cinco campañas, el diciembre de 2014. El precio de 42 euros que impulsaba un cultivo “importantísimo” para la economía regional, pasó a 37,8 por esa decisión y provocó un importante impacto en el cultivo. Y es que esa campaña contrataron 2.916 agricultores en la Comunidad, 386 menos que en la anterior, y cultivaron 21.400 hectáreas, lo que supone la pérdida de 3.500. Dujo indicó que Acor pasó de recibir 10.500 a 14.000 hectáreas y Azucarera, “la responsable de este desaguisado”, se quedó con 7.400 cuando estaba recibiendo 14.500.
El presidente de Asaja también expuso que esta campaña, sin un AMI, solo hay 2.140 cultivadores, 776 menos que en 2019, con apenas 17.825 hectáreas, que supone la desaparición de 3.675. Acor moltura 10.500 y azucarera 7.325. En este sentido, sentenció que el “único responsables” de la pérdida de hectáreas, cultivadores, ingresos para el sector servicios, transporte, semillas y fitosanitarios, y de pérdida de empleos “es Azucarera”.
Dujo afirmó que el laudo favorable constituye una “gran noticia” porque supone haber “doblegado la prepotencia y la soberbia” de una compañía, que sustrajo dinero que pertenecía a los cultivadores, Asimismo, defendió que fue su arbitraje el que ha logrado recuperar ese dinero para los cultivadores, frente al que presentaron COG y UPA, en el que, dijo, se instaba a negociar el AMI, frente a la exigencia de cumplimiento del suyo.
Algunos datos
Dujo precisó que Azucarera debe repartir 6,5 millones, de los 4,2 millones irán para unos 1.300 cultivadores de la Zona Norte, con un millón de toneladas molturadas la campaña de la polémica. Castilla y León, con 850.000 hectáreas y un millar de cultivadores, deberá repartirse 3,57 millones; y el resto irá para 300 agricultores de País Vasco y La Rioja. Asimismo, la zona sur recibirá 2,3 millones de 540.000 hectáreas.
El presidente recordó que el precio que fijaba el AMI se componía de 25,45 euros fijos por tonelada, a los que se sumaban 3,69 como complemento de producción; 2,36 por pulpa y entre 0,5 y dos euros por transporte, unos 6,5 euros. Esto sumaba 32 euros, que después se complementaban con otros diez a través de la PAC con pagos acoplados y un programa agroambiental. Azucarera cumplió todas las campañas con estos precios, que permitían a los agricultores sumar 42 euros por tonelada.
Sin embargo, Azucarera rompe el AMI y la campaña 2019, decidió cargarse los complementos, y fijar solo 1,8 euros en función de los precios. Así, recalcó que todo viene motivado porque “por su cuenta, de manera unilateral, sin negociación sin contar con nadie, quita de un plumazo 4,2 euros por tonelada” una diferencia que ahora debe compensar a todos los cultivadores, pero que no refleja, dijo, el daño real que ha provocado en un cultivo esencial para el campo en Castilla y León.
Azucarera trabaja para calcular la cantidad que debe abonar a cada cultivador
Azucarera asumirá el pago a todos los agricultores de la diferencia neta entre el ingreso que los remolacheros percibieron en la campaña 19/20 y el que habrían obtenido conforme a la antigua oferta comercial, tras analizar los laudos arbitrales notificados el pasado viernes.
La compañía anunció que ya trabaja en el cálculo de la cantidad exacta que corresponderá abonar a cada agricultor y, durante las próximas semanas, los técnicos de campo procederán a contactar con sus agricultores asignados para comunicarles la cifra exacta y articular el pago.
La antigua oferta comercial estaba integrada por un precio base de 25,45 euros, una compensación por pulpa y dos complementos que dependían de la distancia a la fábrica y del rendimiento del agricultor, por lo que el importe exacto a satisfacer a cada agricultor será distinto y vendrá determinado en función de la distancia a la fábrica y el rendimiento.
Azucarera, según un comunicado recogido por Ical, recuerda que su compromiso fue siempre “respetar el contenido de las resoluciones y actuar en consecuencia. Y ello a pesar de que los laudos no son idénticos en su contenido, ya que en un caso el árbitro afirma que en la campaña 19/20 no se daban las circunstancias extraordinarias que justificaban el cambio de la oferta comercial, mientras que en el otro se asume que sí se daban”.
Por último, la empresa resalta que, de cara al futuro, los árbitros son concluyentes al afirmar que los precios no deben negociarse con los sindicatos agrarios, sino directamente con los agricultores. “Las resoluciones confirman, por tanto, el modelo de Azucarera iniciado en la campaña 20/21 consistente en desarrollar una relación directa con los agricultores basada en servicios y en propuestas económicas personalizadas, centradas en asegurarles una rentabilidad por hectárea y ofrecerles servicios de calidad”.